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Hanami y Arashi salieron a las casa de sus abuelos, —¡Adiós!— gritó la niña sin cruzar mirada con ninguno de los otros dos en la casa

Naruto, empezó a importarle más eso, como sus hijos estaban alejándose un poco de él

Kawaki se dió cuenta.

El Uzumaki le sonrió a pesar.

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La pareja de hermanos llegaron con los Haruno

—¿Cómo han estado?— preguntó su abuela acariciando las cabezas de los dos mientras se quitaban los zapatos

—¡Bi...—

—Hanami-one-chan ha estado preocupada— respondió el menor rápidamente

La oji-azul lo vió un poco enojada y traicionada

—¿Porqué?—

La niña hizo un puchero, vió hacía abajo y no respondió

Los dos adultos mayores se pusieron frente a ella para verla  fijamente

La peli-rosa estaba perdiendo, entonces su hermano también se le quedó mirando.

Al final perdió.

—No soy lo suficientemente buena— soltó

La pareja se miraron y sonrieron

—¿Qué dices?— cuestionó Mebuki

Kizashi la cargó en sus brazos con mucho esfuerzo y sus abuelos la vieron con amabilidad

Ella suavizo su expresión

—...Ustedes vinieron a mejorar a nuestra familia— dijo la de ojos verdes tomando la mano de su nieta —Nuestras esperanzas estan en ustedes—

—¿Porqué? Nosotros no somos especiales— dijo asombrada

—Claro que lo son— soltó el hombre —Son nuestros nietos—

—No es eso. No tenemos nada especial, ni una técnica o algo hereditario— explicó

—Sakura tampoco— dijo la madre orgullosa

—Muchos ha llegado lejos con su coraje y voluntad— explicó Kizashi  — Y no por eso son menos que los demás—

Ella se sentía avergonzada por olvidarse de su madre, pero para ella era difícil acordarse que detrás de esa mujer importante estaba una niña que empezó siendo una aprendiz. Estaba el maestro de su hermano, el maestro de ese, muchos de sus tíos y otros más.

—Ustedes tienen la ayuda de sus padres y sus abuelos que siempre los vamos a apoyar—

Hanami sonrió tranquilamente —Gracias— dijo al ser bajada

Los niños se adelantaron. De verdad que era ayudada por su familia y eso la hacía sentir mucho mejor con rapidez, ademas no quería preocuparlos.

La mujer se quejó y chocó sus labios —Debe de ser por ese chico— enojada espeto

—Mebuki...— trató de llamar su atención por lo dura que estaba siendo

—Hanami nunca hubiera dicho eso, ella nunca se había sentido menospreciada— explicó enojada —Creo que debemos de decirle a Sakura que nos dejé a los niños. No quiero pensar en lo que nuestro dulce e inseguro Shina también este sufriendo— preocupada expresó

—Naruto también, es su padre— recordó

—Y lo ha estado ejerciendo muy pobremente últimamente— enojada fue con sus nietos

Especial [NaruSaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora