Negociemos

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Sentada en la mesa principal junto a "mi dueño" me preocupaba tan solo por una cosa, salir de aquí, ¿cómo pensaba hacerlo? Pagando la deuda de Luz.

-Aquí solo hay dos reglas: primera; obedecer cualquier orden que yo de, segunda; puedes vagar por la casa sin salir, de lo contrario mis hombres se encargarán de buscarte y torturarte, no permitiré que te maten pero pueden permitirte sentir una sensación similar, por último, debes tener en claro que sí obedeces te irá mejor, puedes hacer cualquier compra con tu dinero, o pedir a mis hombres cualquier cosa que necesites, eso lo cubriré yo.

Esto no parece tan mala idea pero... quiero libertad, no quiero obedecer órdenes de nadie.

-¿Qué pasa si no hago eso? -dejo su ordenador abierto frente a el, sus ojos se clavaron en mi dando una vista de arriba a abajo mostrando desagrado.

-Sufrirás las consecuencias, ¿quieres probarlo? -con sus largos y finos dedos sostuvo la copa de vino, dió suaves movimientos creando un vaivén con el líquido.

-Tengo una propuesta, quiero negociar contigo -la valentía de mi voz me sorprendió, ¿de verdad le iba a decir que pagaría por mi libertad?

-Espero que sea una buena propuesta, no como las de tu hermana que son una mierda -dejo de jugar con la copa, el sonido de ambos cristales chocando me hizo pensar que esto era una locura.

-...quiero pagar la deuda de Luz...

Una carcajada sonó por toda la habitación, ¿se estaba burlando de mí?

-No. Puedes pagar por tu seguridad pero apartir de ahora eres mi juguete.

-Me niego, no voy a ser juguete de un maldito pervertido -me levanté de la silla con molestia.

-Deberías sentirte orgullosa, no cualquiera puede ser juguete de Hajime Kokonoi -el egocentrismo de este hombre no me molestaba, me parecía atractiva su seguridad. No me permití pensar que era demasiado guapo porque pensé que estaba con Luz pero es jodidamente atractivo.

Es un imbécil atractivo.

-¡Quiero mi puta libertad! No eres quien para quitarmela -comenzar a alterarme no era buena idea pero... ¿quién carajos se cree para decidir si puedo ser libre o no? Bueno su culpa no es, Luz fue quien me vendió, el solo acepto, si tiene culpa porque pudo negarse y no lo hizo.

Se levantó acercando su cuerpo hacia el mío, en un intento de alejarme mi cuerpo cayó de golpe a la silla que lo acomode, maldije mentalmente por no acomodarla.

Una sonrisa burlona apareció en sus labios, puso sus manos en el respaldo de la silla impidiendo que saliera de ahí, su rostro debido a la posición quedó muy cerca del mío. Mi respiración inevitablemente se aceleró, algo que mencionó es cierto, que un hombre como el me tenga así no es cosa de todos los días.

Pude sentir su rodilla abriese paso entre mis piernas, estaba segura de que mi sangre estaba concentrada en mis mejillas, acortó la distancia de nuestros rostros mezclando nuestras respiraciones.

-Vas a caer, no pusiste resistencia, pasen semanas, meses, incluso años vas a caer ______.

Se levantó para salir de la habitación dejándome sentada con la respiración agitada, acomode mi postura, no tarde mucho para recargar mis codos en mis muslos permitiendo cubrir mi rostro con las palmas de mis manos.

¿Qué mierda estaba haciendo?

¿Qué estaba pensando?

Corrección, no estaba pensando, eso era lo que pasaba.

𝙳𝚎𝚞𝚍𝚊 - 𝙷𝚊𝚓𝚒𝚖𝚎 𝙺𝚘𝚔𝚘𝚗𝚘𝚒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora