Xiao Li dejanos en paz!

5.13

Xiao Li terminó de escribir esto y se sintió más cómodo. Se puso de pie y se dio unas palmaditas en la rodilla, volviéndose hacia Tian Ji con los ojos en blanco. El adolescente levantó las cejas. "¿Cómo esperabas que leyera y entendiera esta oración? Por ejemplo, ¿esta oración encarna perfectamente la crueldad del hada de la pluma o algo así?"

Tian Ji le dio vueltas en la cabeza en silencio. "... Olvídalo, soy alguien que no aprende de sus errores".

Al mismo tiempo, rugió salvajemente en su corazón. Debe ir al foro y hablar sobre Sherlock para ver si hubo víctimas similares. ¡Absolutamente no creía que él fuera el único que experimentó el mal de esta persona!

Xiao Li abrió la puerta de este vagón, queriendo ver si había algún problema con los nuevos pasajeros. Tian Ji lo siguió, la expresión en el rostro de este joven como si hubiera renunciado a pensar.

Se detuvieron frente al carruaje que contenía a los nuevos pasajeros y se encontraron con Jiang Yishe y Wu Tianyi en el camino angosto. Jiang Yishe estaba hablando con la chica de manera elegante. Una vez que vio a Xiao Li, dio un paso hacia ellos y dijo: "Qian Yerong es inusual".

Wu Tianyi agregó en un susurro: "No estoy seguro de si es cierto. Tal vez fue una ilusión, pero sentí la necesidad de decírtelo".

Tian Ji se subió las gafas, la cadena de oro que colgaba del costado golpeó ambos lados de sus mejillas, brindando un toque frío cuando le dijo a la chica perturbada: "Es bueno que puedas decírnoslo. Gracias".

Los ojos de Wu Tianyi se dirigieron a Xiao Li nuevamente.

"Lo hiciste bien." Xiao Li asintió levemente para mostrar que sabía y abrió la puerta del carruaje, entrando con facilidad. Los ojos de la chica se iluminaron luego de recibir los elogios del hombre más poderoso del equipo.

En el interior, los estudiantes universitarios hablaban y reían. Qian Yerong se sentó en el medio y estaba hombro con hombro con la niña llamada Yao Yan. Mostraba dientes blancos al reír y se veía muy normal.

La llegada de los reencarnadores volvió a llamar la atención de las personas que estaban adentro. Liu Sinian les preguntó con una sonrisa: "Tío, ¿también quieren jugar juntos?"

Antes de que Tian Ji pudiera hablar, Xiao Li respondió por él con calma. "Sí, ¿a qué estás jugando?"

"Hermano pequeño, ¿no te sentarías aquí?" Yao Yan palmeó el asiento junto a ella y saludó a Xiao Li. "Estamos jugando Fight the Landlord y Yerong es el propietario".

Tian Ji arrastró una silla a un lado, aparentemente quejándose mientras en realidad quería acercarse a los nuevos pasajeros. "¿Por qué él es un hermano pequeño y yo soy un tío?"

"Es porque es guapo". Yao Yan sonrió mientras guiaba el hombro de Qian Yerong.

Tian Ji miró el rostro de Xiao Li y cerró la boca. Jiang Yishe sonrió y se acercó a la mesa para recoger las cartas, comenzando a barajarlas. "Juguemos algunas rondas con nosotros. Todos están muy animados".

Liu Sinian levantó las manos a favor. "Sí, nos preocupaba que nos aburriéramos solo unos pocos de nosotros".

El otro también estuvo de acuerdo y Qian Yerong sonrió. "Ven, de nada. Sin embargo, no puedes pedir ser el propietario".

No había nada malo con sus expresiones y palabras de principio a fin. Jiang Yishe barajó suavemente las cartas. Sus acciones se veían muy profesionales como si lo hubiera practicado.

"Wow, este chico guapo, te ves como un maestro". Liu Sinian habló con una voz exagerada.

"Estoy bien." Jiang Yishe habló con modestia. "Juguemos un juego de apuestas".