❥ Trébol y diamante || Riddle Rosehearts

782 88 14
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Deberían darte un premio por haber convencido a Riddle de darte espacio, después de lo de ayer obviamente iba a ser extremadamente difícil quitarte el ojo de encima

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Deberían darte un premio por haber convencido a Riddle de darte espacio, después de lo de ayer obviamente iba a ser extremadamente difícil quitarte el ojo de encima.

Estabas siendo guiada por un gran grupo de cartas camino a ver al consejero real. Cada pasillo te llenas de una o dos cartas de guardias más, y ninguna era Ace o Deuce, trataste de preguntar por su paradero, pero no obtuviste respuesta hasta que finalmente te hartaste y les enfrentaste al séquito atrás tuyo.

— Dije, por favor, quiero saber dónde están las cartas Ace y Deuce; los que me acompañaron ayer. –Hablaste con seriedad.

— Su majestad... El rey ordenó no decirle. –Soltó una carta producto del miedo del ambiente, siendo tapada su boca luego por las demás cartas.

— El rey, claro... Solo... –Dijiste empezando a preparar tu escenario– Tan solo me preocupo por los lindos habitantes y gente que tanto aprecio me tienen, y yo... –Empezaste a llorar.

— ¡No llore amada reina! –Dijeron todas las cartas presentes.

— Están pintando rosas originalmente blancas en el jardín real. –Habló una carta tratando de calmarte.

— ¡Entiendo! Gracias~. –Respondiste contenta empezando a ir en esa dirección.

— ¡E-Espere! ¡Volverá a tener problemas con el rey por-! –Trató de detenerte una carta.

— Que yo sepa debía de visitar el pueblo y luego al consejero, solo debo confirmar si “el pueblo” está bien. –Dijiste, y no mentías, lo último que quisieras era que pagaran pato ese dúo.

En contra de los pedidos aún algo obstinados de las cartas fuiste, las que te apoyaron te señalaron cómo llegar al patio, aunque claro, era por el motivo de quedarse cerca y no sufrir la ira del rey si no lo estaban como ayer.

Suponías que el castigo sería solo para ese dúo de una sola neurona, pero te sorprendiste al ver una larga fila de otras cartas pintando las rosas, muchas saludando y otras pidiendo clemencia a que puedas abogar por todos los de allí a que se le quiten la penalidad. Hablarías luego con Riddle de esto.

✷ Sin salida || Twisted Wonderland Donde viven las historias. Descúbrelo ahora