❃ One ❃

2.6K 306 45
                                    

—Soy la señorita Lalisa Manobal y de ahora en adelante asumiré el papel de profesora y niñera. ¿Me está escuchando joven Kim?      

Seokjin la siguió mirando como quien mira sin interés una vendedora de mercadillo. No era que tuviese esa clase de postura realmente, él no era como todos los chicos ricos con los que tenía que convivir, él respetaba a la gente independientemente de su clase social. Lo que pasaba era que sabía que no merecía la pena escuchar de nuevo todo ese cuento de reglas y deberes porque tenía por seguro que la señorita Lisa no duraría un mes aguantando sus astutas bromas.    

Estaba absolutamente harto de que su padre se empeñase en contratar a gente para que se ocupase de él y que nunca tuviese tiempo para estar juntos.     

"El ministerio cuenta con mi persona para muchas cosas, Seokjin. Un dia, cuando asumas mi papel en la sociedad lo entenderás." Le dijo. Lo único que entendía era que desde que había nacido nunca había conocido un abrazo o un cariño de sus padres. Todo era disciplina estudio y fiestas aburridas.     

—Sí, señorita —contestó. La mujer muy satisfecha por la respuesta caminó hacia la ventana e inició otro discurso sobre las cosas que esperaba de él. Jin se limitó a pensar que la señorita Lisa era otra de las que se marcharía por la mañana cuando descubriese las ranas y los ratones que colocaría en su ropa.     

Era Yoongi, el hijo de la cocinera quien le enseñaba muchos trucos para librarse de las institutrices. Yoongi tenía su misma edad y ayudaba en las tareas de sus padres después de la escuela. Le gustaba mucho la compañia del rubio, hacían cosas divertidas y era lo más parecido a un amigo que jamás tuvo. De hecho no se asemejaba en nada a las personas con las que su padre quería que tratase amistad.   

Sonrió rascándose el cabello de un color rosa suave cuando no tuvo que esperar hasta la mañana para librarse de la señorita Lisa. Con esta hacían 23 señoritas.    

—¡Deberiamos internarlo en un colegio! —protestó su madre—. ¡Está desperdiciando su potencial!    

—¡No lo desperdiciaría si tú te empeñases en buscar a alguien que pueda aguantar una o dos bromas! —podía ver a sus padres discutir atreves de la puerta entreabierta.   

—St Joseph es un sitio excelente...   

—¡Seokjin no va a ir a ninguna parte! Quiero que participe en todos los eventos sociales, todas las fiestas y conozca a la gente influyente del pais.  

—¡Entonces deja de tirarme todas las culpas de que sea un malcriado! —le espetó su madre—. ¡Algún día seré yo la que se vaya de esta casa!   

Tuvo que alejarse de la puerta puesto que su madre se levantó de sopetón y se dirigió al pasillo por el que pasó como si de un vendaval se tratase.   

Cerró la puerta de su habitación sin hacer el menor ruido y se recostó sobre ella. Suspiró. Estaba cansado de ser tratado como si fuese una cosa, un objeto. Para su padre era el que representaría la familia en el futuro y eso era todo lo que importaba. Para su madre era obviamente algo de lo que se debería alejar. No comprendía su insistencia en meterle en un internado    

Estaba dispuesto a cambiar todo lo que tenía, la habitación grande con dosel, los juguetes que aún conservaba, su caballo, todo, por una madre como la de Yoongi, que le da besos de buenas noches y cariños cuando se lastima. Una madre que le dice que no hay monstruos bajo la cama y va con él a la habitación para demostrárselo. Nunca tuvo eso.     

....    

Se sentó en el jardín junto a la fuente de peces rojos y tiró una piedra dentro.   

El Tutor || GgukJin ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora