❃ Ten ❃

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Al día siguiente alguien le puso en la cama aunque él no se movió ni un centimetro, siguió abrazado a sus rodillas mirando el vacío.  

La comida fue dejada y recogida de su mesita de noche varias veces pero nunca la probó. Por sus cuentas el sol nació y se puso por lo menos 4 veces pero también no le importó ya no tenía sentido.   

Esa tarde su padre mandó que le vistiesen y que se levantase puesto que el director de St. Joseph iría a visitarlos para aceptar a Seokjin en la escuela.   

Se sentó en el sillón, mirada perdida, completamente ausente a lo que ocurría a su alrededor. Su cabeza estaba en otro lugar, revivía una y otra vez esos momentos que vivió al lado de Jungkook. No tenía que esforzarse mucho para recordar su sonrisa. ¿Dónde estaría ahora? ¿Detenido? ¿Le habrían pegado? ¿Matado? La incertidumbre era terrible.   

—¡Seokjin! —la dura voz de su padre le trajo a la realidad—. Este es el profesor Park Jinyoung, te llevará a St. Joseph.   

Lo observó por primera vez, era un señor mayor de aspecto elegante. Llevaba un traje negro a la medida, a simple vista se podría decir que era un hombre seguro de sí mismo.   

—Hola, Seokjin —su voz era muy tranquila—. Estoy seguro de que te gustará mucho nuestra escuela.  

No contestó, no tenía nada que decir o fuerzas para imponerse. Tampoco tenía deseos de seguir en aquella casa ni le importaba a donde fuese.  



....

 
Llegó a St. Joseph por la noche, estaba seguro de que debería ser un lugar acogedor por las risas de los chicos que procedía del otro lado de la pared de su habitación. No se presentó a nadie ni habló con nadie, tan solo se acostó en su cama en una habitación sencilla que compartiría con otros 5 chicos y cerró los ojos.   

Los chicos se acostaron también algún tiempo después sin hacer cualquier ruido o importunarle.   

No pudo dormir, la noche se arrastró tal y como hacían los días, sin sentido.  

Cuando llegó la mañana y la habitación quedó iluminada por los enormes ventanales de estilo victoriano, sus compañeros salieron tan silenciosos como entraron por la noche. Solo el profesor Park vino y se sentó en la cama de al lado para observarle.   

—¿Cómo estás hoy, Seokjin?    

—Vacío —contestó tras varios segundos de silencio.   

—He sabido que te encontrabas en régimen de tutoría particular. ¿Qué has aprendido? —Jin se encogió de hombros.   

—Que el tiempo pasa mucho más deprisa cuando somos felices —su mirada no se separó del techo de piedra ni por un instante.  

—Su padre me lo ha contado todo, incluidas las actividades menos aceptables —el pelirrosa no contestó—. Pero quiero que sepa que aquí se podrá expresar de la forma que más le guste, nadie le juzgará por sus gustos... Aunque el profesor Jeon se ha excedido un poco teniendo en cuenta que eres un menor.     

En ese instante, Seokjin abrió los ojos y se fijaron en el hombre que le hablaba con tanta tranquilidad.  

—¿Conoce al profesor Jeon?  

—¡Oh! desde luego, somos amigos desde hace muchísimos años —contestó con una sonrisa algo nostálgica.  

—No podría decirme... ¿dónde está? —se sentó en la cama, era como si de pronto la fuerza empezase a fluir, había alguna esperanza.  

El Tutor || GgukJin ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora