HABIA UNA VEZ, EL PASADO PARTE 1

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La vida de molly dio un giro, repentino. ella y su familia habían cumplido una año en aquel pueblo que tanto los recibió con agradables sonrisas y los brazos mas que abiertos; jamás se habían sentido tan agradecidos, tan, tan cómodos en un lugar como era  Brighton. Molly había cumplido 14 años esa vez, su sonrisa lo decía todo. Una que conforme pasaban los años, se iba apagando como vela cansada, provocando   lágrimas amargas que desbordaban  cera caliente, cera en el pobre rostro de molly. 

Molly lo tenía todo; felicidad, amor, inocencia y sobre todo amigos. Era amiga de todos en el pueblo, sobre todo de los niños de su colegio; de Libby en especial — la más especial entre su circulo—. De los ancianos de la casa de retiro de la ciudad, de los maestros y hasta de los vagabundos que asechaban en las calles a primera hora. Todos querían y siguen queriendo a la pequeña molly mcgee: su presencia, fue casi  un milagro hecho verdad. Un rayo de positividad que anhelaba un pueblo desesperanzado.

Todos querían a molly; su optimismo transmitía a los demás una rara sensación de conformidad y empatia rara pero para nada cuestionable; incluso a los que no les caía tan bien, llegaban a enfatizar con ella; aun que sea en muy raras ocasiones. 

A pesar de todo, a pesar del respeto que era vigente en su vida, por parte de sus allegados, el respeto y admiración, pueden escalar mas de la cuenta, tanto, que consideran el acto mas reprochable y siniestro, una muestra de su mas aferrada lealtad y cariño; algo asqueroso en lo que cabe. El amor enfermizo tiñenia un nombre y una forma que sobrepasaba la vida, creyendo tener buenas intenciones a los ojos de los demás...

El caso de Andrea era uno muy  particular. Chica de 14 años; la misma edad que molly en aquel tiempo. influencer y activista empedernida. 

Mas caprichosa no se podía ser, pero Andrea Davenport se llevaba el premio al ego mas inflado y a la actitud mas prepotente y arrogante; no solo del pueblo, si no de todo estados unidos. Decir que del mundo seria algo muy exagerado, puesto que para alguien quien creció con malos ejemplos y valores que se basaban en lo material y en lo SUPERFICIAL, creerse superior era el pan de cada día para la adolescente. 

Todo eso cambio el verano de hace tres años. Cuando conoció a la joven molly mcgee el sentimiento que ella sentía: desagrado en casi todos los sentidos, se fue transformando en un sentimiento que poco a poco se manifestaba en la chica Davenport, un bloqueo siendo despertado, un sentimiento que creía único y superior a todo lo que había sentido antes; incluso mas que el amor que sentía por sus fanáticos de internet: un amor obsesivo y nada sano era la definición de lo que aquella chica sentía por molly mcgee. 

Amor enfermizo y brutal es como lo define scratch: siendo un fantasma había visto diferentes cosas, pero lo que Andrea hacia para demostrarle amor a molly, era sumamente tétrico y horrido. Molly estuvo en el infierno por mucho tiempo, un infierno en la tierra; y el diablo tenía por nombre: "Andrea Davenport".

La joven mcgee tuvo que callar por mucho tiempo aquellos acontecimientos que aun la atormentaban. hacían que su mente diera vueltas, vueltas Y más vueltas, llegando al punto de escuchar voces que le decían; le repetían, lo maldita que estaba; esas voces siempre se representaban con un tono perfecto, con una voz femenina diciéndole siempre: "estas maldita"...

Molly tuvo que ir a terapia múltiples veces, tratando de cerrar ciclos, pero, sobre todo: tratar de cerrar cicatrices. esas malditas cicatrices que le quemaban la carne de adentro hacia a fuera.  Pero para ella era inútil, las cicatrices para ella, no sana an y se quedaban como prueba de que podrían abrirse entre su carne, infectandose de problemas y llantos en sulencio.

Su familia era su refugio mas confiable: su mama, su papa, su hermano y su amigo fantasmal. Era lo único que la mantenía cuerda y no caer en la locura...

Scratch aun recuerda como durante muchas noches, cuando la luna era el testigo de los sueños; escuchaba a molly llorar amargamente, abrazándose a si misma; solo faltaba que llorara sangre, así  la luna podría verlas y mancharse con ellas, sentir el sufrimiento que molly estaba sintiendo y sentir compasión a sus plegarias silenciosas...

Molly pudo recuperar un poco de la tranquilidad que antes creía tener en momentos en los que Andrea estaba en el pueblo; no quería salir ni de su cuarto con miedo de poder imaginar y alucinar con las voces que le repetían siempre la misma maldita frase. 

De la nada, como si fuese un regalo de alguien omnipresente, un respiro llegó a la vida de la pobre criatura. Un día, simplemente la gente dejo de ver la cara de Andrea y la de su muy excéntrica familia; se habían  ido una noche cuando todos dormían. Los rumores de su muy apresurada ida del pueblo empezaron a salir poco a poco. Algunos decían que era por que el señor Davenport había buscado mejores oportunidades en ciudades mas importantes alejadas de las influencias campiranas y campestres. Otros decían que Andrea había ingresado a una escuela super prestigiosa fuera del pais o que incluso dejaría la escuela para viajar con su familia por todo el pais siendo una influencer aun mas prolífica y mas conocida. Pero molly sabia la verdad, ella sabia la maldita verdad de la desaparición de aquella chica que alguna vez considero alguien superficial, capaz de no sentir nada por alguien mas que no sea ella misma. Cuan equivocada estaba molly, muy equivocada. 

Despues todo fue tiempo de calma para la joven mcgee, sentía como si se quitara un gran peso de encima. Trataba de recurrir a su antes extinto optimismo para volver a ser la chica que por primera vez piso el suelo de su amado hogar y pueblo.

Tantos problemas, tanto dolor; solo hubo una persona que hacia calmar al cien por ciento sus problemas: Libby. Aquella chica alta no sólo era su amiga, ante un corazón silencioso como el de molly, era el amor de su vida y la diosa de sus pensamientos más íntimos. No por nada la evolución en un corazón roto fue posible gracias al amor de las dos chicas. A pesar de amarse, y querer expresarlo, era un tema delicado en el pueblo, por lo cual, debía mantenerse en secreto hasta que el punto de tolerancia en el pueblo sea aceptable para ellas...

A molly se le podría considerar una experta mentirosa; ella oculto todo este suceso, aparentando cosas que no son, mentía como una experta cuando se tenia que sacar el tema. ella callaba y callaba con miedo. solo scratch (que a veces se castiga a si mismo por no poder ver mas allá de la situación que su mejor amiga pasaba) su familia también lo sabia, pero por la salud mental de su hija, decidían disimular las cosas, dejando en cuarto plano todo aquello que relacionaba a su hermosa hija con sucesos del pasado.  

la única que no sabía todo el asunto era la pobre Libby, aquella chica despeinada que daría la vida por su amada molly. la joven mcgee, decidió ocultarle lo ocurrido a su ahora novia, ellas estaban aclarando sus emociones, sentimientos: esos años fueron de mentiras para molly pero de felicidad por que al fin podría tener un amor virgen, un amor tierno y sano. un amor feliz.

ella quería todo con Libby: su pequeña  tortuguita...

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CONTINUARA...

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Nuestra poesía prohibida [Mollibby] [Molly x Libby]🖤[The Ghost And Molly Mcgee]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora