Murder

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La semana pasó rápido, Yuqi sentía que los días eran muy cortos y aunque su novia la dejaba sola algunas veces ya se estaba acostumbrando a vivir ahí. Su semana pasó llena de aburrimiento, cariños y besos, estos dos últimos por parte de su novia.

Ella habló con Soyeon, tratarían en engañar a su padre para que ella no tuviera que hacer ninguna de las tres opciones. Habían elegido la opción de "asesinar" a su madre.

Tratarían de hacerle creer a Lucifer que su madre estaba muerta, sabían que sería difícil pero lo intentarían.
Lucifer les había pedido que le trajeran el dedo de su víctima, como prueba de su asesinato.

Soyeon se encargaría de buscar un cuerpo que no estuviera tan putrefacto y le quitaría el dedo.

- Tranquila mi amor, vamos a solucionar esto y él no se enterará, estaremos juntas para siempre. -

Mientras Soyeon conseguía el dedo, Yuqi iría a visitar a sus amigas, se quedaría ahí para que Lucifer no sospechara nada.

- Ya nos vamos padre, regresaremos con el dedo. -

- Está bien, y jovencita entre más grite te sentirás mejor. -

La chica sintió una sensación desagradable en su estómago, no podía ni pensar en tener que acabar con la vida de alguien, era demasiado grotesco y horrible.

- Gracias por el consejo, s-señor. -

La más grande abrió un portal y cruzaron, estaban a fuera de la casa de Soojin, llamaron a la puerta y cuando la coreana salió a ver quién era Soyeon se retiró.

- No demoro bebé, disfruta tu tiempo con tus amigas. -

- Claro, cuídate mucho. -

Yuqi habló con Soojin y momentos después entraron a la casa, la coreana llamó a Minnie y en 20 minutos ya estaba ahí.

- Cuéntanos, ¿cómo es el infierno? -

- Pues es horrible en una primera impresión, pero con Jelly ahí me siento segura, a pesar de estar rodeada de demonios, siempre me procura, me brinda cariño e incluso puso a un demonio a mi servicio, cada vez que quiero algo o pregunto algo  ese demonio lo hace. -

- Wow amiga realmente estás viviendo como una princesa, pero ¿puedes dormir tranquila sabiendo que afuera de esas paredes hay miles de almas sufriendo? - Preguntó Soojin con verdadera duda.

- Realmente lo pensé mucho los primeros días, pero creo que me he acostumbrado a los gritos y lamentos.-

Yuqi no se dio cuenta, pero poco a poco perdía su lado humano, acostumbrándose a algo tan cruel y horrendo como eso.
Y Lucifer estaría contento cuando se diera cuenta de que esto pasaba.

Con las anteriores palabras Soojin y Minnie optaron por quedarse calladas mientras se daban una mirada de incredulidad.

- ¿Y ustedes chicas? ¿cómo ha estado todo por acá? -

Las chicas decidieron ignorarlo y seguir con su amena plática.

- Pues nos han seguido molestando, aunque nos da lo mismo. -

- Pero ya no voy a la escuela, ¿por qué las molestan? -

- Oh, bueno es que recientemente hubo una fiesta y una cosa llevó a la otra y pues... vieron a Soojin con una chica, besándose. -

- En mi defensa estaba borracha y ella era muy linda, ni siquiera parecía que fuera de aquí, una preciosura así no podría ser de Corea. -

- Déjala Yuqi, está enamorada de su chica Taiwanesa. -

- Entonces si es de Taiwán habla chino ¿no es cierto? -

- Pues sí, su acento era muy tierno aunque no hemos quedado desde entonces, me dio su número pero nunca le escribí ni llamé. -

- Como puedes ver Yuqi, nuestra Soojin es una idiota. -

Las tres amigas rieron, sintiéndose más cómo antes.

~~~~~

Soyeon decidió ir a un hospital y se coló en la área donde guardaban los cadáveres. Realmente tuvo problemas para conseguirlo, pues aunque entró con un portal había muchos humanos en ese cuarto, al parecer una señora de unos 50 años aproximádamente había sufrido un accidente automovilístico hace 30 minutos y falleció en el lugar.

Eso era perfecto para su situación, esperó a que los hombres se retiraran y cuando al fin lo hicieron entró al portal apareciendo dentro del cuarto.
Descubrió el rostro del cadáver para observar algo que la dejó impresionada.

La persona en la plancha era la madre de Yuqi, al parecer murió y nadie iba a reclamar su cuerpo, eso era perfecto y malo a la vez.
No sabía como es que su novia se lo tomaría, pese a que la mujer le hizo daño era su madre y Soyeon sabía la clase de apego que los humanos tienen con sus madres.

Hizo un portal rápidamente y apareció en casa de Soojin, todas la vieron sorprendidas pues no llevaba una buena cara.

- Yuqi, ven conmigo tengo algo que decirte. -

- C-Claro, ya regreso chicas. -

Ambas de alejaron unos metros y entonces el demonio comenzó a hablar.

- Estaba en la morgue, buscando el dedo que necesitamos pero... Tu madre estaba ahí. -

- ¿Qué haría mi madre en una morgue?, ella no tiene más familia que yo, ¿segura que no te has confundido? -

- Es que Qiqi... tu madre estaba ahí pero en la plancha, lo siento bebé. -

- E-eso es imposible, ella es una mujer sana y fuerte, no pudo haber muerto, Soyeon si esta es una de tus bromas del infierno entonces déjame decirte que no me gusta para nada. -

- Qiqi no es una maldita broma, ven conmigo, diles adiós. -

Yuqi se despidió rápidamente de sus amigas, estando preocupada.

Soyeon abrió un portal y ya estaban en la morgue, destapó con cuidado el cuerpo y Yuqi la reconoció, en efecto era su madre.

La china reclamaría el cuerpo para darle un entierro digno, pero una idea terrorífica estaba surgiendo.
El mundo estaba mejor así, ella estaba mejor así, esa mujer le hizo tanto daño que no sentía pena por su muerte, solo una extraña satisfacción; fue entonces que se le ocurrió, si la mujer ya estaba muerta podían utilizar su dedo, ahora realmente está muerta y aprovecharía eso.

Su parte humana seguía muriendo poco a poco.
Cuando la china le sugirió esta idea a su novia la contraria se sorprendió mucho, la Yuqi de tiempo atrás no hubiera pensado eso de una manera tan fría.

No sabía si era bueno que su chica cambiara de esa forma, pero si las ayudaba por el momento cumpliría su orden.

Una vez que la chica reclamó el cadáver se lo entregaron en una bolsa, pues su cuerpo comenzaba a oler mal.
La china la llevaría a cremar y se quedaría con las cenizas.

Antes de llevarla al lugar de cremación Soyeon se encargó de quitar el dedo, cortándolo gracias a sus poderes.

Pasadas algunas horas las cenizas fueron entregadas y ambas chicas regresaron al infierno, esperando encontrarse con Lucifer para entregarle el dedo y que este viera las cenizas.

En todo momento la más grande se sintió algo consternada por la falta de tacto y sentimientos de Yuqi hacia la mujer. No demostró tristeza, arrepentimiento por no haber estado con ella y mucho menos pena.

Ahora solo restaba que Lucifer validara sus pruebas y entonces la conversión y matrimonio se llevarían a cabo.
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A Night with a Demon. // Yuyeon G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora