The dark lights

Capítulo Cuatro: ¿Qué quieres de mi?

Era raro que la luz se vaya justo cuando había desconectado el celular, así que se me ocurrió algo, pudo haber sido algo en el panel de electricidad que está detrás de la casa. Fui y no había nada, así que volví a buscar mi celular para llamar a "Luziar", la empresa de la energía.

-Luziar, buenas tardes, ¿Qué necesita?- Dijo la operadora.

-Hola, soy Yelena Levy del barrio Tepachisu, ¿Cuándo volverá la luz?- Pregunté.

-Te informo que en Tepachisu hay energía, a lo mejor es un problema en tu panel de energía, ¿Has revisado?- Preguntaron.

-Si, he revisado y no hay nada de malo- Respondí.

-Mañana a las 08:30 irá uno de nuestros trabajadores a verificar que sea un problema del panel, ¿Podría decirnos su dirección?- Preguntaron.

-Si es: Tiranuser N°8529- Respondí.

-Bueno mañana estaremos ahí, adiós- Dijo.

-¡Ok! Muchas gracias- Dije

A los pocos segundos de haber cortado la llamada, se escuchó un golpe en la puerta principal.

Rápidamente fui a ver que pasó, por un momento pensé que mi tía había llegado dos días antes a casa, pero era raro porque sino ella me hubiese avisado, a menos que vuelva de sorpresa.

Cuando llegué, la puerta estaba cerrada, no la podía abrir, ni con la llave, estaba atascada, así que tenía que entrar por la puerta trasera.

Entré y cerré la puerta, fui hasta la puerta de entrada, agarré la llave, la intenté abrir desde el lado de adentro y pude. La cerradura funcionaba bien de ambos lados, pensé que, anteriormente, habia usado una llave que no era y por eso no pude abrirla.

Dejé la puerta abierta, fui a abrir las ventanas para que entre la luz y terminar de limpiar. Solo me faltaba limpiar mi cuarto, agarre el balde con agua y unos trapos.

Mi habitación era un completo desastre, el piso estaba muy sucio, había mucha ropa en la cama y el ropero estaba todo desordenado.

Empecé por la cama, saqué toda la ropa, separé lo sucio de lo limpio, amontoné la ropa limpia para que cuando ordene el ropero, pueda guardarla allí. Por último tendí la cama y le cambié las sábanas.

Después segui con el ropero, acomodé las camperas en las perchas, ordené los cajones donde guardaba las remeras y coloqué las remeras que ordené antes. Quedaba lo mas fácil, limpiar el piso, pero primero debia llevar la ropa sucia al lavadero.

Agarré la ropa sucia, salí de mi habitación y me dirigí al lavadero, dejé la ropa en el cesto para que cuando vuelva la luz pueda ponerla en la lavadora.

Volví a mi habitación, tomé el balde más el trapo y me puse a limpiar, ya estaba cansada y tenía sueño. Cuando terminé llevé las cosas a la lavandería, dejé el balde en el piso y me agaché a agarrar los trapos y no estaban, me paré para ver si los habia dejado sobre la silla y nada, no los encontraba.

Fuí hasta la habitación para ver si los había dejado ahi, y sí, estaba en el piso de mi cuarto, seguro era porque estaba cansada y tenia demasiado sueño en esas horas, pensé.

Los agarré y cuando quise salir de la habitación, no podía abrir la puerta de ninguna manera, estaba trabada. Hasta que en un momento la puerta se pudo abrir.

Cuando la abrí ví una figura negra, de pelo corto, muy alta y con una venda roja en sus ojos. Cerré la puerta muy fuerte y volví para atrás, agarré el celular y llamé a la policia.

-Hola, 911, ¿Cuál es su emergencia?- Preguntaron.

La llamada se cortó repentinamente, intenté llamar pero no atendían, no sabía que hacer, así que llamé a mi tía, pero me daba el buzón de voz.

-Hola tía, estoy muy asustada, siento que hay alguien en casa, es alguien alto que tiene una venda roja en sus ojos, tengo mucho miedo, encima no hay luz, es solo acá en casa- Dije.

Ahora sin saber que hacer, estaba totalmente muerta, pero decidí hacer algo que no me convencía tanto, salir en busca de esa cosa.

La hora habia pasado muy rápido, había regresado del funeral de Duncan a las 16:30 y ya eran las 20:10, estaba todo muy oscuro ya que era de noche y tampoco había luz.

Tomé la linterna que había quedado en mi habitación la vez pasada y decidí salir.