03.

1.4K 123 104
                                    

"Motoya .. ayúdanos"

"¿En qué?"

Suna, Sakusa y Komori estaban jugando en la sala, tenían que aprovechar su tiempo libre ya que las clases volverían y la verdad es que les daba paja volver.

"Suna y yo queremos obtener la aprobación de los padres de los gemelos pero es algo difícil, ayúdanos" - dijo Sakusa con ojos suplicantes.

Komori no sabía cómo reaccionar, ¿Era esto de verdad?, Miro a Suna que estaba medio dormido, eso explicaba porque no había hablado.

"¿Que obtengo a cambio?"

"No seas hijo de-" - Komori se impacto y contrataco.

"Insultas a tu tía y le digo a tu mamá"

Sakusa se calló, se levantó del sofá y subió las escaleras sin decir ninguna sola palabra.

"Bue, re dolido"

Volvió a mirar a Suna y vio que este estaba re tieso, no sabía si levantarlo o simplemente irse a dormir.

"Suna, levántate gil"

"Suna"

"Suna"

"Rin"

"Rintarou"

¿Tenía el sueño profundo?

"SUNA!"

Se rindió, se levantó y fue en dirección a las escaleras pero antes de siquiera pisar el primer escalón miro a Suna y sintió pena, estaba todo torcido en el sofá.

Soltó un profundo suspiro.

Irresponsable.

Sin más subió las escaleras en dirección al cuarto de huéspedes.

Eran alrededor de las 4:00 am cuando Suna recién se había despertado, bostezó y fue a la cocina en busca de su celular. Quería planear una salida con Osamu, pasar el rato, hace mucho que no tenían una salida "cita" sólo ellos dos y a decir verdad si extrañaba la sensación de calidez cuándo ambos estaban juntos.

Claro que disfrutaba pasar el rato con Atsumu y Sakusa, los cuatro pero también le gustaría salir con Osamu.

Solo ellos dos.

Cogió el celular y le envío un mensaje a Osamu preguntando si salían, era obvio que no respondería, era temprano aún.

A quién madruga Dios ayuda.

Que haría ahora, ¿Cuestionar su existencia?, No.

¿Dormir?, Sí.

Cogió el celular y subió, entró y literalmente se lanzó a la cama, se volteó y comenzó a pensar .. aún recuerda cuando se conoció con Osamu. Es uno de los muchos recuerdos que tiene con él pero cada que lo recuerda no puede evitar sonreír.

Recuerda cuando ingreso a la escuela y tenía 14, y lo vió, sabía que era igual a Atsumu pero algo en Osamu lo cautivó, quizás sean sus ojos grises o la cálida sonrisa que él tenía en ese momento.

Desde ese momento el gris se volvió su color favorito.

Cuando por primera vez Osamu le habló, seguía agradecido ya que de lo contrario hubiera seguido todo tieso en el salón.

- Hola Suna, Soy Osamu -

- Hola Osamu, soy Suna -

No puede evitar avergonzarse cada que recuerda eso, le había dicho su nombre cuando Osamu ya lo sabía.

𝑷𝒓𝒊𝒎𝒆𝒓𝒐 𝒍𝒐𝒔 𝒑𝒂𝒅𝒓𝒆𝒔! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora