• Prólogo || Apertura antes de las rutas

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Fue un día muy agotador, Grimm por suerte estuvo a tu lado... Duplicando el número de deberes que debías hacer, y por último diciendo que iba a irse en busca de bocadillos porque le dió un hambre nocturna.

Bueno, ya no era un problema, ahora solo estabas tú; de tiempo que sentías tanta tranquilidad. Te hubiera encantado escuchar algunos chismes que guardaban los fantasmas del recinto, pero estaban muy cansados; aunque después les preguntarías por eso, y, ¿Cómo un fantasma se cansaría? ¿Era psicológico verdad? Porque, eh, no tienen un cuerpo fijo, pero a la vez sí, por los que si hicieran carreras o actividad no se cansaría, ¿O sí?, es extraño, y–. Ah, mejor te duermes, te duele mucho la cabeza ahora para hacerte pensar.

Sólo un cálido sueño, del cuál esperas no despertar.

[• • •]

Un acogimiento suave, música instrumental, era el paraíso de los sueños. Estabas a punto de beber tu bebida favorita, muy cerca de dar el primer sorbo, y...

Gritos, wow, ¿Ahora que ocurría?...

— ¡Ha despertado!, ¡ELLA SE HA DESPERTADO! –Una voz asustada y llena de emociones encontradas, de quien calcularías una persona de veinte a treinta años, tampoco eras tan buena en esto de dar un estimado, es decir, recién te despertaste, ni que fueras god.

Abriste los ojos y te sentaste plácidamente, o al menos lo mejor que pudiste; esperabas encontrarte con tu alcoba, pero... Era muy diferente todo.

¿Dónde estabas?

✷ Sin salida || Twisted Wonderland Donde viven las historias. Descúbrelo ahora