✨Dones y ¿Bebe?✨

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Estaba en la cocina ayudando a Julieta a hacer el desayuno mientras ella me platicaba algunas cosas, y mi falta de palabras no era un impedimento.

-Entonces ¿un jaguar te protegió? Eso es muy loco, no me imagino lo que debiste de haber pasado- Dijo la mujer.

Yo asentí feliz.

Y es que, aunque haya apenas llegado ayer, me fue fácil estar en este lugar.

Es tranquilo, todos son amables, nadie me ha hecho mala cara.

Todo lo que nunca hubiera podido sentir sin haberme ido de mi antiguo pueblo.

Terminamos de hacer el desayuno y comenze a servir los platos.

Los deje todos en la mesa y me acerque de nuevo a Julieta "¿Si vendrán a desayunar?" Pregunte mentalmente.

-Oh, ahora vienen, no te preocupes- Me respondió a mi pregunta mental. Yo le di una sonrisa.

Al cabo de más o menos cinco minutos llegaron: Pepa, Felix, Agustín y Alma.

Esta última me miro y sonrio, para luego acercarse.

-¿Como te sientes? ¿Estas mejor?- Yo asentí. Ella sonrio.

Se fue a la mesa llevándome de la mano, me sento a su derecha en la mesa.

Después de sentarme, llego Bruno, el tercer hijo de Alma.

El me miro, pero sin pronunciar nada, se sento.

En la silla de enfrente.

Yo lo mire. El me miro.

Y agachamos nuestras miradas casi al mismo tiempo.

Comenzamos a comer.

-_____, ¿No quisieras quedarte aquí en Encanto?- Pregunto la mujer.

Yo la mire con los ojos abiertos.

-Mamá...- Hablo Pepa -¿Estas segura? Acaba de llegar- Pregunto angustiada.
-Estoy segura hija, se que ella será de mucha ayuda para el pueblo- Sonrio, miro a su hija y luego a mi. Yo le devolvi la sonrisa.

(...)

Estaba acompañando a Julieta hacia la plaza del pueblo.

Después del desayuno mi garganta ya se sentía mucho mejor, por lo que ya puedo hablar mejor.

En menos de diez minutos acabo de ver a mucha gente con sarapes.

Pero estos solo son de uno o dos colores. Es algo raro. Pero me gusta.

Llegamos y le ayude a Julieta a poner su puesto de... ¿arepas? Creo que así se llaman... están muy ricas de todos modos. No me quejo.

Hasta que llego una mujer con un niño, al parecer se había caído, y por la forma en la que estaba su pie, se lo disloco... creo.

-Tranquilo. Ahora ten, come- Le decía Julieta al niño.

Este comía mientras lloraba por el dolor.

Su madre estaba preocupada.

Al igual que el hombre brillante a su lado.

Me le quede viendo un momento.

-¿Me puedes ver señorita?- Pregunto el brillante. Yo solo me tense.

En eso, vi como el pie del niño volvía a su estado original.

Me sorprendí, y tal parece que Julieta y el hombre brillante lo notaron.

-Gracias Julieta- Dijo el hombre con una mirada de amor y cariño hacia la mujer y el niño.
-Es mi don- Hablo Julieta -Puedo curar a las personas de cualquier herida o enfermedad con mis arepas- Dijo tranquila.
-¿Tu... tu tam... también tienes uno?- Le cuestiono.

Ave De Mal Augurio| Bruno Madrigal × Fem! Lectora [Hiatus Indefinido]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora