¡¿Quiénes son todos?!, o mejor dicho, todas. Estabas rodeada por un gran grupo de mujeres león que te apuntaban con sus distintas armas, principalmente lanzas de madera, con un filo que aterraba.
— ¡Preséntese! –Dijo una voz sacandote de tu ensoñación.
— ¡¿E-?! –Le miraste extrañada, ibas a responder, pero era difícil cuanto más acercaba su arma a tu cuello, casi sintiendo que te iba a cortar.
— ¡Cálmate! –Dijo una voz desde atrás, aparentemente la líder del grupo– Su apariencia, es muy... –Mencionó con mucha duda.
— ¡Sí! Es idéntica a la-... –Habló otra mujer a medias, siendo callada por todo el grupo instantáneamente con sus miradas.
El grupo, a pesar de la aún gran desconfianza, bajó con precaución sus armas. Sentiste alivio de ya no sentir que te iban a matar, momentáneamente aunque sea. Por los gestos de la líder decidiste empezar a hablar.
— Yo... Soy Mc y... No estoy segura que tengan a quien están buscando. –Dijiste, era mejor sincerarte, es decir, ya viste en las películas que el mentir te trae consecuencias. También estás muy en shock para mentir.
Pero, ¿Esto es un sueño verdad? Es imposible que terminaras aquí de la nada. Si deseas volver, deberías, ¿No es así?
[• • •]
No funciona. Qué asco de sueño.
— Yo creo que debemos expulsarla. Podría ser una infiltrada de algún enemigo del rey. –Dijo una mujer león entre el grupo.
— Tenemos la orden de que a cualquier vistazo de... Tú sabes, debemos reportarlo. –Respondió otra mientras te miraba.
— Me agradaría si pudieran tal vez darme detalles, estoy perdida... –Dijiste algo cansada de ver cómo trataban de ocultar algo.
— El rey prohibió hablar sobre ello de modo que su repercusión pueda causar paso a hipótesis sin fundamento. –Habló la mujer león de adelante mientras tenía entre sus manos la cuerda que ataba tus manos.
— ¿Y eso significa que...? –Dijiste tratando de obtener una respuesta.
Silencio, genial, ignorada.
No pasó mucho para que vieras un gran arco frente suyo, con un letrero con palabras que podías intuir eran el nombre del pueblo cercano. Justo un poco más caminaron y estaba un grupo de hombres león que vigilaban la puerta enorme de ingreso, notaste que todo estaba normal hasta que detuvieron su mirada en ti.
— Ella... ¿Qué hicieron? –Dijo interrogante el hombre león.
— La encontramos y sólo cumpliremos con el protocolo. –Respondió la líder del grupo de mujeres, quién era la que llevaba tus manos atadas por una cuerda.
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✷ Sin salida || Twisted Wonderland
RomanceBueno, ya estabas acostumbrada a vivir en Twisted Wonderland; después de un largo y tedioso día fuiste a descansar al dormitorio. Fue un confortable sueño, del cuál claramente debías tarde o temprano; esperabas toparte con tu cuarto, pero, era estab...