Eclipsados

Capitulo VIII pequeño monstruo

Despues de haberle dando un calido abrazo y un beso en la frente a Miguel termino por tranquilizarse, le dije que debia quedarse ahí por un tiempo y que encontraria una solución pronto.

Estuve charlando con mi hermana que me conto maravillas sobre su viaje al extrangero, estar lejos de tu familia por 6 años debe ser duro.

Me conto sobre algunas personas que conocio en su viaje y mi infinita curiosidad y mente sucia me llevaron a preguntarle que si ya tenia novio, ella hizo cara de asco y dijo.

--¡Wakala, no!--

Asi que mi linda hermana menor sigue soltera, ella respondio a mi pregunta y me dijo pregunto algo a mi levantando sus cejas y con cara de impuresa.

--¿Y a ti ya te gusta alguien hermanita?-- Su tono reflejaba lujuria.

Yo puse cara de ofendida y le dije.

--Claro que no estupida, como vas a creer que me gusta alguién--

ella se rio y siguio diciendo

--Ay si como no, mirate los ojitos, te estas muriendo por estar con ese chico--

Justo cuando abri la boca para decirle algo me interrumpio y me dijo.

--Sabes que, hoy estoy muy cansada, pero mañana vamos a ir a ver a tu principe, asi que sube a tu habitación por hoy pequeña diablilla--

--Ya te dije que no hay nadie-- hize una ligera cara de molestia que no se creyo para nada y termine por subir a mi cuarto.

--Esta bien, vamos a ir pero no estoy confiirmando nada ¿ok?--

--Como tu dijas-- creo que me conoce demaciado.

Al subir a mi cuarto, abri el armario y ahí seguia Miguel, parecia que tenia frio, la brisa de invierno ya se hacia notar bastante y el estaba sentado en el piso sin camiseta, al estar asi no pude evitar que mis ojos dieran un paseo sobre su torso desnudo, me sonroje un poco y agite mi cabeza para sacar esos impulsos de mi mente, me sente a su lado y el dije.

--Escucha Miguel, mañana saldras de aqui por primera vez ¿ok? Iremos a la casa de Cloe ¿la recuerdas?--

El me miro y asintio con la cabeza.

Sus ojos color neón hicierón un leve contacto visual con los mios, no me habia dado cuenta de que brillaban un poco en la oscuridad, senti un escalofrio que recorrio todo mi cuerpo, sus pestañas eran bastante largas, cuando pestañeaba podia notar como acariciaban levemente sus pomulos, su mirada estaba un poco caida, supongo que por el frio, lo arrope con una frasada bastante calida que tenia en mi cama, en ese momento nuestros cuerpos estaban bastante cerca el uno del otro, el me regalo una sonrisa muy tierna, sin dudas tenia la sonrisa mas hermosa que habia visto,el me dio las gracias y cuando lo hizo inconsientemente me acerque aun mas a el hasta el punto de que nuestras cabezas casi chocarón, mire sus ojos llenos de inocencia, el ni siquiera imaginaba lo que estaba pasando, en ese momento le acaricie la cabeza despeinado su blanco cabello rizado y me aleje lo más rapido que pude del lugar y me fui a dar un ducha, puse el agua lo más helada que pude, ¿que demonios me esta pasando? ¿por que mi corazón se acelera de ese modo?
Cerre la llave y me di cuenta de un pequeño detalle, Maldiciooon, estupida en donde diablos tienes la cabeza Gabriela, recorde que toda mi ropa esta en el armario, el mismo armario en donde hay un chico bastante lindo y semidesnudo que estuve apunto de besar hace menos de 30 minutos.

Calmate y piensa, si lo mando afuera podrian verlo, no puedo arriesgarme, pero tampoco quiero que me vea desnuda, mi toalla esta encima de la cama, por dios como se puede ser tan tonta, me estaba entrando bastante frio, estaba totalmente desnuda y empapada.

--¿Miguel, podrias hacerme un favor?--

--Que necesitas-- escuche su voz al otro lado de la puerta.

--Cierra los ojos y pasame la toalla que esta encima de la cama ¿si?--

--¿Por que no la buscas tu?--

--N-no puedo hacer eso, por favor pasamela ¿si?--

--Esta bién-- Toco la puerta y dijo.

--Ya tengo los ojos cerrados--

--Bién, dejalos asi-- abri la puerta y en cuestion de segundos tome la toalla y me la envolvi alrededor del cuerpo, fui al closet y busque mi pijama para volver a meterme al baño y cerrar la puerta denuevo.

Fiuuu, todo salio bién.

--Ya puedes abrir los ojos--

En cuanto abri sus ojos un leve brillo azulado salio de ellos, yo tenia mucha verguenza en ese momento y nisiquiera podia mirarlo, solo me acoste en la cama y comenze a temblar, le habia dado mi frasada a Miguel y el frio comenzo a azotar mi cuerpo, cerre los ojos y trate de dormirme, no pude hacerlo y a eso Miguel me arropa con la frasada que le habia dado.

--No la necesito, quedatela--

No tienes camiseta, te vas a resfriar si no la usas--

Miguel --pero estas temblando--

--Si pero--

Miguel --No te preocupes, estare bien--

¿Por que tiene que ser asi? hace que me sienta la peor escoria del mundo.

--No viniste aqui a pasar frio ni a dormir en el suelo--

Me pegue lo más que pude a la pared y le dije.

--Ven aqui, acuestate, si nos acomodamos bien cabemos los dos--

El subio a la cama y me agradecio.

--Buenas noches Gab--

¿Gab? ¿Asi me llama ahora? Bueno, creo que esta bién, me gusta.

--Buenas noches--

Le di un beso en la mejilla y me tape rapidamente con la frasada.

La noche más fria que habia sentido se volvio la más calida de mi vida, gracias a ti.

--Pequeño monstruo--