El sonido del reloj cada vez se hacía más insoportable, faltaban solo 5 minutos para terminar el primer día de detención, pero Frank sentía como si faltaran años, aparte de él habían 2 chicos más allí, el profesor solo se limitaba a leer detenidamente un libro, sin prestar atención a sus alumnos, el castaño no aguantó más, tomó su mochila y se dirigió hasta la puerta
- ¿A donde va señor Iero? . preguntó el profesor sin despegar la vista del libro
- Quiero irme de aquí, he estado 3 horas en este lugar y tengo hambre - se quejó Frank
- Faltan solo 2 minutos, le recomiendo sentarse para no quedarse unos minutos más
Frank de mala gana tomó asiento, apretando los bordes de la mesa con impaciencia, su vista estaba fija en el reloj, cuando se cumplió la hora, el castaño rápidamente se puso de pie y se fue de allí, antes de que el profesor diera el aviso de irse. El castaño caminó hasta su hogar mientras fumaba un cigarrillo, debía pasar por unas oscuras calles, en donde la gran parte de las casas estaban abandonadas, había basura por doquier y mucha delincuencia, todo iba bien hasta que de la nada de topó con algo escalofriante, junto a unos basureros había el cadáver de una chica, la cual estaba desnuda y le faltaba uno de sus ojos, Frank notó que el ojo faltante estaba a unos metros de él, el chico miró hacia ambos lados y recogió dicho ojo, guardándolo en frasco que llevaba en su mochila, lamentó no haber llevado su video cámara para grabar a la chica, tenía muchos videos de cosas espeluznantes en VHS, a veces miraba esos videos por las noches, pero esto era algo que ni sus amigos y su novia sabían, se fue rápidamente de allí, no quería que lo involucraran con la muerte de la chica. Al llegar al edificio donde vivía entró tratando de pasar desapercibido, sentía como si el resto supiera lo que llevaba en su mochila, odiaba esa maldita paranoia, subió al ascensor marcó el piso 33 en el tablero, en su mente rogaba que nadie más subiera, ya que odiaba lo entrometidos que solían ser sus vecinos, para su buena suerte nadie más subió, al llegar a su piso, caminó rápidamente hasta su departamento, introdujo la llave en la cerradura y entró, sus padres estaban mirando televisión
- ¿Dónde andabas? - preguntó su padre en un tono serio
- Vengo de la escuela como niño bueno que soy - respondió con sarcasmo
- Ya basta de tus insolencias muchacho, si sigues así te enviaremos a la escuela militar - exclamó el hombre molesto
- ¿Que? oye papá esa es nueva, me has amenazado con muchas cosas pero esta es nueva y bastante original - rio el castaño
El hombre no aguantó más, se puso de pie y le dio un puñetazo en la boca al chico, sacándole sangre de esta, la madre lanzó un grito al ver esto, el padre solo se quedó mirándolo y Frank se fue a su habitación, cerró la puerta con seguro y se miró en el espejo, la sangre corría por su mentón, no pudo evitar tocarla, manchándose la mano con sangre, tomó su video cámara y se enfocó, sentía que la sangre en su rostro se veía bien, a pesar de que le dolía la boca aún, le divertía verse sangrando, posteriormente dejó de grabar, y sacó el frasco de su mochila, mirándolo fijamente, necesitaba cubrirlo de agua con sal, pero lo haría cuando sus padres se fueran a dormir.