Escuchamos el timbre del recreo y ningún alumno se dio cuenta de lo que estábamos haciendo. Me sentía nerviosa haciendo algo a escondidas, pero era necesario. Estábamos en un curso vacío a punto de hacer el amor.
Joshua, finalmente, consiguió abrir su trabado cierre. Se deshizo del pantalón y del bóxer ajustado.
Por alguna razón a Joshua le gustaba hacerlo, viéndome con el uniforme puesto. Para su felicidad, yo tenía puesto unas bragas celestes.
—Soy el hombre más feliz del mundo. Ya extrañaba esas braguitas, nena.
—Creo que tuviste suerte, porque no me di cuenta —dije nerviosa.
—Y esperemos que hoy tengamos suerte.
—Ojalá que sí.
—Bueno, es hora de hacer el amor, Eiza.
—Pues sí...
—Empezemos.
— Okey.
El recreo llegó a su fin y Joshua y yo aún no habíamos empezado a hacer nada. A su miembro le faltaba pararse un poco más.
Faltaba excitación.
—Ya sé. Imaginemos la última vez que lo hicimos.
—Está bien.
Creo que funcionó porque se le paró de inmediato y yo me mojé otra vez. Así que se puso un condón y atacó.
—Aún no parece... Pero no importa —dijo él.
—Si no funciona, al menos habré tenido un orgasmo —dije en tono de broma.
Luego de aquello, Joshua se acercó lentamente hacia mí y me subió al pupitre y comenzó a acariciarme de abajo hacia arriba. Ahora sí que se veía muy excitado y con ganas de que tuviera un orgasmo.
Sus manos me tocaron hasta el último músculo. Me besó el cuello y, con sus manos, me apretó la entrepierna y me sacó las medias porque estorbaban. Aún no quería deshacerse de las bragas celestes y la falda.
Joshua se concentró en mis piernas. Las acarició con pasión y las besó de igual forma. Sentí cosquillas y excitación al tener su cabeza enterrada en mis piernas.
Las palabras sobraban en ese momento.
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Mi Novio Pervertido ©️
Teen Fiction¿Qué harías si te enteras que el chico guapo que te gusta es un pervertido que le encanta ver bragas? Eiza Céspedes, la chica torpe en el amor que jamás se enamoraría de un pervertido, se terminó enamorando de Joshua Berthelot. ¿Ahora qué podría afe...