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Llegué a la casa de la abuela
pero ella no estaba allí
en su lugar estaba el lobo esperándome
con babas en la boca
sabía que me comería una vez más
cuando mamá vino a recogerme
le dije que el cuento era real
que yo era Caperucita
ella se rió y dijo:
no digas tonterías

PROSA SÚBITADonde viven las historias. Descúbrelo ahora