Ravenclaw

Lily

Sirius ese primer día de clases se levantó temprano por alguna extraña razón, sus amigos aún estaban dormidos, lo podía saber porque aún las cortinas de sus camas estaban corridas y sus ronquidos aún se oían. No los culpaba, el banquete de la noche anterior había sido, como siempre lo recordaba, bastante satisfactorio.

La única diferencia de ese banquete de todos los demás fué que no disfrutó como siempre de la charla habitual de sus compañeros y los usuales juegos entre ellos, había estado muy pensativo y tratando de tener la atención de Evans pero, siempre que esta lo miraba sentía la mirada de James también por lo que iba y le decía otra cosa totalmente distinta a la que en realidad le quería decir.

De acuerdo, Sirius tenía que admitirlo ya, había hecho demasiadas cosas a tan corta edad como para censurarse por lo que recién acababa de descubrir. Él siempre se sintió atraído hacia las chicas y había salido con muchas desde quinto año y nunca jamás pensó en querer a algún chico, claramente la excepción a esta regla eran Peter y James pero los amaba como sus hermanos porque eso eran.

Pero, ayer, aquello que sintió cuando vió a aquel chico es totalmente innegable, al principio lo fué, lo aturdió porque no se lo esperaba pero luego de pensarlo claramente la única respuesta que le dió sus pensamientos era que ese chico le gustó y no tenía punto de comparación porque, mierda! nunca antes le había pasado eso con ninguna persona, chico o chica, y lo único que tenía como punto de referencia fué lo que James le confesó cuándo se enamoró de Lily y lo que Peter les contó una noche hace dos años cuando se hizo novio de aquella Hufflepuff.

Ambos chicos, en diferentes edades pero en la misma situación habían descrito de manera exacta lo que él recién había vivido ayer al ver al chico de ojos miel. Entonces no iba a negarse a ello, era la primera vez que le ocurría aquello y fué un sentimiento bastante fuerte como para dejarlo pasar, es que, ya habían pasado horas desde su ‟encuentro" con aquel chico y aún no se lo sacaba de la cabeza! Eso era otra cosa que jamás le había pasado, por muy buena que hubiera estado una chica jamás había pasado tiempo pensando en ella.

                              ***

Sirius salió de la habitación despertando a los otros dos, salió de la  Sala Común saludando a sus compañeros de Quiddicht que ya estaban allí y se dirigió al Gran Comedor a desayunar, saludó a un par de chicas, esquivó a algunas otras y al cruzar al pasillo que daba a su destino se encontró a Lily así que apresuró sus pasos para alcanzarla.

- Hola Lily! - saludó sonriente, la chica lo escudriñó con mirada astuta-.

- Qué quieres Black? - soltó con voz conocedora, Sirius optó por hacerse el ofendido-.

- Simplemente no puedo saludar a mi cuñada favorita - ella rió sin creerle una sola palabra-.

- Siempre me saludas con un " Hey, Evans" - dijo ella imitando el tono grave del chico quién rió-. Pero cuando quieres algo me saludas así.

- Me conmueve que me conozcas así de bien - dijo codeando un poco su costado juguetón, ella sonrió divertida-.

- Y entonces? Qué es lo que querías? - atajó antes de que se fuera por las ramas y la terminara engañando-.

- Quién es ese chico que estaba ayer contigo? - preguntó rápido y casi encogido de hombros-.

Lily se detuvo solo un segundo para mirarlo con ojos entrecerrados, el chico le devolvió la mirada algo sorprendido por su reacción.

- Por qué quieres saber? - preguntó Lily-.

- Por curiosidad? - preguntó el chico a su vez encogiéndose de hombros-.

- Esa no es una respuesta - acusó ella-.

- Evans tengo una muy buena razón pero en serio no puedo decirte - la chica rodó los ojos y negó con la cabeza-.

- No tienes por qué decirlo igualmente no te diré nada, solo aléjate de él.

Sirius frunció el ceño un poco ofendido, de verdad ahora.

- Que me aleje? Por qué?

Esta vez la chica se detuvo por completo para enfrentarlo, era cierto que él era mucho más alto que ella pero no por eso ella era menos intimidante y esta mirada que le daba era realmente dura, esa que le daba cuando lo encontraba haciéndole una broma a los de primer año.

- Voy a decirte una cosa Sirius Black, mantente alejado de ese chico, no quiero que lo ensucies o que lo molestes o si no yo misma te voy  a maldecir, de acuerdo? - dijo en voz baja, amenazante-.

Le dió una última mirada de advertencia y se fué caminando rápido, su rojo cabello ondeando tras de ella, jamás Sirius Black se había sentido tan amenazado en su vida como en aquel momento... Y a la vez tan interesado de conocer a una persona.