euphoria | forever

euphoria 2: capítulo 1.

Desde aquél momento infernal, la vida de Summer no volvió a ser lo normal que era antes. Si es que se podría describir de aquella manera el estilo de vida que cargaba.

Mudarse nunca estuvo en sus planes. Pero era lo mejor para mantenerse alejada de todo lo negativo que la rodeaba y no sumaba nada en su vida.

Summer se odiaba. Odió quién fue y en la manera en que trató a muchísimas personas.

Era claro que no había muerto, que aquél suicidio no había funcionado para escapar y que tal vez, el problema no eran los demás si no ella al no tener organizada su vida.

Le angustiaba su pasado. Y decimos pasado, pero solo ha pasado un mes, pero se sentía como si fuera ayer y eso, la asustaba mucho.

—¿Qué te trae por aquí, Summer? —levantó los brazos, encerrandose para si misma —Summer, entiendes que puedes contarme todo lo que quieras, ¿no es cierto?

—Lo se. —la mujer en frente de ella sonrió amablemente —Es sólo que... —tragó en seco — No lo sé, no sé cómo me siento, yo...

—Sum, tomate tu tiempo.

Su psicóloga respiró a la misma par que ella.

—¿Estuviste pensando en lo que hablamos la otra vez? —asintió mirando su pulgar —¿Y a qué conclusión llegaste?

—No llegué a ninguna, pero, si puedo contar algunas cosas que crea necesario para poder llegar a una conclusión que sea satisfecha para ambas.

—Te escucho.

—Comencé a dibujar, ¿sabe? Expreso lo que no puedo contar con dibujos porque, algunas veces cuándo no puedo controlar las palabras que están por salir de mi boca, es mejor dibujarlas. Me ayuda muchísimo. Pero me di cuenta que, no lo estoy haciendo mucho últimamente porque es gracias a usted que me escucha... —ella sonrió apenas mientras asentía —Y creo que tengo tantas cosas acumuladas, listas para decir que no sé por dónde empezar.

—¿Quieres contarme sobre tus amigas o amigos? ¿Cómo te sientes?

—Mal. Me siento mal. —trató de no llorar —Porque me di cuenta que no son mis amigos. Nunca vinieron a visitarme, o a verme. Tal vez, es algo que yo no sepa y es algo que hicieron o están tratando de hacer, pero sin embargo, no los cuento como amigos, ¿sabes? —una lágrima cayó por su rostro —Pero si los extraño. Lo suficiente como para salir corriendo y estar con todos porque, es más que nada, la compañía que sentía en aquél momento. Ellos solos estaban allí y me hacían pasar un buen rato.

Limpió con la manga de su saco las lágrimas. Y se tomó un tiempo para hablar.

—Perl creo que los extraño sólo para pedirles perdón. Los subestimé. A todos. Los traté mal. Y es algo que no quiero. Creo que es una de las primeras cosas que haría si llego a ver a alguien.

—¿Crees que te perdonarán? —Summer negó.

—Pero es algo, y eso significa que es algo en lo que estuve trabajando. Concentradome más en mi y en mi bienestar. No quiero volver a recaer en eso, porque ahora los necesito y ninguno está aquí, ¿sabes? —las lágrimas eran incontrolables —Pude haberlo hecho mejor. Lastimé a muchísima gente que no lo merecía.

—¿Quieres hablar de ello?

—Me enamoré, y estuve decidida en aquél momento. Me había enamorado tanto que, estaba cegada. No sabía lo que hacía, y terminó perjudicando al bebé que tenía dentro. Dolió saber que, de todas maneras si tenía aquél bebé o luego, mi futuro iba a cambiar. No lo sabía. En serio no lo sabía —miró hacía la ventana —Su nombre es Fezco, y es una de las mejores personas que conocí en éste mundo. Siempre estuvo allí para mí. Creo que me amó desde el primer día en que nos vimos y no pude darme cuenta de eso, porque ahora las cosas podrían ser muy distintas pero estaba muy concentrada en lastimar a las personas y lo terminé lastimando a él. Y de la peor manera. No sabría cómo decirle lo que pasó, o darle alguna explicación, ¿sabe?

—¿Planeas visitarlo?

—No lo sé. Estuve pensando en la fiesta de año nuevo. Pero sería un ambiente muy extraño.

—¿Supo amarte?

—No sé si el me amaba, pero si me trataba diferente. Y eso yo lo tomaba como amor. Y son cosas muy sencillas, como; preparar el desayuno, una sola taza de café. Pequeñas cosas que marcan mucho, y cuándo me dí cuenta, todo se fue al carajo. No es como Nate. Jamás podría estar con Nate. Nunca. Es la persona más extraña y narcisista que conozco. Y Fez, sólo es mi Fez.

—¿Dijiste que planeabas contarle sobre tu embarazo?

—Es algo que no lo sé. Porque, se que se enojaría por no haberlo intentado. Hubiera dado tierra y cielo para poder cuidarlo, algo que no supe hacer. Fez no es el típico hombre que busca una salida fácil, jamás. Tengo planeado tener hijos, pero sólo con alguien que si lo quisiera tener a mi lado, pero me aterra.

—¿Que fue lo último que le dijiste a las personas que más amabas?

—Que lo amaba. Y era una decisión tomada. Y si, el viene un día y sigue siendo el mismo. Con los mismos tratos, me sentiría tan mal. Porque la culpa la tengo, y nunca se va a ir. No lo merezco. Y creo que es una de las cosas de la cuál me come la cabeza todos los días. Yo misma odiandome por aquello. Si yo no me puedo perdonar, ¿Entonces como voy a hacer para estar con una persona que si lo haría? La culpa queda ahí. Una vez que se instala, nunca se va y parece estar taladrandote la cabeza —sus lágrimas caían tan rápido que parecía tener un ataque, pero era algo que tenía que soltar —Si pudiera volver el tiempo atrás, ser más normal, lo haría. Pero ésto no me estaría ayudando. Nunca entenderé porque no me morí en aquél momento. Nunca.

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FELIZ AÑO, LINDOTAS. voy a estar actualizando cada fin de semana y trabajando más en éste fanfic que lo siento muy básicos así que estén atentos/as.

¿vieron los nuevos caps?¿que les pareció?

las/os leo!