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Hanami estaba en su balcón, tenía los pies colgando mientras veía sus piernas, a veces veía la ventana de Kawaki

A la niña le dolía aceptar que era cierto lo que él pensaba de ella, miró lo poco que podía de la ciudad desde ese lugar y también que estaba apunto de llover

Shinachiku vió a su hermana triste, no podía hacer nada por animarla, alguien tan normal como él... sería una burla decirle a su hermana que para él era sensacional, se fue y se puso las mallas verdes con la que entrenaba y salió al patio

Empezó a llover y él seguía golpeando el tronco, Sakura se asomó y vió a su hijo

—¡Shinachiku entra!— ordenó desde la puerta

Hanami lo notó, su hermano pateaba el tronco con fuerza mientras contaba

—¡Shinachiku te dije que entres!— gritó haciendo que Naruto dejara de ponerle atención a Kawaki y fuera a ver —¡Uzumaki házme caso!— gritó enojada

Shinachiku cerró los ojos y trato de no escuchar mientras golpeaba el trozo de madera con fuerza

—¿Qué está haciendo?— preguntó el oji-azul al verlo

Shinachiku cambio de pierna y siguió, el se ojos grises lo vió desde la ventana, las repeticiones eran increíblemente rápidas

La oji-jade tomó una sombrilla y una toalla y salió por su hijo

Él siguió

—Deja— dijo tomándolo de un brazo —Shinachiku está lloviendo—

Hanami vió que su hermano no le hacía caso a su madre, algo que era extraño en él

Sakura paró la pierna de su hijo y él cedió, ella le puso la toalla en el cuerpo y lo cubrió con el paraguas

Naruto veía a su hijo mojado y un poco enojado

—¡Hacer eso es malo para tus músculos, Shinachiku, tu deberías saber eso!— regañó la mujer

El Uzumaki mayor le dió un vaso de agua y él lo rechazó

Estaba enojado, por eso había hecho eso —¿Porqué no vas y se lo das a Kawaki?— cuestionó y se retiró al baño

El de marcas en las mejillas se quedó pasmado, su hijo nunca había tenido esa actitud con él

Pensó que después de la disculpa de Shinachiku todo estaba perfecto, pero no

Sakura estaba estoica y vió a Naruto — Deberías de cuidar a Kawaki, él es importante— dijo y fue con su hijo

El oji-azul no supo que decir

Shinachiku tomó una ducha y se encerró en su cuarto

Hanami y Sakura solo vieron a Shinachiku trasladarse de un lugar al otro

Kawaki estaba sentado en el piso, sintiéndose en prisión, sentía que le debía una disculpa a los menores del hogar

—Hokage— llamó al hombre detrás de la puerta

—¿Sí?— preguntó rápidamente atendiendo el llamado

—Mañana quiero hablar con sus hijos— dijo secamente

Naruto sonrió —Claro, está bien—

[...]

La noche llegó, Sakura le dejo a Naruto y Kawaki la cena, y cuando el rubio se durmió ella lo tapó con una cobija. Ella durmió con Arashi que estaba extrañamente muy pensativo.

En la madrugada, la oji-azul escuchó unos jadeos y golpes en el patio y miró a su hermano practicando pero tenía calentadores como los de su maestro en las piernas y brazos

Ella recordó que un día le pregunto sobre ellos al viejo Gai y le había dicho que eran para ocultar las pesas

Hanami tomó su sábana y bajó tratando de no despertar a nadie, vió a su hermano siendo un poco más lento, eso significaba que estaba usando un peso extra

—Deberías de estar durmiendo, Hanami-chan— dijo parando su entrenamiento

—¿¡Estás usando las pesas de Lee-sensei, verdad!?— reprochó con entusiasmo

Shinachiku rascó su brazo —Eso me hará mejorar— se excusó

—Lee-sensei te ha dicho que no lo necesitas, ¿Porqué los usas?— preguntó, aunque de alguna manera ella lo sabía

—Quiero protegerlos, no podré hacerlo si no soy más fuerte— justificó mirando a su hermana

—¡Yo también quiero protegerlos! Quiero ser más fuerte— le expresó quitándose la sábana —Voy a entrenar contigo—

Se puso al otro lado del tronco y lo golpeó con sus puños

Shinachiku sonrió, su hermana era mucho más entusiasta que él y eso le gustaba

Kawaki escucho los golpeteos de ambos y se asomó por la ventana, vió a ambos y sonrió, se acostó en la cama y se quedó mirando el techo

En la mañana, Shinachiku estaba haciendo el desayuno para ella y su hermana con fruta y avena y una proteína que Rock Lee le había recomendado a su equipo en la licuadora esperando que los demás se despertarán

Sakura bajó con Arashi vió a Hanami con la boca llena, tratando de explicarle a Shina algo

El pequeño peli-rojo se alegro por sus hermanos y fue a sentarse con sus hermanos que lo recibieron con gusto

La peli-rosa sonrió ante eso, aunque le parecía muy extraño que sus hijos estuvieran tan temprano despiertos

Terminó el desayuno de sus hijos mayores y hizo los faltantes para sentarse a hablar con ellos. A punto de terminar irrumpieron el nuevo y el Hokage

Todos se quedaron callados, Kawaki tenía la cabeza baja y se rascó la nuca, Naruto le esbozo una sonrisa y le pegó en el brazo para darle ánimos

El de perforación alzó la mirada y se topo con la de la mujer —¿Es seguro que lo hayas sacado?—

—Él quería hablar con los niños, Sakura-chan— excusó el rubio

Sakura lo vió con mala cara

—¿Qué podría querer de alguien tan poca cosa como nosotros?— preguntó a la defensiva la niña

Kawaki ahora puso su atención en ella, —Disculparme— soltó asombrando a todos

—¿Porqué?— preguntó el rubio cenizo

—Por lo que dijo el clon sombra— dijo mirando a los niños

Arashi tenía el seño fruncido, estaba incrédulo

El de cabello negro y amarillo sentía la mirada juzgadora del niño de 4 años

—¿Qué fue lo que dijo?— preguntó Sakura

Kawaki estaba empezando a sentir la hostilidad de Sakura, aunque sabía que lo hacía porque era protectora con ellos

—No creo que importe, Sakura-chan— río nervioso —Los niños lo perdonan y es como si no hubiera pasado nada—

La oji-jade vió a los más pequeños

—Como sea— soltó sin importarle a la oji-azul —Aun así te seguiré observando delincuente— dijo señalando su ojo

—Eso creo— dijo el oji-jade quitándole importancia

— Siéntense a desayunar— ordenó la peli-rosa

Los seis estaban en la mesa, Kawaki miraba a Shinachiku, él la sentía, como cuando se conocieron

Especial [NaruSaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora