-Jungkook perdí una apuesta. Lo siento-
-¿Cuánto apostaste? No me digas que apostaste el departamento-
-No se trata de dinero, porque la apuesta eres tu-
-Jungkook, ¿quieres salir conmigo?- Taehyung sostenía una rosa roja en su mano, mientras su otra mano sostenía un estuche con anillos de promesa. Su reflejo en el espejo lo hizo darse cuenta de lo que hacía...
-¿Cuántos años tienes? ¿Dieciséis?- se cuestionó a si mismo, al mismo tiempo que arrojaba las cosas que sostenía a la cama
Jungkook estaba en su recámara durmiendo, por lo que la probabilidad de que este entrara, era nula. Eran las tres de la mañana, y Taehyung no podía dormir.
La idea de que Kook fuera su novio estaba volviendolo loco, desde aquella noche de sexo salvaje, pensar en el azabache se había vuelto más que una costumbre. Él no quería que el chico tuviera la idea de que era "amigos con derechos". Tae quería algo más personal, más íntimo, por lo que debía proclamarlo suyo, y ser pareja, era eso.
-Bebé, ¿saldrías conmigo?- volvió a decir en voz alta, tratando de hallar un tono de voz en el que no sonara como un acosador.
Taehyung aclaró la garganta, y bebió del vaso de agua que tenía en su mesa de noche. Miró su cama, y recordó todas las cosas que él y Jungkook habían hecho, una sonrisa apareció en sus labios. ¿Era posible que un mocoso de diecinueve lo tuviera así de mal?
Se resignó a sus pensamientos, y salió de la habitación. Quiso asegurarse de que el azabache durmiera, caminó hasta su habitación y vió que la luz estaba encendida, ¿a esta hora?, no lo pensó dos veces, así que entró. Para su sorpresa, Jungkook dormía sobre el escritorio.
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-Oh cariño- dijo el rubio en voz baja
-Seguro se quedó dormido mientras hacía sus deberes- pensó el mayor para sí mismo
Destendió la cama del chico y con cuidado, lo levantó de la silla, tomandolo entre sus brazos y recostando su cuerpo en el colchón.
-Jungkookie, no traes puesta tu pijama- susurró al oído de este
-Voy a ponerte cómodo, no te enojes conmigo si es que despiertas- continuó diciendo
El mayor buscó algo de ropa cómoda para dormir, y luego se dispuso a desvestir al chico, empezó por quitarle los zapatos y el pantalón, Taehyung tuvo que obligar a su mente a no hacerse escenarios imaginarios con lo que sucedía, una vez que tuvo puesta la parte de abajo, le quitó la camisa, sus ojos no resistieron saborear el cuerpo del chico por unos instantes, pero se enfocó en vestir al muchacho y ya. Luego lo arropó y apagó las luces.
Dudó en querer quedarse a dormir con él, o ir a su habitación, pues era tentadora la idea de volver a compartir la cama con ese ángel.
-Ven a la cama- susurró el menor medio dormido, haciendo señas débiles con su brazo, invitandole a acostarse con él.
-¿Cómo dices?-
-Que vengas conmigo- volvió a decir, esta vez se notaba que el chico estaba menos dormido que antes
