Recuerdos V

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—¿Todos están bien?— preguntó Katsuki revisando a todos los miembros de su familia.— Esperemos a que el gas se vaya de la casa.

Su suerte no mejoró ya que justo después de la pequeña instrucción, el cielo tronó y pronto comenzó a llover. Los tres pequeños se emocionaron y exclamaron "Lluvia" para rápidamente ir a mojarse bajo las gotas y revolcarse en el lodo que se formaba gracias a la tierra y el agua. Por lo menos el humor de ellos mejoró, pero entre alfa y omega, la tensión aumento. Izuku vio fijamente a Katsuki buscando soluciones (aparte de que empezaba a sentir pequeñas contracciones y no sabia como decirle a su alfa sin que este se enojara más), pero Kacchan malentendió aquella mirada.

—Oh sí, genial, escuchémoslo. Esto tiene que ser mi culpa de alguna forma, adelante, dilo. Dilo vamos. Soy la causa de todo lo malo en el mundo y el universo. Todo lo que toco lo convierto en excremento y ahora le traigo LLUVIA— Fue gracioso porque en el momento en que dijo -lluvia- cayó un trueno.—Se que te sentirás mejor cuando lo saques de tu pecho, dilo.— Katsuki se giró expectante hacia Izuku. Pero este al ver que la actitud de Kacchan no mejoraría solo decidió soltarlo fuerte y claro:

—Voy a tener al bebé.

Katsuki se congeló al escuchar aquellas palabras. Y 'Zuku solo se sentó a esperar que algo bueno pasara.

—Bueno, grandioso... Porque las llaves del auto están dentro de la casa, entonces, puedo sofocarme adentro si voy a buscarlas o puedes tener otro bebé aquí, en el jardín. ¿Qué te parece en las rosas? a ver si así florecen.

Cuando Izuku comenzó a tener dolores más fuertes, Kacchan decidió dejar de decir estupideces, sentarse al lado de su omega y apoyarlo o solamente acompañarlo

—No podemos hacer esto.— Gritó Izuku para oírse por encima de la lluvia y de los gritos de sus hijos que seguían jugando en la lluvia. —No vamos a tener un bebé si seguimos así. ¡Tenemos que pensar en una forma de resolver esto!

—Creo que tendré que buscar otro empleo y...— comenzó Katsuki, pero fue interrumpido por el menor. —No, tenemos que pensar como resolver lo nuestro. No me refiero a ahora porque siempre tendremos dificultades. Tenemos que pensar en salir de esto sin terminar matándonos.

—Pues estoy abierto a sugerencias.— Concordó Katsuki.

—De acuerdo.— Y en ese momento el omega pensó en algo. —Vamos a hacer esto. Vas a decirme 3, no 5, no... ¡7!, quiero que me digas siete cosas que tu amas de mí. Siete razones por las que esto vale la pena. Siete razones por las que seguimos aquí.

—¿Siete?

—¡Siete!, y tengo que creerlas toda, tienes que decírmelas ahora.

—¿Siete?

—Oh por favor, Kacchan. Solo hazlo.

Izuku aun se quejaba por los dolores y Kacchan se dio cuenta de que no era un juego, pero tampoco le costo mucho pensar en aquellas siete razones, incluso podría pensar en más.

—Ok, ya, ya.— suspiró para empezar. —Yo amo tu aroma. Siempre espero envolverme en el al volver a casa.

—Muy bien, va una.

—Y amo tus pecas. Son como estrellitas en todo tu cuerpo.

Izuku se confundió un poco mientras se retorcía de dolor. —¿Qué?

—Y amo que eres una persona honesta y temeraria, y que cuando me enfermo me tratas como a un bebé.

—De acuerdo, esa última cuenta por dos, te faltan tres más.— Izuku trataba de sonreír dentro de todo el dolor, ya que su alfa podía ser bastante dulce, pero era un poco imposible justo ahora. Pero el mismo comenzó a decir sus propias razones. —Puedo decirte, que siempre he adorado esto, que tu ceño se frunce cuando estás preocupado.

—Y amo como no huiste al conocer a mamá.— dijo Katsuki, pensando en mil y un razones más.

Izuku re rio y siguió. —Amo tu lealtad y tu ternura, y que tengas que preparar la cena como todo un perfeccionista.— Kacchan no pudo aguantarse la risa.

—Y amo como no me rechazaste cuando supiste que te amaba.— Siguió el alfa.

—Amo que te casaste conmigo a pesar de que mamá te haya amenazado.— ambos rieron ante aquellos recuerdos. Kacchan prosiguió mostrando todo el amor que sentía por su omega en sus ojos y en sus palabras.

—Y te amo más que a nada en mi vida. Más que una discusión con mamá o pasar el rato junto a los idiotas, da lo mismo. O...

—Kacchan, Kacchan.— Ahora Izuku podía sonreír a pesar del dolor.

—Amo que nada de mi vida está completo hasta que lo comparto contigo.

Ambos se fundieron en un apasionado beso. Lograron ignorar el dolor, sus diferencias, a sus desastrosos hijos, la lluvia. Y por ese momento solo fueron ellos.

~•~

En el patio, la pareja se besaba apasionadamente mientras se repetían las mil y un razones. Empezando con una, dos, tres...

—Amo que los envíes a su habitación solo para estar conmigo.— Y lo volvió a besar.

—Y yo solo Te Amo.

Daiki seguía viendo a sus padres, los vio pasar de su gran pelea a apasionados besos, y supo que sus padres podrían resolver cualquier cosa.

Ya más tranquilo, se fue a reunir con sus hermanos en la sala, los cuales habían comenzado a jugar a las luchitas, claro jugar. Sin dudar, Daiki se unió a ellos.

Y mientras ellos hacían su desastre, sus padres los observaban por la ventana. Izuku comentó: —¿Sabes? No cambiaría a ninguno de ellos.

—Son nuestros hijos, nadie más puede decir eso. Nuestros niños.— Sonrió con orgullo Katsuki.

Repentinamente recordaron la prueba de embarazo y rápidamente vieron el resultado.

—Mmm... negativo.— Ambos soltaron un suspiro de alivio que se ve que necesitaban.

—Ah, tanto para nada.— se alivió el omega. —Aunque, hubiera sido lindo.

Volvieron a besarse apasionadamente, pero esta vez subieron el tono a los besos, volviendo el momento un poco más picante. Decidieron sin palabras entrar a casa e Izuku advirtió: —¡Niños! A su habitación, pronto.— mientras iba a paso rápido hacia la habitación seguido de Katsuki, que estaba ansioso por demostrarle todo su amor a Izuku.

Recuerdos [KatsuDeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora