•E S P E R A N Z A• [Clementine y tu]

10. A L T E R N A T I V A

El lugar era frío y lúgubre, donde sólo escuchaba los extraños gruñidos de los caminantes y el fuerte llanto de Madison. Luego de volver a cubrir su brazo con las vendas sus fuerzas no daban para más, su cuerpo rogaba dejarse caer aunque el suelo estuviese lleno de musgo.

Pensó que ya era hora, podría corroborar la teoría de James — veremos si en unas horas sigo... aquí... — sus ojos ya cansados por fin se cerraron.

Antes de perder por completo el conocimiento recordó perfectamente cuando Clementine le enseñó a conducir en Presscott.

Aunque ella lo hiciera bien era una pésima maestra o tal vez Madison era una muy mala conductora por que chocaron de frente con la ferretería obligándolas a escapar para que no las regañaran.

Aunque Elenor y Clementine no se llevaban muy bien, la mayor decidió ocultar lo ocurrido a Tripp gracias a que Madison logró convencerla.

Horas después Madison decidió ayudar a volver a levantar la ferretería, la culpa podía con ella. Por otro lado se comenzaron a escuchar gritos y fuertes golpes en las latas que rodeaban Presscott, alertando a todos.

Apenas Tripp y Madison se acercaron a las puertas vieron como el cuerpo de Clementine caía gracias a un disparo cerca del pecho. Esto hizo que un subidón de adrenalina chocará con la pequeña haciéndola volver a la realidad.

— ¿Lo que apesta... soy yo? — bueno, no era algo fácil de saber, pero era poco probable.

Aquel recuerdo no fue lo realmente equivalente al tiempo que pasó en realidad. Desde que Madison se descompensó en el sótano hasta este momento, habían pasado aproximadamente nueve días.

Sus manos no se veían peor a como estaban antes, aun parecía tener el control de sus movimientos y conciencia de sus acciones algo que por lo contrario asustó a Madison. No tenía sentido, ya tendría que haberse convertido, ya tendría que ser uno de ellos, que tal si ya lo era  y realmente su conciencia creó esto para resguardarse.

Nada estaba claro, salir de ahí era su prioridad, al menos quería perecer en Ericson junto a todos los chicos.

Fuera de la casucha estaba desolado, apenas uno o dos caminantes se podían oír bastante lejos, la mordida en su hombro comenzó dar fuertes punzadas obligándola a causar presión cerca de su hombro.

— por la... bien, río arriba estaba la zona de pesca, solo debo encontrar... un río — sus pasos eran completamente torpes, más de una vez se debía sostenerse de los árboles para evitar caer.

"Si sigues por ahí te comerán los osos"  la voz de Aasim desorientó por completo a Madison. Viendo por todos lados sin obviamente encontrar a nadie.

— ¿Qué mierda? ya estoy enloqueciendo — levantó su mano viendo como esta temblaba.

"mantén el fuego bajo, hará que los sabores se concentren mejor" ¿ahora Omar?