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El pequeño Shoto se sentía confundido, recientemente había tenido ese altercado con su madre referente a la cicatriz en rostro. Juraba estar huyendo de su padre cuando de repente despertó en esa camilla, rodeado de un señor pelinegro y dos adolescentes que parecían no llevarse bien.
Le dolía la cabeza y quería estar solo o con Fuyumi.
El omega de cabellos verdes se acercó a él, sonriendo le dulce, lo miró cuando el rico aroma a dulce de limón invadió su olfato.
—Hola pequeño Shoto, —el omega levanto su mano y por instinto cerró los ojitos, creyendo que le pegaría. Más no fue así, recibió una dulce caricia en sus cabellos. —Shoto-kun...—podia escuchar una pizca de pena en la voz ajena. —no te voy hacer daño, cachorro. Me llamo Izuku, sot- bueno, era tu compañero de clase.
El niño sorbe su nariz al sentir esa aura de seguridad que rodea al omega.
—Icy-hot, —el chico que parece más agresivo se acerca, por instinto se abraza más al pelinegro. —no te golpeare bastardit-¡Deku! —puede ver como el omega le pellizca el brazo al rubio. —soy Katsuki Bakugo, el mejor alumno de tu clase y de la preparatoria.
Se separa un poco y deja que el cenizo le revuelva el cabello. El aroma del alfa es impotente, más es dulce, como a caramelo quemado.
—Ya que saben las circunstancias en la que se encuentra el joven Todoroki, deberían regresar a los dormitorios.—Aizawa habla, dejando nuevamente al niño en la camilla. —Llevaré a Todoroki con su padre.
—¡No! —automáticamente la voz del niño sale asustado.
Los tres mayores lo ven con sorpresa.
—Todoroki, debes volver con tu padre.—habla el más grande de todos.
Shoto activa sus quirks sin querer, prendiendo fuego a un lado de la cama y congelando el otro lado.
–¡N-no quiero regresar con él! ¡P-por favor no lo hagan! ¡Prometo portarme bien y hacer lo que ustedes digan, pero no me dejen con él otra vez! —el niño empieza una rabieta, llorando a mares. Aizawa detiene su quirk pero no sus lágrimas. —¡Le hizo algo malo a mamá, por favor no me dejen con él!
Repite nuevamente, Izuku no piensa y corre a tener en sus brazos al pequeño niño destrozado. La infancia de Todoroki sí que fue dura.
—esta bien, esta bien,—Izuku suelta un poco de feromonas suaves. —No iras con él, yo te cuidare.
—Midoriya. —Aizawa reta con la mirada a su alumno. —Debe regresar con su padre, es su hijo y debe estar con él.
Las feromonas de Izuku se vuelven de disgusto.
—No creo que sea lo mejor Aizawa-sensei, —opina para que su maestro cambie de opinión. —piénselo, Endeavor-san está muy ocupado ahora. No podrá cuidarlo.
