Se lanzó al peligro sin pensar que podría morir en la guerra... y solo para salvar a aquellos que se convirtieron en sus padres.
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Si me pidieras una corta explicación con sentido no sabría decirte con palabras claras lo que pasa conmigo, o mejor dicho, lo que pasó con todo. Pero si es cierto que tengo una grabadora justo frente a mí y que también me están obligando a hablar para que quede en el aparato toda la información.
Sin embargo que se mencione que acepté la orden de ellos a puro gusto mío, talvez para solamente hacer algo en el poco tiempo que me queda o para dejar algo como evidencia de lo que algún día y lugar llegó a ser y estar mi existencia. Dejar tan claro como se puede que algún día yo llegue a pisar estas tierras.
Aunque tras cada pensamiento y recuerdo que me pasa por la mente siento que no soy nadie. Con cada palabra y entonación de estas las cuales quedan grabadas siento que esta vida nunca me perteneció, o estuvo dependiendo en mis propias manos, desaparece con para respiración de lo que es y queda de mi cuerpo, me estoy esfumando, desapareciendo. Muriendo por el saber de lo que pasará con mi vida...
Contaré la historia del pequeño ser humano, que hizo todo lo posible para estar en dónde está, y todo por ese tipo de amor con el que todos nacen...
Me corrijo, me olvidé que existo.
Por ese amor con el que CASI todos nacen.
Siempre para entender todo se tiene que empezar desde el principio, ese que contiene mi parte favorita y una de las más felices.
En el lugar en donde estaba y pertenecía en ese entonces era donde tenían a niños de todas las edades, parecido a un orfanato. Un sitio en donde se disciplina a todos ellos, para que difícilmente talvez algún día tengan el derecho y el gran honor de ser entrenados...
Gracias a un ataque de un pueblo lejano el cual tenía pensado gobernar más tierras u obtener nuestras riquezas llegamos a estar él y yo en el mismo lugar.
Desafortunadamente, el enemigo quería más jóvenes para su ejército guerrero y por eso llegaron asta ese sitio en donde era conocido por tener niños de 17 y 18 años capaces de comenzar a aprender a manejar armas blancas.
Toda su destrucción llegó asta tal punto de que mataron a todos los niños que se encontraban cerca y lejos de la entrada. Pero en el lugar en donde yo me encontraba estaba está el fondo de todo, justo donde me tocaba hacer una tarea a mí y a otros tres niños de mi misma edad.
Dos de los niños gritaron aterrados al ver que una de las paredes en donde estábamos encerrados se derrumbó y la puerta siendo destrozada junto a ella, dejando a la vista el hombre responsable de eso. Uno de los que estaba más cerca de aquel sujeto recibió un golpe horriblemente en la cabeza haciendo que su cráneo sonará de la peor manera, y su cuerpo se desplomó en el suelo, yo sabía que con eso ya él estaba inerte y sin ningún tipo de esperanza.
Y con solo esa señal uno de los niños se escondió en la esquina queriéndose sentir seguro, yo también debería haber imitado a ese chico y no quedarme espantado y paralizado. Cuando el sujeto alzo una arma blanca en su mano sabía que tenía pensado matarme a mí y a los demás, los últimos que quedábamos. Ver cómo el arma quedaba a centímetros de mi pecho hizo que sintiera un escalofrío por toda mi espalda, y mi sangre se congelará peor de lo que ya estaba... mi pecho quería explotar del miedo. Yo era un debilucho desde que terminé en ese intento de orfanato, y para ser sinceros lo sigo y seguiré siendo. Cuando mis piernas flaquearon por tanto miedo caí en el piso por no poder soportar ni mi propio peso en ese momento, el sujeto que aun así seguía presenciando lo inútil y patético de mi comportamiento me agarró del cabello con demasiada fuerza y dolorosamente para mí también me levanto haciendo que gritara, allí fue cuando el chico que no se había escondido o huido, pidió que me soltará en vos alta al sujeto.
