Luego de lo de la pintura, que al final dijiste que no deseabas eso y Riddle aceptó para verte mejor, fuiste a tu dormitorio. Ibas a llorar un buen rato, descansar y luego aceptar nuevamente tu triste destino...
— Al fin, la estábamos esperando. –Dijo la reconocida voz de Ace.
Y claro, ¿Te acuerdas que le dijiste a Ace y Deuce que fueran apenas terminaran de pintar? Pues aquí están, y mágicamente con Cater.
— Es un sorpresa tenerlos aquí. –Hablaste algo despistada.
— Pues claro, después de salvarnos el cuello era imperdonable si no veníamos. –Dijo Deuce con clara convicción en su rostro.
— ¡Y yo vine para saber más chisme! –Alzó un poco la voz Cater claramente animado, y algo más tranquilo en su vibra; pero, siendo callado por el dúo para evitar que haga mucho ruido.
— ¿Es verdad que prometió quedarse? –Preguntó Ace curioso.
— En teoría sí... –Contestaste con clara tristeza en el rostro, este no era tu hogar y estabas sentenciada aquí, ¿Qué expresión más podrías sentir?
— No creo que te anime la idea, ¿Por qué no nos cuentas el porqué? –Preguntó Cater– Si tienes dudas de que lo ande diciendo, puedo prometerlo por el meñique, ninguna promesa se rompe con el meñique. –Dijo Cater acercando su dedo hacia ti.
— ...Trato. –Contestaste mientras juntaban sus meñiques a forma de promesa.
La explicación fue el punto medio entre lo resumido y extendido, solo lo necesario para que sea fácilmente comprensible lo que dirías, y sobretodo creíble.
Apenas acabaste solo podías esperar las respuestas de tus acompañantes, los cuáles momentáneamente te miraban con asombro por lo que habías comentado.
— No eres de aquí, lo suponía. –Dijo Ace con algo de seriedad.
— Conmigo decías que la reina era igual que siempre. –Confesó Deuce mirando extrañado a su compañero.
— Jajaja, justo como el clásico mito de Alicia. –Dijo Cater ignorando al dúo.
— Solo quiero huír de aquí, yo tengo un hogar, ¿No pueden hallar una manera de sacarme? –Preguntaste con ganas de tener esperanza.
— Mmmm, pues ya es un milagro que el rey te deje sola en la habitación y no custodie sin ningún guardia. –Dijo Ace.
— Si fallas, empeorarás posiblemente la situación. –Intentó razonar Deuce– Pero si es lo que desea, prometemos ayudarle. –Dijo lo último con clara determinación.
Y así en esa conversación se formó la idea de tu escape, un día en la mañana irías con un grupo de guardias al pueblo, luego Ace junto a Deuce los distraería con una estampida de animales melódicos y Cater te guiaría hacia la guarida de la oruga.
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✷ Sin salida || Twisted Wonderland
RomantizmBueno, ya estabas acostumbrada a vivir en Twisted Wonderland; después de un largo y tedioso día fuiste a descansar al dormitorio. Fue un confortable sueño, del cuál claramente debías tarde o temprano; esperabas toparte con tu cuarto, pero, era estab...