Una guerra se forma entre el pueblo de los dragones del Sur y un grupo de terroristas que se encargan de casarlos. Los reyes desesperados piden refuerzos a el Reino de dragones del norte, dejando a su hijo Katsuki Bakugou a cargo.
Mientras caminábamos por las calles Katsuki y yo teníamos una conversación de lo más normal
____: ¡¡¡SOLO DIGO QUE NO TE MATARÍA SER UN POCO MÁS AMABLE!!!
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Bakugou: ¡¡¡IDIOTA YO SOY LA PERSONA MÁS AMABLE DEL MUNDO!!!
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____: ¡¡¡NI TU ABUELA SE TRAGA TREMENDA MENTIRA!!!
Sip, todo bien. Mientras arreglamos nuestras diferencias como personas adultas pude ver la vestimenta de varias mujeres, siendo sincera se veían tan elegantes, refinadas y delicadas básicamente todo lo opuesto a mí. No sé porque pero empecé a comparar mi vestimenta con el de la de ellas, algunas de ellas llevaban vestidos largos que llegaban hasta los tobillos o más abajo y unos zapatos que tenían un palo como plataforma y blusas muy lindas. Comensé a dudar si esto era buena idea, no creo que tenga el físico como para verme así
Bakugou: Tierra llamando a idiota sin cerebro
Dijo moviendo su mano en mi cara, la aparté.
____: Deja de llamarme así
Dije de mala gana, me vió neutral. El volteo a dónde había visto y se giró hacía mí
Bakugou: Quieres un vestido así?
Preguntó, para ser honesta el vestido era muy hermoso pero yo nunca usé uno y comenzó una guerra en mi cerebro una parte de mi decía "Es realmente hermoso" pero el otro decía "A quien quiero engañar, nunca podré verme como ellas", pero no pude pensar más. Katsuki me tomó del brazo y me guío a algún tipo de tienda.
Ni bien entramos pude ver muchos vestidos, blusas, sacos, faldas y otras cosas que nunca había visto en mi vida. Todo era muy bonito, adentro se encontraban muchas mujeres y hombres, algunos haciendo retoques a la ropa u otros probandoselos, me sentía un poco agobiada.
Bakugou: Cual era el vestido que querías?
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