The Loud House: "Mi Caótica Descendencia"

8.- "Pobre" Albino Maltratado...

[Transcurridos un par de días después de aquella medianamente fructífera y tediosa salida familiar al parque de diversiones; un nuevo y caótico día comenzaba en la recientemente cambiante vida de Lincoln Loud, el cual seguía manteniéndose firme en su afán por recibir el perdón de Sid y pues considerando que esta estaba próxima a visitarles para supervisar como estaba sobrellevando dicha situación familiar era fundamental para el albino seguir ganando "puntos buenos" a su favor, ya que de sus hijas, apenas si podía decirse que Loan, Gloom y Lacy estaban de su lado mientras que el resto se había limitado a darle un pequeño visto bueno ante sus sorpresivas buenas acciones cómo padre que si bien no eran la gran cosa, al menos eran un comienzo... O eso pensaban ellas.

Por otra parte, el hecho de haberle encomendado a Loth la tarea de pasar toda una tarde junto a Laika para que tratase de hacerle salir de su habitación y de paso disminuir el enojo que esta tenía con él, terminó por salirle en contra puesto que ahora parecía que la peliplateada también se puso totalmente en su contra a pesar de que anteriormente le había escuchado decir que no le importaba lo que hubiera hecho en el pasado mientras siguiera dándole regalos, pero parecía que dejó de lado eso para solidarizarse con su hermana, y con justa razón considerando lo que ambas estuvieron hablando dicha tarde. Esto claramente llamó la atención del peliblanco, el cual viendo la inminente visita de su querida Sid sumado a que aún no llevaba un avance considerable en su acuerdo de paternidad es que preparó una segunda salida familiar, en la cual no sólo seguiría comprando y/o ganándose el cariño de sus hijas sino que esta vez, se centraría en la peliplateada y en la pelirroja considerando que estas no le acompañaron junto a las demás en la anterior salida.

Así que bueno, a pesar de haber pasados unos días relativamente tranquilos, el peliblanco nuevamente se veía en la "penosa" situación de sufrir migrañas y enojos por lo que sea que hagan sus hijas, las cuales como ya sabemos, son totalmente impredecibles por lo que en un minuto pueden crear un caos a su alrededor. No por nada son la cruz que tiene que cargar Lincoln, su "tormento".]

- Sala de Estar [2:20 P.M.] -

*Las once hijas del peliblanco se encontraban reunidas frente al televisor tratando de convivir un poco entre si y aunque tal acción pareciera por de más curiosa considerando que entre ellas había más diferencias que similitudes, la realidad es que estaban tratando de dar su mejor esfuerzo, pues al verse limitadas por el relativamente poco entretenimiento que había en sus respectivas habitaciones debido a que su padre les confiscó lo que anteriormente él mismo tenía en éstas para que precisamente sus hijas no tuvieran más remedio que sentarse todas juntas a convivir en lugar de aislarse cada una en su habitación. Claro, sin mencionar que era un pretexto perfecto para que la convivencia entre ellas "disminuyera" el tedioso ambiente familiar que hay*

—  Maldición, ¿Cuándo terminará esta tortura?

— Todavía le falta una hora... - Dijo soltando un suspiro -.

— Oigan, esto fue justo, todas ustedes perdieron en el cuarzo, papiro o navaja.
- Se justificó Terry -.

— Si, y aún no acabo de comprender cómo es que la más retrasada de todas nosotras tuvo tanta suerte. - Comentó Laika con frustración y con nulo tacto -.

— Hey, ¿¡Cómo que retrasada!? ¡Apenas si hablas conmigo! - Cuestionó Terry ante su aparente descripción -.

— Bueno, no es cómo que necesite eso para notarlo.