II

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Me sorprendió no sentir la grumosidad en mi boca o el terrible dolor de cabeza que me atacaba cada que despertaba de una gran siesta gracias a los sedantes. Esta vez no sentía nada, me sentía mejor le que me había sentido en mi vida. Cuando abrí los ojos espere encontrarme el techo blanco con manchas de humedad de mi habitación, pero en cambio me tope con un techo sucio de piedra, parecía un puente o algo así.

Lo segundo que note fue un horrible ardor en mi garganta que no me permitía respirar con tranquilidad, estire las manos a mi cuello y lo apreté fuertemente. El ardor precia intensificarse con cada segundo qué pasaba.

-Bienvenida-se escuchó una voz detrás de mi. Cubrí mis orejas al sentir el sonido demasiado estridente- Mírame.

Me gire y me sorprendí al notar que mi vista por alguna razón había mejorado, podía notar cada mota de polvo en el suelo y pequeñas manchas de algo rojo en las paredes.

-Asia, ¿cierto?-pregunto de nuevo es voz. Enfoque mi mirada en la persona y sentí mi cerebro comenzar a trabajar más rápido.

Asentí lentamente.

-¿Quien eres?-pregunte sin despegar mi mirada de él. El chico me miró con seriedad.

-Soy Riley-hablo con voz seca.

-No te conozco-dije retrocediendo unos pasos con miedo- me quiero ir.

-No puedes-me miró fijamente con sus profundos ojos rojos- No sobrevivirás sin nosotros.

-He sobrevivido la mayoría de mi vida sola-lo rete con la mirada- creo que puedo arreglármelas.

Me di la vuelta para correr hacia donde veía la luz, pero algo hizo que me detuviera de golpe. Un aroma dulce y exquisito inundó mi nariz, era un aroma tan delicioso que hizo que mi garganta comenzara arder como fuego. Comencé a temblar por las ansias de acercarme hacia el aroma.

-Se lo que sientes-la voz de Riley sonó vacía, sin importancia. Mi mente se enfocaba en él delicioso aroma que cada vez hacía que mi garganta ardiera más- hay algo que te espera allá.

Me gire hacia Riley y lo mire con insistencia, el levantó el dedo y apunto hacia una esquina lejos de nosotros. Mi garganta ardió más cuando mis ojos enfocaron algo en el suelo, intente correr hacia el, pero Riley me retuvo fuertemente por los hombros. Comencé a intentar librarme de sus brazos para poder llegar a esa cosa que hacía que mi cuerpo se alterara tanto.

Lo deseaba como jamás había deseado nada.

-¿Lo quieres?-me pregunto con una sonrisa maliciosa en el rostro. Me removí con más fuerza como respuesta. Riley me soltó de los hombros y en un abrir y cerrar de ojos ya estaba inclinada sobre el bulto. Mi cuerpo actuó por instinto, mi boca se abrió con fuerza y después clave los dientes en esa cosa.

Una placer indescriptible me invadió cuando un líquido espeso me inundó la boca, el sabor no se comparaba con nada que hubiera probado antes, era como probar el mismo cielo. No me separé del cuerpo hasta que no salió ni una gota más de él, retrocedí rápidamente y choqué con el frío y duro cuerpo de Riley.

-No sobrevivirás sin nosotros-murmuro cerca de mi oreja- Trata de que no te maten.

Antes de que pudiera darme la vuelta, Riley ya había desparecido. Inspeccione el bulto donde había clavado los dientes y sentí un peso en mi espalda al ver cabello humano. No quise ver más y corrí hacia donde escuche ruido.

Un grupo de alrededor de catorce o quince personas estaban en un callejón lleno de basura. Solté un pequeño grito cuando vi a dos chicos comenzar una pelea, los dos tenía una fuerza sobrenatural y cada que sus cuerpos chocaban, se escuchaba como si dos grandes rocas se estrellaran.

-¿Eres la nueva?-pregunto una persona detrás de mi. Me gire completamente tensa y contemple a un chico de cabello oscuro darme una sonrisa. Su piel era igual de pálida que la de Riley y sus ojos eran de un rojo más brillante.

-No se de que soy nueva, pero creo que si-lo mire con suspicacia- ¿que hago aquí?

-Estás en un callejón de Seattle-respondió el chico sin titubear- Riley te trajo hace unos días y al igual que todos aquí, despertaste al tercer día.

Me sentido se agudizó cuando escuche como si un jarrón de porcelana se rompiera. Volví a girar hacia los que se estaban peleando y retrocedí sorprendida al ver como la mitad de la cabeza de uno se había roto como un plato porcelana y había caído al suelo sin vida.

-Uno menos-dijo el chico a mi lado- Más vale que te cuides de los que ya llevan más tiempo transformados, siempre intentan atacar a los recién nacidos.

-¿Porque...?-murmure pero las palabras no salieron de mi boca. El chico me miró por unos segundos y después su rostro se transformó en una mueca, como si hubiera caído en cuenta de algo.

-Riley no te dijo nada, ¿cierto?

-Solo dijo que no sobreviviría sola-lo mire- ¿que me pasó? No recuerdo nada.

-Estamos en un clan de vampiros-soltó sin más. Sentí una gran opresión en el pecho- y ahora tú eres la miembro más reciente.

Las cosas comenzaron a conectar lentamente en mi cabeza. Mi sentidos desarrollados, mi velocidad... mi sed hacia el cuerpo. De pronto sentí una peso en la mente que hizo que me desconectara de todo lo que sucedía a mi alrededor; mi cerebro comenzó a procesar rápidamente todo lo que había sucedió y por fin comprendí.

Riley era el chico que me había ofrecido la hamburguesa en el callejón, me había engañado y me convirtió en esta cosa.

Una rabia me inundó completamente y desde ese momento supe que haría lo que fuera para vengarme por lo que me había hecho Riley.

Había salido de un infierno para entrar a otro.

The Fire ━━Jasper HaleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora