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¿Prometes nunca mas contradecir a tu esposo? – Namjoon solo pegunto, su mano estaba en la manija, podía solo abrir la puerta o ponerle seguro, todo dependía de Yoongi. –

¡Jamás, jamás lo hare, te amo por favor déjame salir por favor! – Yoongi estaba prácticamente desgarrando la puerta con sus uñas, a pesar que lo único que se estaba desgastando eran sus pequeñas uñas sangrientas. – Namjoon yo te amo, déjame estar contigo, prometo no hacerte enojar, déjame salir por favor, tengo mucho miedo aquí... por favor te lo ruego. – Mientras bajaba su cabeza resignándose, mientras lamentaba sus acciones antes de ser encerrado ahí pudo ver como la puerta era abierta, dejando ver a Namjoon con la cálida sonrisa, abriendo sus brazos para recibiéndolo y acunando su frio cuerpo que no dejaba de temblar del miedo.

¿No te gusto estar ahí verdad cariño? – Namjoon acariciaba el cabello de su pequeño copo de nieve, ese que ahora estaba aferrándose a él, satisfecho solo dio una mirada a sus padres, a sus casi putrefactos padres, cerrando la puerta sin ninguna expresión en su rostro. – Vamos a darte un baño mi lindo niño...

Namjoon cargo el liviano cuerpo de Yoongi, llevándolo a su habitación, abriendo la puerta de su baño para dejarlo descansar en la tina, quitándole su ropa poco a poco, mientras contemplaba su desnudez, la forma en la que lloraba y temblaba, su vista perdida en los azulejos de la pared, mientras el agua caía sobre su pálido cuerpo.

Tu cuerpo es lindo. – Namjoon comenzó a enjabonar su cuerpo, pasando la esponja por sus brazos delgados, pasando por su pecho que no dejaba de palpitar por el miedo, pasando a su abdomen que se contrajo al sentir la esponja pasar. – Tranquilo solo estoy limpiándote.

Por favor, yo puedo hacerlo solo... -Yoongi comenzó a cubrir su miembro, no sabia en qué momento había quedado desnudo, no quería que viera su cuerpo.-

Claro que no, yo puedo hacerlo por ti cielo, tu relájate, dijiste que siempre me obedecerías. – Namjoon daba una cálida sonrisa que Yoongi podía interpretar como su nuevo miedo. - ¿No querrás volver con mis padres o sí?

No no no, yo estoy bien, está bien... -Comenzó a obligarse a relajar su cuerpo, que aun temblaba ante la atenta mirada de Namjoon.-

Tienes un bonito lunar aquí. – De un solo toque respingo aquel cuerpo, solo un toque a la mitad de su pene, ese que estaba aún un poco afeitado. – Entonces... ¿Antes de venir a mi casa te habías afeitado? Eso es lindo, tu pene es lindo, es algo rosa... como tus labios.

Namjoon comenzó a quitarse la camisa y pantalón, ordenando a Yoongi a ponerse de pie, mirando como su pequeño y delgado cuerpo temblaba, comenzando a restregarlo con el jabón, pasando por las zonas sensibles Yoongi haciéndolo tropezar de vez en cuando.

Tu cuerpo es realmente lindo, tu cintura es preciosa y la forma en la que puedo rodearte con solo un brazo me encanta... - Namjoon abrazaba y deslizaba sus manos por el cuerpo de Yoongi aprovechándose de el jabón que estaba en su cuerpo. - Dios, solo he tacado un poco tu cuerpo y ya estas duro.

Yoongi moría de vergüenza, pero a la vez estaba tan necesitado por sentir algo, algo que no fuera miedo, impotencia, enojo, molestia, quería sentir algo que lo hiciera olvidar que estaba haciendo en esa casa.

Cielo puedo ayudarte, pero tienes que hacerme una promesa, ¿Qué dices? – Namjoon comenzaba a juguetear con la zona alrededor del pene ajeno, haciendo que este tuviera algunos espasmos por los toques. – Es tan sencillo y me haría realmente feliz.

¿Qué quieres que haga? – Tenia su vista solo en las manos de Namjoon, estas grandes manos que fácilmente podrían tomar sus muslos sin problema alguno, incluso miraba como Namjoon estaba sentado en la tina, con la clara agua llegándole a la cintura, mientras el estaba de pie, frente a Namjoon que no dejaba de acariciar sus piernas.

Quiero que dejes crecer tu cabello, harás lo que te pida ¿no? – Namjoon pasaba sus manos por la cintura de Yoongi bajando lentamente mientras rasguñaba su piel pálida, llegando a su miembro donde comenzó a masturbarlo sin dejar que este le respondiera. – Si no planeas obedecerme simplemente alejare mis manos de tu pequeño cuerpo, tu decides.

¡Lo hare lo hare! – Yoongi quería dejarse caer sobre la tibia agua de la tina, pero solo con mirar abajo y ver el rostro de Namjoon divertido con la situación. –

Bien, otra cosa más, tienes que quedarte de pie mientras te ayudo con tu pequeño problema, si no volverás al congelador, solo puedes sentarte cuando yo lo diga, ¿De acuerdo? – Solo con mirar a Yoongi asentir con su cabeza fue suficiente para meter de una todo el pene de Yoongi a su boca. –

Mierda, mierda, esta sucio, no lo limpie... -Yoongi sentía sus piernas temblar y cuando quiso tirarse al agua recordó el miedo de estar dentro de ese congelador, tenia que soportar estar de pie, por más débil que fuera su cuerpo. –

Da igual, si eres tu no importa. Ahora solo déjame escucharte gemir, hablas demasiado.

Namjoon besaba y recorría con su lengua el pene ajeno, usando su mano para masturbarlo mientras se dedicaba a delinear con su lengua toda la cabeza del pene, mordiendo el interior de sus muslos, apretando y soltando palmadas en el trasero de Yoongi, quien en cada golpe soltaba un pequeño gemido de dolor combinado con uno ahogado que salía de su boca después de que Namjoon volviera a meter todo el pene en su boca.

Namjoon, ya voy a terminar, sácalo de tu boca – Yoongi intentaba quitar la cabeza de entre sus piernas, esta que se aferraba fuertemente con sus brazos, Namjoon tenia abrazadas las piernas pálidas y delgadas de Yoongi, evitando que se moviera o que incluso estuviera de pie por su cuenta. – Sácalo, lo haces muy fuerte y me duele... - Yoongi no soporto mas cuando soltó todo en boca de Namjoon quien solo lo trago, mientras se ponía de pie limpiaba su boca y comenzaba a masturbarse por encima de su boxer.

Te toca. 

Obediencia | NamgiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora