Todo estaba demasiado silencioso y muy frío, Frank estaba tendido en el suelo se su habitación, la cual lucía como siempre, todo estaba donde correspondia, incluso su guitarra, allí apoyada en la pared, el tatuado se puso de pie, se miró al espejo y notó que las heridas de su rostro habían desaparecido, al igual que las manchas de su ropa, al mirar por la ventana no se veía nada más que un interminable fondo de color blanco, no habían casas, ni personas, absolutamente nada, era un vacío total. El castaño salió de su habitación y se dirigió hasta su sala de estar, allí en uno de los sillones notó que estaba un hombre como de unos 40 años, con apariencia de detective privado, vestía un traje de color negro, su camisa era blanca y su abrigo de un color café oscuro, llevaba un sombrero a juego con el traje, este fumaba un cigarrillo mirando fijamente la televisión que hacía un molesto ruido blanco.
- ¿Quien eres tu? - preguntó el chico extrañado
- No puedo decirtelo, pero yo sé quien eres tu, eres Francis Iero, el asesino de la preparatoria Clayton y del piso 33 - comentó el hombre
- ¿Como mierda sabes eso?
- Lo sé todo, llevo una cuidadosa lista desde tiempos inmemorables - explicó
- ¿Estoy soñando verdad?¿despertare y todo será igual de horrible que siempre no es asi? - preguntó muy confundido Frank
- Claro que no, chico estas muerto - dijo en un tono que para Frank se sintió como un balde de agua fría
- ¿Qué? yo no puedo estar muerto, no es posible, no recuerdo nada - dijo preocupado agarrando su cabeza
- Frank, quizás deba mostrate, así recordarás - suspiró el hombre poniendose de pie e invitandolo a seguirlo
El castaño lo siguió, ambos llegaron hasta el departamento de Jamia, el lugar se veia igual que su departamento, vacío y muy silencioso
- Cierra los ojos - susurró el hombre
Frank al cerrar los ojos y luego abrirlos vio como los detectives tomaban fotografias de la escena del crimen, habían muchos policías allí, su cuerpo estaba tendido en el suelo, cubierto de sangre, tenía un enorme agujero en la cabeza y sus ojos estaban abiertos, sus labios lucian de un tono purpura y su piel muy palida, Frank al ver esto comenzó a desesperarse y cerró los ojos nuevamente presionandolos con fuerza, al abrirlos nuevamente apareció en ese extraño lugar junto al misterioso hombre
- ¿Ahora me crees? - preguntó el hombre
- Si, oh mierda, ¿por qué me suicidé? - dijo angustiado el chico
- Para huir de tus responsabilidades, eres un cobarde chico, mataste a muchas personas y con tal de querer huir de prisión, te quitaste la vida - explicó
- ¿Donde estan los demás? - preguntó Frank
- Ellos estan en una dimensión aparte de ti, ellos no mataron a nadie, en cambio tu si
- Pero mi novia, ella también fue parte de todo - comentó nervioso
- No es cierto, ella no mató a nadie, se arrepintió de esto y nunca disparó el arma que le pasaste, ella te hizo creer que había asesinado, pero eso no era verdad - afirmó el hombre
- ¡Maldita mentirosa! ¡La odio! - exclamó furioso el tatuado
- Ella te mintió, pero tu la asesinaste, dime ¿Que es peor?
Frank al escuchar esto se dio cuenta de que estaba atrapado, nunca iba a salir de ese lugar, iba a estar solo por el resto de la eternidad y no sabía como terminar con esto
- Ahora estaras condenado a este lugar por el resto de la eternidad, a medida que pase el tiempo todo se irá deteriorando y tu también, fisicamente siempre tendrás 17 años, serás joven por siempre, pero tu mente comenzará a oscurecerse más y más, pasarás de ser un espiritu común a ser un demonio - comenzó a explicar el hombre apoyado en una de las paredes