-Felicitaciones, amigos. Nos vemos mañana- me despido de mis compañeros una vez terminada la muestra
Me vuelvo a abrigar y veo a Juan Pablo esperándome, sonríe cuando me ve salir y camino hacia él. Levanto un poco la vista en el trayecto, comenzó a nevar de nuevo
-Ya estoy lista- dije y asintió, ofreciéndome su brazo para caminar
-Asi que...¿A dónde vamos?- preguntó y yo reí
-La verdad es que no tengo muchas ganas de ir a casa ahora- confieso
-Está bien, podemos ir a una plaza que queda frente mi hotel, está hermosa- recomendó
-Me parece bien- sonrío- ¿Los chicos también vinieron?
-No, llegan mañana. Querían llegar a tiempo para tu muestra pero no pudieron- contestó
-Están a mi lado de todas formas- dije- ¿Y tú por qué viniste antes?
-En realidad eso fue todo un plan de ellos para mandarme aquí solo, y encontrarme contigo. Yo iba a llegar ayer- reí fuerte y me miró con diversión
-¿Tenían un plan?
-Si, desde el momento que leyeron sus cartas- sonreí y miré mis pies- Los hiciste pedazos, pequitas
-No era mi intención- me excusé- Solo dije la verdad, no mentí en ninguna carta
-¿En ninguna?
-No- negué- Así que si me vas a preguntar si sigo enamorada de ti, la respuesta es si
-A veces me olvido que eres un poco bruja- lo empujé un poco y éste rió- ¿Has leído mi carta?
-¿La verdad? No- Juan Pablo hizo una mueca de ofensa- Pasó todo muy rápido, me dieron la carta, vi que eras tú el que la firmabas, me dijeron que alguien me buscaba y de repente te vi
-¿Y luego?- preguntó con una leve sonrisa
-No sabia como reaccionar- confesé entre risas- Me sigue pareciendo un poco irreal, para ser sincera
-¿Más irreal de lo que ya parece?- cuestionó con asombro- Porque todo esto me parece increíble
-¿Increíble?- repito risueña
-¡Increíble! Venimos a grabar un video con los perros, en París. En París, Alessia- enfatizó con emoción y sonreí con ternura- Acabo de salir de una galería hermosa, viéndote cumplir tu sueño, está nevando y estoy caminando contigo como si fuesen las seis de la tarde
-¿Que hora es?- pregunté
-Una de la mañana- contestó y abrí mis ojos de par en par
-Villa, tendría que ir a dormir, debe estar cansado por el vuelo y mañana llegan los chicos- digo
-¿Es que no lo entiende?- niega sonriente- Estoy contigo en París, Less. Me importa un carajo estar cansado- ríe y yo...
Yo dudo de estar viva, porque me cuesta hasta respirar. Para mejorar mi poca estabilidad emocional, me resbalo con el húmedo piso y Juan Pablo me agarra de la mano antes de que me caiga. Me permito reír alto, sin importar que las pocas personas que se encontraban en la calle nos miraran extrañados. Y ahí es cuando él se suma, y el sonido de nuestras risas combinadas, hace que todo mi ser se llene de nostalgia
Carajo, lo extrañaba demasiado
Suelta mi cintura, no así como mi mano. Y de nuevo me siento en aquella noche en el autobús, cuando volvió a salvarme de caer, y no la soltó hasta que entré a mi casa. No digo nada, solo disfruto el tacto de su mano junto a mía. La que casualmente se encuentra tibia a pesar del crudo frío que azota la ciudad
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Sinceramente, Juan Pablo - Morat
Short Story"Así que aquí van estas cinco cartas, sin la intención de hacerlos llorar más de lo que yo hice escribiendolas, pero si con la intención de agradecer cada pequeña cosa que hicieron por mi"