❃ Three ❃

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Esa tarde no habría más clases. Su padre daría una fiesta y él debería estar presente usando su mejor atuendo y siendo un buen anfitrión.  

La mansión estaba muy bien decorada con flores de la estación, los candelabros encendidos iluminaban todos los rincones. En las mesas había flores y frutas que abrían el apetito a simple vista.   

No tuvo más remedio que vestirse de forma elegante con un traje negro, su cabello rebelde había sido domado con mucho trabajo y sus gafas limpias una y otra vez. Los invitados estaban todos en la lista de las personas más ricas e influyentes del país. Estaban los Lee, los Kim, los Choi, los Park, los otros de quien no se acordaba el nombre...   

Los sirvientes iban y venían llevando los abrigos y las copas de vino francés que su padre había elegido para la ocasión. Le había repetido una y otra vez que esta era una importante fiesta en la que aseguraría su alianza con algunos miembros del ministerio. El sabía muy bien cómo eran esas fiestas, no era la primera vez a la que asistía a una ni sería la última. Eran aburridas y solo tenía que: sonreír y asentir.    

Jungkook bajó las escaleras usando su ropa normal, negra y con muchos botones a la que se acostumbró hacía años. Observó a la gente bien vestida charlando y riéndose de cotilleos. Sí, estaba seguro de que era eso lo que hacían. Observó a Seokjin al otro lado de la sala cumpliendo sus deberes de anfitrión sin causar ningún alboroto. Es más, le observó con atención y le pareció triste, como un muñeco sin vida... por instantes casi pudo olvidar sus ropas rotas y comprendió su rebeldía. No era como si estuviese dispuesto a perdonar ese terrible incidente que costaría un mes de trabajo reponer todo su guarda ropa, pero sin duda Jin lo hacía para obtener alguna atención de sus padres. Por otra parte le pareció que su padre era muy permisivo, ¿qué castigo le había dado por haberle destruido la ropa? ¿Una simple charla en su oficina? Así nunca aprendería que hay bromas de muy mal gusto.   

—¡Jungkook! —Jung Hoseok se le acercó con su brillante pelo rojizo y una sonrisa casi maligna en los labios—. He sabido que ahora trabajas para los Kim, ¡me alegra! ¿Cómo te va?  

—Si, bien. El señor Kim tiene la misma opinión que usted sobre la educación privada —contestó.  

El mayor asintió con una pequeña sonrisa.   

—Me extraña que no hayan enviado a Jin a una escuela privada en el extranjero, las hay de muy buen renombre.   

—No creo que ningún padre quiera alejarse de su único heredero —contestó tomando una copa.  

—Cierto, pero ese chico Jin es... complicado —en ese instante un gran tumulto terminó la charla.   

Seokjin y Jimin regresaron al salón completamente empapados cubiertos por unas toallas. Jimin tenía incluso un poco de sangre escurriéndole de la nariz.   

—¿Qué ha pasado? —preguntó Hoseok corriendo para examinar a su hijo que lloriqueaba.   

—Ha sido Seokjin. ¡Me ha pegado y me ha tirado a la fuente!     

—¡No seas mentiroso! ¡Tú me pegaste antes! —protestó el pelirrosa—. ¡Tú y esos gorilas! —señaló a sus amigos quienes estaban ahora siendo protegidos por sus respectivos padres.  

—¡Basta! ¡No llamarás mentiroso a mi hijo cuando se me presenta en estas condiciones! —sentenció Jung al tiempo que el señor Kim se acercaba.  

—Tienes toda la razón, perdona, Hoseok —miró a Jin con furia—. Te prometo que Seokjin será castigado de forma apropiada...   

—¡¿QUÉ?! —la voz del chico hizo eco en el silencio que se había instalado en el salón.    

El Tutor || GgukJin ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora