Hot Rock (Dentro de Mi II)

1- Provocación (con Rick Savage)

Norah se miraba en el espejo mientras terminaba de acomodarse su bijouterie, Sav en tanto terminaba de abotonarse los puños de su camisa y se tiraba de la solapa de su chaqueta. Ella lo vio por el reflejo.

—Vas muy elegante esta noche —le dijo y se acercó para darle un beso corto en los labios.

—Tú igual —echó una vista rápida a su reloj— es hora de irnos —ella asintió y lo tomó del brazo que él le ofreció.

Ambos disfrazados y riendo divertidos sin una razón, llegaron por el ascensor al garage del edificio. Tras subir al auto en un breve viaje hasta el gran salón, al llegar a la fiesta, antes de hacer su entrada la pareja fue anunciada como si de una verdadera fiesta de la alcurnia del medio evo se tratara.
Entre lo que bailaban, bebían, degustaban algo que les ofrecían los camareros, disfrutaron de la fiesta con otros amigos. Uno de ellos, sin que Norah se diera cuenta le puso algo en la mano de Sav de manera discreta y le dijo de que se trataba.

En otra canción, fueron juntos a la pista. Él le mostró una llave y su mirada sugerente hizo que Norah lo viera de manera interrogante pero sensual.

—Podríamos usar una de las habitaciones —con su otra mano, la llevaba contra su cuerpo y fue bajándola para sujetarle el trasero con fuerza.

Norah dio un respingo que la hizo apegarse a Sav. Lo miró y asintió para luego besarlo.Él la tomó por una de sus manos y casi a trote, llegaron al cuarto que les fue asignado. Dentro del mismo, tras encender las luces y cerrar las puertas, Sav la tomó a Norah por detrás y con sus manos apretó sus pechos. Ella soltó un jadeo ahogado al ser tomada por sorpresa mientras admiraba lo amplia que era la habitación.

—¿Será genial hacerlo aquí, no? —dijo en su oído susurrándole con la voz tranquila mientras le rezaba la oreja derecha con sus labios. Ella asintió acompañado un quejido.

El cuerpo de la mujer estaba débil bajo el agarre de Sav mientras sentía a penas su perfume varonil. Él le dio la vuelta y tras un beso profundo en su boca, bajó hacia sus pechos que a penas sobresalían por el ajustado corset.

—Déjame ayudarte con eso.

—Si —musitó en un hilo de voz.

Al darse la vuelta él quitó ojal por ojal la cinta del ceñido corset y en cuanto estuvo lo suficientemente flojo, volvieron a estar frente a frente y sus bocas se encontraron intensamente. Sav le corría despacio la prenda tras romper el beso, fundiendo sus miradas y bajó a succionarle sus duros pezones. Ella sujetó su cabeza despacio acariciándole su suave cabello mientras mantenían sus ojos cerrados disfrutando del calor de su boca. Al erguirse, la sujetó por sus brazos y la llevó hacia la cama donde la hizo recostarse, aunque en realidad no con delicadeza, prácticamente la empujó haciendo caer y ella sabía lo que eso significaba, él no sería nada tierno.

Sav llegó hasta la boca de Norah y le lamió los labios antes de que sus lenguas se encontraran en un jugueteo caliente. Le subió la falda del vestido y sintió más tela. Protestó en su cabeza por ello.

—Creo que primero tendrás que quitármelo —le dijo refiriéndose al pequeño pantalón que le daba cierta forma a la tela que la cubría de la cintura para abajo.

—Eso no será problema —él sonrió y tomándolo sin cuidado alguno por la tela sobrante a sus costados, lo deslizó hasta donde pudo para luego ir a las rodillas de ella.

Norah estaba deseosa de sus besos recorriéndola entera mientras sentía sus manos fuertes tomándola por sus pantorrillas y masajearlas sin aflojar el asidero. Cuando los labios de Sav la tocaron en la cara interna de sus muslos, ella creía que se correría en ese mismo momento. Sav con sus dientes le rozó la carne justo sobre la tela de su braga y ella se aferró al edredón hundiendo su trasero en el colchón. Él la sujetó con fuerza de sus muslos, con sus labios sujetaba su prenda y alguno de sus pliegues para tirar despacio de ambos. Norah gritaba ahogadamente, sabía que cuando él la sostenía de esa manera no debía moverse. Fue cuando sintió la caliente lengua de él pasar a duras penas por su entrada hasta muy cerca de su clítoris que comenzó a mojarse y cada intento de él por alcanzarle su hinchado punto de placer, Norah lo necesitaba con urgencia en su interior.