Delta ❤︎ hyunsung.

28

— Hyunjin, ¿sabes por qué Seungmin no ha venido al colegio? — preguntó Wooyoung un poco preocupado.

Desde que comenzó la semana, el delta con aroma a vinagre de manzana no había asistido... ¡y ya era nuevamente viernes!

— Le mandé mensajes pero no los ha siquiera visto. — respondió Hyunjin — Pero saliendo de clases iré a visitarlo.

Wooyoung simplemente asintió.

Minho y Jeongin se veían decaídos, toda la semana se habían sentido culpables por la ausencia de Seungmin.

El final de la jornada escolar había llegado. Jisung y Hyunjin caminaban por el pasillo principal del colegio tomados de la mano.

— Sung, creo que es mejor que vaya solo a visitar a Seungmin. 

— ¿Por qué? — preguntó un poco asustado Jisung.

— Tengo la ligera sospecha de que puede estar en celo. — respondió serio Hyunjin.

Antes de que Jisung pudiera decir algo más, unos pasos se escucharon que caminaban apresuradamente hacia ellos.

— ¡Sung! ¡Hyunjin! — la voz de Minho los interrumpió.

— Minho, jeongin ¿qué sucede? — preguntó Jisung  preocupado por sus amigos.

— Queremos ir con ustedes a visitar a Seungmin. — respondió Jeongin agitado por intentar alcanzar a sus amigos.

— No creo que sea una buena idea... — habló dudoso Hyunjin.

— Pero queremos ir, queremos disculparnos y hablar con él.

Hyunjin y Jisung se miraron dudosos entre sí.

Llevar a tres omegas no sonaba como el mejor plan, y menos con aquel presentimiento que tenía.

Ambos soltaron un suspiro antes de comenzar a caminar junto con sus dos amigos hacia la parada del autobús.

Seungmin vivía algo alejado de su colegio, incluso más lejos de lo que vivía Hyunjin.

El autobús no tardó mucho en llegar, haciendo que los cuatro jóvenes se subieran y buscaran un lugar.

A pesar de la hora que era, el autobús no estaba tan lleno. Jisung y Hyunjin se sentaron juntos al igual que Jeongin y Minho.

Ambos omegas soltaron un suspiro. Para ser honestos, se sentían muy nerviosos. No sabían que decirle al delta una vez que lleguen.

¿Cómo iniciarían una conversación?

¿Los querrá escuchar?

Los ánimos de Minho comenzaron a caer. Pero pronto, sintió como una mano se posaba sobre la suya. Jeongin intentaba tranquilizarlo con aquel toque.

Ambos chicos habían conversado la noche anterior.

Los padres de Minho no se encontraban en casa cuando en su puerta se escucharon unos fuertes toques.

Al abrirla, se encontró con Jeongin pidiéndole pasar.

A pesar de que discutían y peleaban por quien debería quedarse con Seungmin, su amistad seguía ahí.

Llevaban casi toda su vida conociéndose, y si llegaban a discutir o pelear, siempre encontraban la manera de perdonarse.

Y esta vez, no era la excepción.

— No sé que hacer. — soltó Jeongin desanimado.

— Yo tampoco.

Ambos suspiraron.