Recuerdos II

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—Kacchan, tenemos un bebé.— Dijo Izuku emocionado por el integrante más pequeño de la familia.

—Sí— Dijo Kacchan, cayendo en cuenta de que no recordaba dónde había dejado al bebé. Preocupado, se alejó de su omega disimuladamente para empezar a buscarlo por todos lados. Esperaba que Izuku no se diera cuanta de su descuido. Frágil e indefenso cachorro.

Izuku distraído, empezó a conversar con su pareja. —Es precioso. Tenemos mucha suerte, ¿No, Kacchan?

—Sí, suerte.— Contestó distraído y aún buscando a su pequeño cachorro.

—¿Crees qué seremos buenos padres, Kacchan?

—Sí, los mejores.— Contestaba aún preocupado y aún buscando.

—¿Crees qué cambiará nuestra relación?

—¿Nuestra qué?... No...

—Porque ahora nos llevamos muy bien y... todo el mundo dice que un bebé lo cambia todo.— Aún distraído de la situación, Izuku palpó su pecho un poco adolorido. —Creo que le daré de comer.

Katsuki preocupado ya que aún no recordaba al bebé en el armario trató de distraer a Izuku. —¿Por qué?, tenemos que cuidar su peso...

—Kacchan, la enfermera dijo que cada cuatro horas.— comentó recordando.

—Sí, bueno... viste a la enfermera...— Dijo mientras hacía señas con sus manos en referencia a los kilos demás de la que los atendió con anterioridad.

Izuku volteó, advirtiendo la ausencia de su cachorro y la preocupación de Kacchan.

—Kacchan... ¿Dónde está el bebé?— Dijo con un tono que advertía que si no tenía pronto a su cachorro habría problemas.

—No sé cómo decirlo exactamente pero creo que el bebé está...— un llanto proveniente del armario interrumpió la frase del alfa, aliviándose por escuchar a su cachorro. —... En el armario.— seguidamente fue corriendo al lugar mencionado y al abrir las puertas del armario se encontró con su bebé, sano y salvo.

—¡Sí! ¡Aquí está! Hahahaha

Izuku, un poco enojado por el descuido de Kacchan le reclamó. —¿Metiste al bebé en el armario?

—¿Y qué? Tú dejaste la leche sobre la repisa.

Izuku con su aroma maternal y protector, arrulló a Haru y lo alejó de su padre un momento. —Jamás te dejaré solo hijo.

~•~

Haru tocó la puerta de la habitación de sus padres sin importar que en esta se oliera la tensión entre ellos.

—Mamá, ¿está bien si tomo la...

—¡Vete de aquí!

Izuku y Katsuki aún seguían en la habitación, discutiendo sobre el pequeño accidente.

—Tú tuviste la culpa, Deku, por usar los pantalones que están rotos sobre la rodilla— reprochó.

—¡Kacchan! ¡Sí tirara todo lo que te excita, estaría vestido con una servilleta y una gorra de béisbol!— exclamó de vuelta.

Katsuki al imaginar al omega vestido de tal forma, su aroma emanó una leve tentación. Izuku al entender lo que pasaba por la mente del alfa se indigno de nuevo.

—¡Kacchan! ¡Basta!

—¿Qué quieres de mi? Solo soy un humano— Dijo ya desesperado.

—Ay, por favor, cuando entras a la habitación te vuelves más bestia que un hombre— recriminó.

—Wow, entonces todo es mi culpa, ¿No es así?

—Oh genial, ¡aquí viene el aguacero!

*

Daiki ahora se encontraba en su habitación, sus padres no sabían que sus gritos se escuchaban hasta ese lugar y él aún estaba bastante preocupado. Su hermano Tadashi, se encontraba con él, Tadashi era el segundo hijo del matrimonio, y como su padre, había heredado pequeños problemas de ira e iperactividad. Justamente se encontraba golpeando todas las almohadas que habían sobre su cama.
—Almohada estúpida.

—¿Qué le ocurre a mamá y a papá?— Indagó Daiki.

—Ah, seguramente nada. Si esperas, en una hora se estarán besando— contestó igual de despreocupado que Haru. —Dan asco.

Seguido a eso, siguió golpeando almohadas e insultándolas como si su vida dependiera de eso.

~•~

Claro que Izuku recuerda como fue el embarazo en el que llevaba a Tadashi en su vientre. El cachorro era sumamente inquieto y desde que pudo hacerlo, pateaba desde adentro como si quisiera abrir su estómago. —Por favor, Tadashi, cálmate un poco.

Esa vez, Katsuki iba de salida para trabajar. —Listo, Haru está muy dormido, lavé los platos y puse la lavadora. No tuve tiempo de hacer lo demás, tal vez mañana, adiós.— Se despidió de su esposo con un pequeño beso.

—Adiós, Kacchan.— Contestó Izuku comenzando a extrañar a su pareja. —¿A qué hora vuelves?

El alfa contestó pensativo. —No sé, tal vez a las cinco, o nueve.— Izuku se sorprendió y contestó un poco iracundo.

—¿Nueve?

—'Zuku, no puedo cancelar otro compromiso para venir a comer, tengo que ponerme al corriente.— Dijo exasperado por todo el trabajo que tenía.

—Eso es ridículo, Kacchan. Trabajas turnos de 14 horas.— Izuku ya estaba triste solo de pensar que no podría tener cerca a su alfa. —Este bebé me mata a golpes desde adentro y Haru está fuera de control. Algo hay que cambiar.

—Lo sé, hablaré con mi jefe. Me voy, te amo.

Y en efecto, Katsuki habló con su jefe. Desafortunadamente al ser este una persona poco comprensiva, bajaron el puesto de Kacchan y con ello su sueldo. Esto claramente lo dejo furioso. Ese mismo día, unos puestos abajo, alguien llamó a su teléfono y al parecer llamaron para avisar que su segundo hijo iba a nacer.
Inmediatamente fue al hospital en el que estaba su omega para apoyarlo.
Tuvieron que dormir a Izuku para poder hacerle una cesárea debido a que el cachorro era tan inquieto que estaba causándole mucho dolor a su mamá.

Recuerdos [KatsuDeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora