para: Villamil
Me enseñaste lo que era el amor
¿Duro comienzo, eh?
Nunca jamás me había enamorado de alguien, me habían gustado muchos chicos si. ¿Pero enamorarme? Eso era otro asunto aparte. Crecí con padres separados, se peleaban desde que tengo memoria, no tenia ninguna referencia de lo que era el amor en el sentido romántico de la palabra. Las películas de Disney no decían tantas verdades como pensaba a los cinco años, no existía ningún príncipe azul
En ninguna película aclaraban que los efectos secundarios eran que se te aceleraba el corazón solo con ver a una persona, que te ponía feliz el solo escuchar su nombre, o que no podías dormir porque ésta rondaba en tu mente. Esa sensación de querer gritar de amor, de querer arrancarse la piel por lo irreal que parecían esos sentimientos. Ahora comprendo que eso es enamorarse para mí, y tengo estas mismas sensaciones desde el primer día que te vi
Fui la amiga de marto, luego Alessia, luego pequitas, tu novia...y ahora tu ex. Pero la mejor ex del mundo, o eso espero
Y la verdad es que aunque te sigo amando, te odio un poco...porque ni siquiera tengo una razón logica para hacerlo. Porque ni siquiera me hiciste algo malo, porque terminamos nuestra relación tan bien, porque sigues teniendome enamorada.
Pero me iré y sabré que cuando vuelvas a Colombia ya no tendremos otra oportunidad para nosotros. Volveremos a estar lejos, y lo mejor para cada uno era pensar en nosotros mismos sin estar anclados al otro, como nos habíamos dicho aquel día de enero antes de irte a España
¿Pero como te explico que no puedo desatarme de ti? Ni aunque quisiera, ni aunque trate mil veces más, no podré nunca
Aunque todo haya terminado, siempre me quedé con lo mejor. Carajo, te podría escribir miles de libros si te cuento todas las veces que me hiciste feliz con pequeñas tonterías, o siquiera sonreír
Una vez tomaste de mi mano en el autobús, casi me caigo ante una frenada brutal por parte del conductor. Pero nunca la volviste a soltar, en toda la noche
Cuando me llamaste emocionado en la madrugada, porque querías compartir conmigo la primera canción que habías aprendido en el banjo
La primera vez que te vi, se me aflojaron las piernas teniendote enfrente. Cuando te escuché cantar en ese ensayo, me sentí en otro planeta
La vez que me hiciste una torta de coco para mi cumpleaños, que aunque haya quedado un poco quemada, estaba hecha con cariño y dedicación
La tarde que me enseñaste ukelele, apoye mi espalda en tu pecho mientras guiabas mis manos por el instrumento, y me sentía la persona con más paz del mundo
El día que te quedaste conmigo toda la noche viéndome pintar, estabas impresionado de cada cosa que plasmaba sobre el lienzo. Yo estaba impresionada de que te hayas quedado conmigo sin aburrirte. Confiaste en mi desde el día uno, gracias por estar siempre a mi lado
Un día te pregunté que era el amor, dudaste en la respuesta, y eso nos había hecho reír. Me respondiste que, una vez habías leído, que el amor era la fuerza que nos impulsaba a hacer el bien. Y que por sobre todas las cosas, siempre querías el bien para mi. Tal vez esa fue una de las razones por las cuales terminamos
Hace poco entendí que sentía amor de muchas formas, pero siempre llegaban a la misma intención que me habías dicho
Pintar me hacía sentir la fuerza de hacer el bien, de hacerme bien a mi misma. Gracias por ayudarme a entender eso. Por permitirme amar cada parte de tu ser, pero también en ayudar a amarme a mi
Te amo de mil modos, con locura, y tanto que hasta me duele. Nunca podré escribir una carta que pueda describir lo agradecida que estoy contigo. Y como lo que siento por vos es más grande que el mismísimo cielo, deseo que sigas siendo el mismo soñador y risueño Juan Pablo. Que alcances cada estrella que te propongas conseguir, mándame una a París, que te voy a extrañar
Gracias, Villa. Por enseñarme a amar, con paciencia y con dolor, pero siempre haciéndonos bien al otro. Siempre con fuerza, siempre desde el alma
Sinceramente, Alessia
ESTÁS LEYENDO
Sinceramente, Juan Pablo - Morat
Historia Corta"Así que aquí van estas cinco cartas, sin la intención de hacerlos llorar más de lo que yo hice escribiendolas, pero si con la intención de agradecer cada pequeña cosa que hicieron por mi"