-Jungkook perdí una apuesta. Lo siento-
-¿Cuánto apostaste? No me digas que apostaste el departamento-
-No se trata de dinero, porque la apuesta eres tu-
Jungkook recién estaba ingresando a la cocina, mientras Taehyung ya se encontraba ahí, tomando su desayuno.
-Buenos días querido- Jungkook tomó una leche de plátano del refrigerador, restandole importancia al nuevo apodo que se le había otorgado.
Era fin de semana, y luego de una jornada de mucho trabajo, ellos habían decidido quedarse en casa a disfrutarse. Ya pasaban de las once de la mañana, así que luego de desayunar, ellos decidieron cambiarse la pijama por algo más casual.
La pareja se encontraba recostada en la sala, mientras veían cualquier película proyectada en televisión, a Jungkook se le veía inquieto, mientras revisaba su teléfono, sin prestar demasiada atención al filme.
-¿Pasa algo?- intervino Taehyung al ver como el azabache se removía una y otra vez en el sillón.
Jeon lo miró, y guió su mirada al semblante de Kim, analizando su estado.
-No es como si fueras mi papá o algo, pero por alguna razón siento que debo consultartelo- el menor mordió sus uñas, nervioso.
Tae se acomodó mejor en el sillón, y miró atento al chico, aguardando por aquello que quería decirle.
-¿Puedo perforarme?- escupió de la nada el azabache
El rubio lo miró con un poco de sorpresa, siendo que la verdad, no podía imaginar a su conejito con algún arete en su cuepo.
-¿En dónde quieres la perforación?-
-Bueno... estaba pensando en hacerme algunas en las orejas- el menor seguía mordiendo sus uñas, alerta a cualquier mala reacción del contrario. Quien realmente no se veía muy impactado ante la noticia, más bien, se le veía conmovido por la escena.
-¿Me estás pidiendo permiso o mi aprobación?-
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Jungkook se quedó pensando unos minutos, quedandose exactamente en la misma posición, sin siquiera parpadear, parecía que realmente, ni el mismo sabía que era lo que buscaba de Taehyung.
-No sé, supongo que las dos- habló luego de un viaje por el cosmos
-Claro que puedes mi amor, la verdad pensé que era algo más que eso-
Entonces, una llamada entró al teléfono de Jungkook, interrumpiendo por completo la lucha de miradas en la que él y Tae se encontraban.
[diga?]
[Jungkookie, estoy afuera de tu casa]
Al inicio, la voz que sonaba del otro lado de la línea, no le sonaba para nada a Kook, no hasta que recordó quien era la persona que siempre lo llamaba "Jungkookie"
[Ah, Soojin, ¿qué haces afuera de mi casa?]
[¿no es obvio? Vine a verte]
Taehyung, quien estaba escuchando toda la conversación, simplemente negó con la cabeza, haciendole saber a Koo que no dejaría que ella entrara a la casa.
[Su... la cosa es que, no... no estoy en casa]
[¿Ah, de verdad? ¿entonces porqué las luces están encendidas?]
Jungkook maldijo por dentro, él no podía ser grosero con Su, pero tampoco iba a arriesgarse a dejarla entrar, y que luego Taehyung lo castigara por ello.
[es que...]
El teléfono fue arrebatado de su mano, mientras ahora Tae se encontraba al habla.
[Verás Mei-jin, Jungkook está muy ocupado conmigo como para atenderte, vuelve luego]
[No me llamo Mei-jin, soy Soojin]
[Me da igual, dije que vuelvas después]
[¿Y tu quien eres?]
[No es obvio? Soy su novio]
Dicho esto, la llamada terminó, dejando atónito a Jungkook, ¿acaso el había dicho novio? Taehyung se levantó del sillón y fue afuera, según él, a tomar el sol, lo cual era ridículo porque el día era nublado. Jungkook tuvo que seguirlo, pues necesitaba saber porqué se había comportado de esa forma.
-Me encantan los días nublados, me ayudan a pensar mejor- articuló el mayor una vez que Koo estuvo a su lado
-¿Así que eres mi novio?-
-Me gusta pensar que soy un hombre diferente a los demás, pues encuentro felicidad en los libros y en música antigua, yo puedo visualizarme bebiendo una taza de té con un elegante abrigo en los años 50's-
-¿estás evitando una conversación?-
-Aunque si lo pienso bien, en esa época yo jamás hubiera podido conocer a un mocoso como tu-
La mirada de Taehyung se posó en Jungkook, quien se refugiaba en su propio calor, pues el viento que corría estaba siendo algo más intenso.
-Jungkook, ¿sientes algo por mi?-
El azabache se petrificó ante la pregunta, ¿a qué venía eso ahora?
-Bueno.... si- dijo el menor chillando muy bajito
-Estupendo. Porque yo también siento algo por ti, aunque me aterra que pienses que no soy sincero con lo que digo, nunca he hecho una cosa como confesarle mi amor a alguien-
Jungkook lo escuchaba atento, pero sin decir una sola palabra.
-Conejito, creéme que detesto ser cursi, pero contigo no puedo evitarlo. Sé que probablemente me veo estúpido diciendote esto, dado que soy mayor que tu, y no debería sentirme así de nervioso, pero la verdad es que me gustas mucho, mi intención jamás fue solo el sexo, yo quería tener algo más que una pareja sexual, yo quiero... a alguien que me ame-
Las manos de Taehyung tocaron las de Jungkook, quien parecía no dar crédito a lo que oía, no era que no le creyera, de hecho, jamás escuchó a alguien tan seguro de sí mismo, el problema era que no sabía que decir.
-Perdiste-
Taehyung levantó la mirada, algo confundido por la reciente frase de Jungkook.
-De hecho, ambos perdemos en esto. Tu pierdes porque te enamoraste primero, y yo pierdo por ser el que va a darte su 100%, aún cuando hay altas posibilidades de que me rompas el corazón-
El rubio sonrió, pues por primera vez en su vida, algo se sentía real, se sentía vivo.
Jungkook lo hacía sentirse vivo.
-Seamos pareja, arruinemos las sábanas y compartamos nuestras vidas, ¿quieres? porque yo muero por declararte mío-
-Jamás me sentí tan seguro de algo en toda mi vida-
Jungkook se abalanzó sobre Taehyung, quien lo recibió gustoso, uniéndose en un casto beso, que ambos hicieron durar hasta que el aire ya no fue sificiente.
