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—¿en serio se harán cargo de Todoroki?
—Sip.
—¿saben lo que implica cuidar a un bebé?
—Sip.
—¿Sabias que los bebés pueden llorar toda una noche entera?
—Kaminari deja de leerles esas notas de bebés que miras en Internet.
—Perdón.
—Deku-kun,—una mirada preocupada le calentó la nuca.—¿estas pensando con claridad?
—Sip.
—Sabes que si algo le pasa, el señor Todoroki se enojara.
—Si.
—¿y si la liga de villanos decide atacar? Verán a uno de nuestros mejores compañeros más fuertes siendo bebé y querrán secuestrarlo y amenazarnos y hacer que les demos un montón de dinero y así tener en condiciones horrible al niño todoroki haciendo que su padre se enoje con ustedes y nos termine matando a todos antes que a los de la liga de villanos y-
—¡Mineta estoy tratando de dormir a mi bebé, cállate! —con eso Izuku lanzó un suave smash con uno de sus dedos mandando a volar un poco lejos al de cabello de bolas. —Perdón y gracias.
El omega sonrió de manera amable y siguió arrullando al bebé en sus brazos mientras le daba el biberon. El bebé sonreía divertido mordiendo con sus ensias el chupete del biberon, Izuku brotaba un olor tan dulce y con ese toque de leche materna.
—se lo que hago al cuidar de Shoto...—su mirada reflejo ternura una última vez antes de voltear a ver a sus compañeros, la mayoría reunidos en la sala de estar.—se que todavía soy muy joven, pero es mi amigo y solo trato de ayudar, solo será hasta que encontremos al criminal y nos ayude.—acomodo al bebé sobró su hombro para sacarle el aire a golpesitos—Solo hasta ese entonces Kacchan y yo estaremos a cargo de este niño.
Uraraka quería decirle algo, pero la mirada amenazante de Izuku le hizo brincar en su lugar y alejar la mano del hombro del peli verde, Tsuyu la sujeto de la mano y le sonrio.
—Uraraka-chan, Midoriya esta en su trance de omega materno, es mejor no decirle nada por el momento o lo tomará muy mal, kero.
La chica castaña suspiro y apretó la mano de Tsuyu.
—Estoy preocupada por esta situación, solo es eso.
Ambas chicas vieron con algo de pena al peli verde y al bebé.
—Listo, tengo las mamilas y la pañalera, —un Katsuki estresado apareció desde la puerta principal. — la bruja me dio esta carreola que por cierto fue mía pero la bruja la guarda con tanto cariño, tks.
