Xiao Li dejanos en paz!

4.8

En la noche lluviosa, el pequeño gato negro fue extremadamente rápido. Era como un rayo negro mientras atravesaba la noche, desapareciendo casi instantáneamente sin dejar rastro. Para alcanzar al pequeño gato negro, Xiao Li no tuvo tiempo de abrir el paraguas y corrió bajo la lluvia.

Persiguiendo a un gato negro en la oscuridad, Xiao Li de repente pensó en la famosa pintura 'Gato negro en la noche'. Esa pintura era como papel negro y era confusa.

La lluvia cayó sobre el adolescente, empapando su cuerpo en un instante. Casi pierde los rastros del gato negro después de unos pocos pasos. Afortunadamente, el cabello que pertenecía a Tan Li salió de su bolsillo y lo arrastró hacia el noroeste. Recorrió casi todo el pueblo antes de detenerse.

Esta era una cabaña con techo de paja en ruinas que estaba apoyada contra un árbol seco con un pozo seco a un lado. Había una bodega en el techo de la casa. Se podía ver que este techo de paja había sido reparado originalmente ya que había dos ladrillos pegados a su lado. Ahora la pila de paja había estado podrida y amarilla durante mucho tiempo, dejando al descubierto el agujero en el techo. Era como un agujero negro, pero algo parecía moverse en el borde del agujero.

Estaba demasiado oscuro aquí, por lo que el teléfono donde vivía Zhou Ying flotó nuevamente y le dio una luz a Xiao Li.

Xiao Li vio un gato negro en el techo con un puñado de hierba en la boca. Estaba tratando de llenar el techo con hierba para tapar el agujero. Su pelaje estaba todo mojado y pegado a la superficie de su cuerpo de una manera incómoda. Sin embargo, el gato negro solo sacudía su cuerpo de vez en cuando bajo la lluvia mientras seguía trabajando duro.

Mirando de cerca, esta choza con techo de paja obviamente estaba en mal estado. Había rastros de daños en muchos lugares. También había agujeros en la ventana, pero habían sido bloqueados con piedras. Todo fue obra del gato negro.

La luz del teléfono era brillante y el gato negro entrecerró los ojos en la dirección. Después de ver la figura humana que venía hacia él, el gato quiso gritar para amenazar a esta persona pero tenía algo en la boca. La hierba suelta iba a caer, así que cerró la boca y dejó escapar un aire enojado por la nariz.

Su ira hizo que muchas sombras se movieran a su alrededor. En una mirada más cercana, estaban los aldeanos que murieron y vinieron aquí ante la llamada del gato negro.

Hubo un estallido de pasos de Xiao Li directamente. Zhu Yiting y los demás habían venido corriendo aquí presas del pánico y se pararon junto a Xiao Li uno por uno. Habían visto a Xiao Li perseguir al gato negro. Dudaron un momento antes de optar por seguir. No contaron con la ayuda de Tan Li, pero Xiao Li dejó huellas en el suelo. Por lo tanto, llegaron sin problemas aquí y enfrentaron esta situación.

Zhu Yiting miró a los aldeanos juntos y estaba a punto de interrogar a Xiao Li cuando la otra persona se movió de repente.

Xiao Li caminó hacia la cabaña. Midió visualmente la distancia hasta el techo. Luego sostuvo el paraguas en una mano y agarró el tronco del árbol con la mano derecha. Saltó, queriendo usar las ramas como trampolín y saltó al techo. Sin embargo, su plan no pudo seguir el ritmo del cambio. El baúl estaba demasiado resbaladizo por la lluvia y Xiao Li no pudo saltar la primera vez. Sólo pudo hacer un segundo intento. Esta vez, saltó con éxito y pisó el techo.

El pequeño gato negro porque aún más nervioso. Se agachó, un sonido emergiendo de su garganta como el aullido de una bestia. Xiao Li también se agachó. Levantó el paraguas y cubrió la cabeza del gato con el paraguas. Luego usó su otra mano para agarrar la hierba en la boca.

El gato negro mostró sus patas y Xiao Li retiró sus manos, evitándolo. Él dijo: "Te ayudaré".

El gato pareció entender y vacilante abrió la boca. Sus pupilas se habían encogido por culpa de la linterna y las líneas verticales doradas miraban fijamente al chico que tenía delante. Xiao Li extendió la hierba y cubrió el agujero en el techo. Presionó las esquinas con el ladrillo original y aplaudió con satisfacción. El pequeño gato negro extendió una pata delantera y palmeó tentativamente la hierba con una almohadilla carnosa.