Recuerdos I

976 63 6
                                    

Katsuki Bakugou se encontraba con sus cuatro hijos pasando el tiempo mientras veían caricaturas. Sus hijos mayores se encontraban viendo la pantalla aburridos ya que ello no les llamaba mucho la atención, mientras que los menores ni siquiera prestaban atención a la pantalla ya que se encontraban peleando por los juguetes que estaban regados en el suelo.

Katsuki veía la pantalla con atención, era una caricatura de su infancia que recuerda con mucho cariño, ya que en su niñez recordaba verla con su amigo de la infancia y actual pareja.

Izuku Midoriya era el omega al que tiempo atrás (hace bastantes años) había marcado y con el cual se había casado, habían tenido un par de accidentes en los cuales Izuku había quedado embarazado... cuatro veces, sin embargo, todos sus hijos fueron deseados y criados con buenas comodidades. Debido al número accidental de cachorros, la pareja tenía algunos problemas económicos, por lo cual, no podían costearse ciertas cosas, pero aceptaban su situación de manera positiva.

—Papá, Haru regresa mañana a la escuela, ¿No podemos ver lo que él quiera?— preguntó Hikaru. Haruki, el más grande de todos los cachorros, tenía 16 años y va a una escuela fuera de la ciudad. Izuku y Katsuki habían decidido eso ya que el cachorro necesitaba un poco de disciplina, ambos buscaron y lo metieron a una de las escuelas que fuera buena y que podían costearse. Claro que sus hermanos extrañaban al mayor constantemente.

—Esto es educativo. Es enalteximiento del espíritu humano, muestra que podemos encontrar una forma de seguir aunque seamos derrotados— comento Katsuki dramático, pues no quería cambiar el canal. —Vamos All Might, tu puedes.— murmuro lo último para evitar que sus hijos escucharan sus alabanzas por la caricatura de su infancia.

Izuku entró a la habitación después de aquello, viendo a su familia amontonada en la sala, observando caricaturas. Puso el mejor semblante neutro en su cara y trató de ocultar su olor de preocupación antes de llamar a su esposo, tenían un pequeño problema del que quería hablar.

—Kacchan, ¿vienes a la habitación?

El nombrado, sin levantar su mirada del programa, le contestó un poco distraído sin notar a su pareja preocupada.

—Sí, sí. Un segundo, es que...

—Katsuki.— Interrumpió.

Katsuki notó a su pareja sería y decidió seguirlo para evitar un regaño. Se levantó del sofá y emprendió camino hacía donde se encontraba el omega. Al entrar a la habitación se encontró con Izuku viendo de manera neutral hacia el espejo.

—Está bien, ¿Quién hizo qué cosa?

—Tú, mi celo se retrasó dos semanas.

Katsuki esperaba que su pareja le comentará alguna travesura que habían hecho sus cachorros, no un sermón hacía su persona. La pequeña noticia le había caído como un balde de agua fría, ya que para nada habían planeado otro cachorro, aunque cuando lo pensaba bien, no habían planeado a ninguno de los cuatro.

—¿Qué?, no... No.— Negó esperando que fuera una broma pesada.

—Sí.

—No, no puedes, no puedes.— Repitió, intentando negarse la noticia. Seguido de eso reprochó. —Hemos sido cuidadosos.

—¿Cómo dejaste que pasara?— le reclamó a Izuku.

Este mismo se indigno ante la tonta pregunta y la repitió hacía su pareja esperando que no haya dicho la pregunta en serio. —¿Qué 'cómo dejé que ESO pasara'?, es un chiste, ¿cierto?

—Solo digo que tú eres el omega.

—¿Qué yo soy el omega?— Izuku se indigno más. —¿Y eso que se supone que significa?

—Ya sabes que no soy confiable en esas cosas— contestó Katsuki, Izuku seguía indignado, —Tú eres el responsable.

Perdiendo un poco los estribos, ambos comenzaron a levantar el tono de voz, ya a nada de empezar a gritar. —Eso es lo más tonto que has dicho en tu vida.

—He dicho cosas peores— se defendió Katsuki, si es que eso era defenderse.

*

Fuera de la habitación se encontraba Daiki, el menor de los cachorros. El escuchaba como sus padres empezaban a discutir cosas que el no entendía mucho. Haru lo siguió, confundido, ya que el le había pedido un favor a su hermano.

—¿Cuánto te toma traerme una soda, Daiki?

—Mamá y papá están peleando.— Dijo, ignorando la pregunta de su hermano mayor.

—¿En serio?— preguntó el mayor en un tono despreocupado, como si ya estuviera acostumbrado a eso, pero al ver que su hermano menor seguía mortificado le dijo —No temas pequeño, todo estará bien, créeme. ¿Sabes que te distraera de eso? Prepararme un sandwich.

El menor no se tranquilizó con las palabras de su hermano, en cambio, siguió atentó a sus padres, que ya hablaban un poco más calmados.

Dentro de la habitación, la pareja seguía discutiendo sobre el posible cachorro en el vientre de Izuku.

—Lo siento, es que esto es alarmante.— Se disculpó el alfa.

—Es alarmante para los dos.— Afirmó el omega.

—No puedes estar embarazado.— Dijo Katsuki preocupado, esperando que toda la situación fuera una broma pesada. —No estamos listos para esto.— Se recostó.

Izuku se recostó a su lado, igual de preocupado que su pareja. No creían poder mantener a otro cachorro. —¿Y cuando hemos estado listos para esto?

~•~

Con aquella pregunta planteada, ambos comenzaron a recordar cuando tuvieron a su primer hijo, Haruki. Estaban ambos a punto de unirse en matrimonio cuando las contracciones y malestares comenzaron en el omega. Se supone que la cesárea había sido programada, pero el pequeño cachorro había decidido nacer días antes.

Izuku vestía un traje blanco, cubriendo su vientre y viéndose maravilloso. Claro que ahora estaba arrugado e Izuku estaba en el piso pidiéndole a su cachorro que esperara a que terminaran de casarse él y su padre.

Katsuki vestía de traje negro, ceñido al cuerpo resaltando los músculos que también eran cubiertos por el mismo traje. Él se encontraba preocupado por el estado de su omega y quería ir al hospital ya.

Izuku con todo el dolor que había sentido en su vida, pidió que la boda continuara.

—Mi amor, deberíamos llevarte al hospital— comentó Katsuki. Sin embargo Izuku lo miró determinado y negó.

—No, no daré a luz a nuestro bebé fuera del matrimonio— le reprochó a Katsuki.

—No entiendo porque de pronto estas tan obsesionado con esto, Deku.— Respondió —Hace una semana el certificado de matrimonio era solo un papel.

Aún con los cambios de humor y el bebé queriendo nacer, Izuku puso los ojos en blanco seguido de una expresión enojada hacia su prometido y lo tomó de los hombros, omega intimidando a alfa.

—Cambié de opinión.

—Sí, y me hiciste el alfa más feliz del mundo.— Contestó Katsuki aún con los nervios de punta.

El matrimonio siguió su curso y al terminar inmediatamente fueron al hospital sin perder tiempo. Haruki nació bien y sano, sin más complicaciones. La pequeña familia llegó a su nuevo apartamento, alfa y omega felices de que todo saliera bien.
Katsuki, un poco distraído, terminando de acomodar algunas pequeñas cosas del lugar, dejó al cachorro dentro de un armario de manera descuidada, claro, él no se dio cuenta y fue a acurrucarse con su omega, no muy lejos de su cachorro.

Recuerdos [KatsuDeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora