Recuerdos III

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Al despertar y antes de qué les entregaran a su hijo, comenzó otra conversación.

-Kacchan, ¿Crees que estamos listos para un segundo hijo?, tenemos el doble de niños y la mitad de dinero. ¿Qué pasará con nosotros?

-Habrá una manera, lo resolveremos. Nos amamos. Nos ajustaremos y saldremos adelante.

Tadashi logró nacer sano, inquieto e imparable.

~•~

En la sala de la casa, ya sin los cachorros ahí, se encontraba Izuku un poco desesperado, esperando a su alfa.

Cuando esté entró por la puerta, volvieron a su pequeña discusión en voz más baja para no preocupar a sus hijos. -¿La tienes?

Katsuki sacó de manera discreta una pequeña bolsa con el logotipo de una farmacia y de la bolsa sacó una prueba de embarazo. -¿Por qué tardaste tanto?- Ambos se dirigieron al baño para confirmar si algún nuevo integrante venía en camino.

-¿Querías que fuera al lugar en donde trabajas?

-¿Fuiste al otro lado de la ciudad?

-Sí, sí quieres te doy la ruta, ¿quieres detalles?- Katsuki intentó abrir la puerta pero al parecer esta estaba cerrada debido a que el baño estaba ocupado. -¡Abran!- tocó la puerta, ya enojado con todos.

-Está ocupado- contestó Tadashi desde adentro.

Katsuki, muy desesperado por la situación sugirió (más bien ordenó) -Al patio.

Izuku, no mejor que Katsuki le respondió -¡Kacchan! ¡¿Perdiste la cabeza?!

Sin doblegarse, volvió a responder -Andando, y te dejaré escoger el arbolito.

-¡Ugh!- seguido a eso, ambos fueron al patio a quitarse las dudas.

*

Daiki, nuevamente en su habitación, solo que esta vez lo acompañaba su hermano Hikaru, el tercer hijo del matrimonio, le preguntó: -¿Mamá y papá se van a divorciar?

-¿De qué estas hablando?- preguntó de vuelta Hikaru.

-Es que están muy enfadados.

Hikaru, igual de relajado que sus otros hermanos y un poco estresado por el exceso de tareas le dijo -Todo estará bien, no te preocupes.- Hikaru no tenía ganas de lidiar con su hermano menor.

-¿Cómo lo sabes?

-Oye, también me asustaba pero... tienen una forma de resolver todo.

-¿Cómo?

Hikaru ya se estaba hartando del menor. -No lo sé, solo es así.

-¿Pero cómo?

-¿Cómo te lo explico para que me entiendas?, déjame en paz.- Y volvió a hacer la tarea que tanto lo tenía estresado.

Daiki tomó el pequeño oso de peluche que tenía a un lado y lo abrazó esperando sentirse consolado.

~•~

El nacimiento de Hikaru hubiera sido uno de los más tranquilos de no ser por sus cachorros menores. Cerca de esas fechas, tuvieron que cambiar su domicilio a uno más pequeño y barato debido a que los gastos ya no les dejaban pagar por su departamento espacioso y bonito. Un pequeño Haruki molestaba a un más pequeño Tadashi, quitándole el osito de peluche que él previamente estaba jugando. -¡Tadashi quiere al osito!, ¡Tadashi quiere al osito!- cantaba de manera burlona hacia su hermano menor.

Mientras tanto, la pareja observaba y bajaba las cajas que ocuparon para su mudanza. -Wow, esto es más pequeño que el apartamento.- dijo Izuku.

-No dejas de recordármelo, 'Zuku. Sí, es más pequeño, y barato. El apartamento no era lugar para criar niños, no había ahí nada más que museos, clubes nocturnos y... restaurantes caros.- Suspiró. -¡Al menos tendremos un jardín para jugar! Ya quiero ensuciarme las manos en este jardín.

La atención de ambos se desvió hasta Haru, quién se había caído mientras jugaba alrededor de su hermano. Rápidamente, Kacchan fue hacia él y lo ayudó a levantarse. -¡Niños!, ya basta de jugar, es hora de la lección de Tadashi, ¿Qué veremos hoy, hijo?.- Las lecciones de Tadashi por parte de su padre, se basaban en cantar pequeñas canciones acerca de temas bastante avanzados, según Katsuki, funcionaba bien, aunque el cachorro no hacía mucho caso.

Katsuki entró a la casa vacía con sus hijos, dejando a la cajas de la mudanza e Izuku solos. -Sí, ignora al embarazado de 8 meses que carga las cajas.- Dijo para sí mismo.

*

Tadashi se encontraba en el regazo de su madre mirando fijamente a su padre mientras le cantaba una de esas canciones y le mostraba tarjetitas con dibujos, a las cuales no les hacía mucho caso.

-Kacchan, ¿quieres parar?, solo se queda así sentado.- reprochó, las primeras veces le había parecido lindo, pero ahora ya estaba un poco harto.

-¡Es un pensador, Deku!, está concentrado absorbiendo información, estudios demuestran que las mentes en formación absorben información a un ritmo tremendo.

Izuku suspiró cansado por su embarazo y ahora por su esposo. -Kacchan, tiene dos años y te llama teléfono. No sé a quién quieres ayudar pero no es a Tadashi.- Y por supuesto, otra cabecita absorbía esa información.

Izuku se levanto para ir por algunas cajas de mudanza que aun estaban regadas por la pequeña casa. -Kacchan, ¿quieres volver a la realidad y ayudarme a terminar de desempacar?

-'Zuku, me parecería lindo que apoyaras lo que estoy haciendo aquí- dijo alzando la voz. Izuku ni se inmutó. -¿Sabes? creo que...- Miro a su hijo por un momento y antes de arrepentirse de algo respiro un poco y pensó. -...que debo ir a dar una vuelta antes de decidir algo que lamentaré.- Tomó las llaves del auto y se fue.

-Teléfono se fue- dijo Tadashi a su mamá.

-Oh no. Cariño, todo está bien. Mami y Papi solo tuvieron un mal rato... los últimos meses. No te preo-...- No pudo terminar su frase debido a que un pequeño dolor se instaló en su vientre. Y sabía muy bien lo que eso significaba. -Oh no.

El pequeño omega solo alcanzó a ver como su alfa se iba en el auto. -¡Kacchan!

Recuerdos [KatsuDeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora