Sinceramente, Juan Pablo - Morat

cuarta carta; simón

para Simón:

Ya estoy en condiciones de confesar algo, tantos años de amistad me lo permiten. Cuando Martin me iba a presentar contigo, moría de los nervios. Eras Simón, eras lo que la mayoría del tiempo hablaba Martin. Su ejemplo a seguir, y según él, la persona más inteligente y amable que conocía en el mundo

Martin no mentía, ni lo decía porque fueras su hermano. Sino porque de verdad tenía razón, y me alegra poder confirmarlo. Podías ser un duro y frío metalero por fuera, pero por dentro eras un sol con piernas, y lo sigues siendo, espero que lo conserves siempre.

Las cosas pasaron muy rápido entre nosotros, nos hicimos demasiado amigos de inmediato, incluso peleé con Martin porque pensó que lo iba a reemplazar contigo. Los Vargas peleando por mi amor ¿Quien lo diría?

Me despertaste curiosidad del primer momento en que tu hermano me habló de ti. Un fanático de los libros, que sabía pequeñas cosas de absolutamente todo, y que averiguaba curiosidades de todos lados al que fuera. O incluso averiguabas para informar a los demás, como cuando me fui de viaje a Panamá y me diste miles de ideas de lugares para visitar

Si, ese viaje a Panamá, cuando volví con un banjo y un tatuaje a escondidas de papá

Porque esa era la noticia del mes ¿Verdad?

"Alessia enloqueció y volvió con un banjo y un tatuaje"

Nunca voy a olvidar cuando lo tomaron prestado, aprovechando que estaba colgado en la pared de mi habitación sin hacer nada. Porque pues, en Bogotá no había profesores de banjo, incluso dudo si siquiera hay banjos aquí. Deben estar los de Juan Pablo y unos dos más, por culpa de algún desquiciado como yo que se lo compró en un viaje

Y la razón del por qué ni puedo olvidarlo, es que...nunca me lo devolvieron. Pero tranquilos, me siento importante sabiendo que el primer banjo de Morat (robado, vale la aclaración) fue mío

Algo que tampoco voy a dejar de recordar, eran nuestras charlas a la noche. Sobre todo, la vez que me pediste consejos para acercarte a Martín. No eran muy parecidos, eran hermanos, pero no amigos. Te preocupabas por él pero no sabías como acercarte, y mi consejo fue el que siempre me diste a mi

"Se tu misma"

Tan solo les faltaba conectarse para darse cuenta que tenían millones de cosas en común, hasta las más tontas y pequeñas son las que luego los iban a tener horas hablando sin parar. Y que Martin entrara a la banda, definitivamente ayudó a su relación

Siempre me guardo mis propios pensamientos, mis ideas, mis locuras. Las angustias me las trago y a los secretos los dejo encerrados con candado en mi mente. Solo las podía expresar mediante la pintura. Quizás por timidez, o por inseguridad; o quizás por el simple hecho de que cuando le contaba las cosas a mi padre, el solo me miraba impaciente, esperando a que terminase y pueda seguir con sus asuntos

Tenía miedo de explotar algún día, pero hiciste que toda esa absurda situación en la que me encontraba se sintiera un poco más mágica. Me explicaste que una teoría dice que todos estamos hechos de polvo de estrellas. Que si lo vemos por ese lado, técnicamente somos estrellas esperando a algún día explotar. Cuando lo hagamos, con mucha suerte, todo lo que nos componía se expandirá por la galaxia, creando nuevas cosas a su alrededor

Todo habrá valido la pena cuando observemos el cielo y nos demos cuenta lo que hicimos nosotros mismos, con todo lo que teníamos dentro

Espero estar a tu lado cuando explotes, y ver todo lo que puedes crear con las maravillas que tienes dentro de tu cabeza. Como aquel libro del que tanto soñabas hacer, que orgullo tenerlo en mis manos. Me voy a encargar personalmente de que en Francia conozcan al mejor escritor de Colombia y galaxias cercanas.

Prometo tratar de dejar el cielo bien brillante, para el chico de lentes que siempre me hizo sentir capaz de todo lo que me proponía

Gracias Simón, por hacerme ver las cosas con más colores de como lo hacía antes, y siempre enseñarme a ser yo misma.

Sinceramente, Alessia