LÍNEA ERÓTICA || YEONBIN

EPÍLOGO

En tres años las cosas habían cambiado. Tal vez no todo, pero sí muchas.

En primer lugar, llevaba trabajando un poco más de dos años en un colegio muy agradable con alumnos encantadores. La mayoría de niños y niñas eran fáciles de tratar y enseñar, menos por algunos que me sacaban de quicio, pero no importaba, al menos estaba trabajando de lo que más me gustaba.

También ahora no vivía con mis padres en esa enorme mansión a la que nunca sentí como un buen hogar. En estos momentos me encontraba viviendo en un apartamento espacioso y mucho más acogedor.

Mis padres igualmente decidieron copiar mi idea, vendieron la mansión por muchos millones y también se encontraban viviendo en un apartamento bastante más humilde para lo que estaban acostumbrados.

A lo largo de estos años había entablado nuevas amistades. Además de mis mejores amigos de siempre; Beomgyu y Taehyun. Y los amigos que hice gracias a cierta persona; Kai, Jay y Sunoo. Había hecho nuevas amistades con varias personas muy agradables, por lo que había conseguido romper esa barrera y dejé de ser tan asocial. Aunque igualmente seguía saliendo poco, pero no tanto como en los otros años. Creo que eso era algo que nunca iba a poder cambiar del todo.

También tenía nuevas mascotas, una perrita y una gatita. Ambas eran como mejores amigas, se pasaban los días juntas jugando y durmiendo, eran inseparables.

Varias cosas más cambiaron en mi vida, pero algo que no había cambiado era mi actual pareja.

Yeonjun desde que me dedicó esas palabras tan serias, sinceras y llenas de amor en mi habitación, fue cuando se dio paso a nuestra relación. Una relación seria que cada día intentábamos conseguir que fuese más y más duradera. Porque sí, él y yo queríamos ser como esos matrimonios que duran hasta la muerte y teníamos como meta que eso se lograse.

Se escuchó la voz de mi novio al entrar en el apartamento e inevitablemente sonreí.

Él llegaba un poco más tarde de trabajar que yo. Que por cierto, continuaba trabajando en la empresa de mi padre. Porque tanto él como mi madre estaban encantados con Yeonjun, se llevaban de maravilla. Entre los cuatro éramos muy unidos y teníamos demasiada confianza.

Mi novio llegó hasta donde yo estaba y plantó un beso en mis labios y una nalgada en mi glúteo, ya lo había tomado como costumbre, luego me regalo esa preciosa sonrisa que lograba enamorarme más.

-¿Qué tal ha ido tu día, precioso?.- preguntó. -Muy bien, ¿y el tuyo?.- rodeé su cuello con mis brazos.

-Mejor ahora que te estoy viendo.

Sí, Yeonjun siempre iba a ser un cursi enamorado, pero yo no podía estar más contento con eso.

Amaba todo de él, incluso las cosas más molestas. Me tenía completamente encantado y hechizado. Y sabía que cada año podían ocurrir nuevas cosas y cambiar otras, pero yo estaba contento con los cambios que había tenido hasta ahora, y la verdad es que deseaba que mi vida siempre fuese así.

Continuar junto a mis padres, mis amigos, mis mascotas, mis alumnos y sobre todo mi novio y futuro esposo.

FIN