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— Yo soy.

[ . . . ]

Pasado.

— Antonio ¿Quien es tu amiga? —Pregunto un joven de ruana amarilla agachandose junto a nosotros con una sonrisa— ¿Como te llamas sumercé? —

— Yo soy, yo, yo, yo —Hable al principio con seguridad para luego quedarme varada en "Yo, yo, yo"—

— ¿Yo, yo? —Exclamo confundido el chico de ruana— ¿Te llamas Yoyo?—

El niño solo me miró confundido para empezar hablar.

— Camilo, mamá te está buscando —Hablo el niño rápidamente llamando la atención de su hermano—

— ¿Que mamá que? —Pregunto nervioso levantándose rápidamente— Bueno, debo irme, fue un gusto conocerte Yoyo ¡Me voy! —

El de ruana solo corrió rápidamente escondiéndose, había mucha gente así que lo perdí fácilmente.
El niño solo se levantó del suelo mirandome con una sonrisa.

— No te gusta tu nombre ¿Verdad? —Pregunto el niño con una sonrisa—

Yo solo me levanté con un rostro confundido que con solo verlo decía un "¿Que?" El niño al notarlo volvió hablar.

— Es que como no dijiste tú nombre, pensé que no te gustaba tu nombre —

— ¿Ah? Si, eso, no me gusta mi nombre la verdad, creo que aquel chino pensó que no le quise decir mi nombre —

— ¿Camilo? Tranquila, de seguro el piensa que realmente te llamas "Yoyo" mi prima Isa me dijo que el se cayó de chiquito, tal vez sea por eso que se toma las cosas tan literalmente —Hablo inocentemente mientras sonreía— Puedes decirme Toño, así me dicen mis amigos —

— ¿Tienes muchos amigos? —

— Bueno ¿Cuentan mis hermanos y primas? —

— Digamos que no —

— Bueno, entonces solo tengo —El niño solo empezó a contar con los dedos hasta volver hablar— ¡Tengo dos! Contándote a ti claro ¿Eres mi amiga? ¿Verdad? —

— ¿Eh? Claro, soy tu amiga Toño y haré todo lo posible para que seas feliz —

A lo lejos solo había una chica observando aquella situación fijamente sin retirar su mirada de su hermano pequeño y aquella desconocida que decía ser su amiga para que el sea feliz para siempre.

— ¿Dolores? Dolores —Una voz masculina interrumpió a la chica observadora y al ver de dónde provenía aquella voz— ¿Acaso no me escuchaste? —El hombre solo tenía una mirada preocupada—

— No, solo que estaba concentrada oyendo otra cosa y no presté atención, perdón papá—

— No te preocupes, necesitaba saber dónde está tu mamita ¿La has oído? —

La chica solo se quedó callada un rato para volver hablar.

— Ella está hablando con mi tía Julieta, así que está en la plaza, mi tía hace sus entregas en el pueblo a esta hora, mhn —

El hombre solo asintió sonriendo mientras se despedía de su hija, la cual solo dirigió su mirada nuevamente a su hermano y a "Yoyo"

Algo que se podía notar en aquel momento es que la joven Dolores no confiaba en lo más mínimo en aquella chica sin nombre que apareció de la nada sin que ella pudiera escucharla, tal vez esa joven aparecida sea el mayor problema para Dolores o así lo ve aquella chica de ojos grandes.

Décadas De Soledad | Camilo Madrigal y TuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora