Hiryuu x Comandante (Shikikan Series)

Apresúrate o se irán sin ti

Seiji Tanaka asumió el puesto de Comandante en un puerto del Sakura Empire en la prefectura de Hokkaido varios meses atrás. Ese tiempo le sirvió para conocer mejor a las kanzen (chicas barco), sus respectivas personalidades y cómo tratar con cada una.

Ahora camina por el muelle supervisando a las chicas, que terminan los preparativos para la misión. Mientras observa a los manjuus hacer una última revisión a los gears de las kanzen que zarparán esta vez, se topa con Kumano y Suzuya. Los dos cruceros pesados parecen trabajar en algo en sus gears.

- Shi ki kan! -Kumano deja lo que hacía para avalansarce sobre Seiji. Este hace lo posible por mantenerse en pie.

- Qué tal, Kumano? -responde en tono amable mientras intenta safarse del abrazo de Kumano sin éxito, ella se divierte-. Qué están haciendo? -pregunta luego de rendirse.

- Oh! Comandante -saluda Suzuya inclinando ligeramente la cabeza-. A Kumano le pareció que los gears tendrían mejor aspecto si los decorábamos con unos dibujos -dice mientras se acomoda el cabello detrás de una oreja.

Seiji, con un brazo al rededor de Kumano, se acerca a ver qué han dibujado. Observa varios dibujos pequeños  de cosas que les gustan a ellas y en el centro ve escudo del Sakura Empire pintado con un rosa muy vivo.

- Han quedado bastante bien -ambas chicas le sonríen-. Listas para zarpar?

- Shikikaaan -dice Kumano mientras se aferra al brazo de Seiji-. Cómo se te ocurre enviarnos a una misión tan peligrosa? -se queja en un tono coqueto.

- Ruego porque no lo sea. En principio solo es una misión de rescate -Suzuya también se aferra al otro brazo del Comandante-. Pero en caso sea algo más que solo eso, debo enviar a mis mejores chicas -lo dice mirando a cada una.

Aquella respuesta agrada a ambas. Ellas se ríen mientras juguetean con él un poco más.

Luego de dejar a las chicas con sus gears, Seiji se dirige a donde se encuentra Souryuu, quien es la encargada de liderar esta misión. La encuentra revisando una lista junto a algunas kanzen y manjuus que suben cosas a una pequeña nave.

- Shikikan -ella lo saluda firmemente apenas lo ve.

- Señorita Souryuu -inclina la cabeza un poco y se situa a su lado-. Cómo van los preparativos?

- Ya estamos por terminar -mira en dirección a la pequeña embarcación-. Este es el bote que solicitó para llevar a los manjuus.

- Te lo agradezco. El mensaje que recibimos solo decía que el barco de suministros requería de reparaciones, pero nada sobre el motivo por el que los necesita -Seiji mira a Souryuu-. Sé que no tengo que decirte esto, pero por favor esten atentas ante cualquier posible ataque.

- No se preocupe Comandante -ella pega la tabla de la lista hacia su cuerpo-. Desde ya he advertido a las chicas -Seiji asiente en señal de agradecimiento-. Por cierto, ha visto a Hiryuu? No falta poco para zarpar y no la he visto por ningún lado.

Seiji se queda pensando unos segundos y luego sonríe.

- No, pero creo saber donde puede estar -él se despide y se marcha del lugar.

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Seiji sube las escaleras que llevan hasta el dojo del puerto que se encuentra en lo alto de una colina. Cuando se acerca a la puerta escucha el sonido de un saco al ser golpeado. Desliza la puerta corrediza.

Entonces ve a Hiryuu, lleva un short deportivo de licra y sujetador negros. Golpea un saco de arena que cuelga de un riel unido al techo. El saco de arena lo cubre desde la posición donde se encuentra, haciendo que ella no lo vea llegar. Camina sigilosamente hasta estar detrás del saco. Con un movimiento rápido lo corre de su lugar y coloca la palma derecha justo a tiempo para detener el golpe de la peliblanca.

- Con que aquí estabas -dice Seiji a modo de saludo mientras coloca ambas palmas a la altura de los hombros de Hiryuu dándole a entender de que ahora él será el saco-. Te estaba buscando.

- Shikikan -saluda Hiryuu y asesta un golpe cruzado con la derecha-. Vine aquí a entrenar un poco. Ya sabes, para estar en forma antes de la misión -ella continúa con los golpes.

Seiji se ve obligado a rápidamente flexionar la pierna izquierda a la altura de su abdomen para bloquear la patada que Hiryuu le intenta asestar. Ella le sonríe y espera la misma respuesta, pero ve algo distinto en la mirada de Seiji.

- Qué ocurre, Shikikan? -detiene los golpes-. Te noto preocupado.

Él se relaja un poco. Hiryuu es la chica con las que más confianza tiene. No siente la necesidad de ocultar sus preocupaciones con ella. Suspira.

- Es por la misión -Seiji mira por la ventana que da al mar-. El mensaje de auxilio vino de un barco que traía suministros de una base que está al este del territorio del Northern Parliament. No hemos tenido mucha actividad de las Sirens por esa ruta desde hace meses -escudriña el horizonte-. Teniendo en cuenta ambas cosas. Es normal que esté preocupado -vuelve el cuerpo hacia ella.

Hiryuu regresa a el entrenamiento.

- Por eso estamos llendo nosotras, Shikikan -la expresión de Seiji cambia-. Para que no te preocupes.

Él retoma su posición de defensa. Cuando Hiryuu intenta asestar un golpe con el brazo derecho, él retrocede la palma haciéndole perder el equilibrio. En seguida el comandante hace un arco con el puño izquierdo en dirección a ella. En el último instante el puño de Seiji se abre, para solo darle un empujón al ver que ella no logrará esquivarlo.

- Sigues teniendo problemas con los reflejos -dice Seiji en tono afable luego de que ella se levanta. Vuelve a levantar las palmas-. Continúa.

La peliblanca lanza golpe tras golpe, algo frustrada por lo que acaba de pasar, hasta que uno de ellos llega con demasiada velocidad para Seiji y le da de lleno en el rostro. Cae al piso. Al darse cuenta, Hiryuu se apresura a socorrerlo.

- Shikikan! -dice al tiempo que se pone de rodillas y lo ayuda a incorporarse-. En serio lo lamento. No medí mis golpes -se disculpa avergonzada.

- Tranquila, tranquila -dijo llevando un brazo al hombro de ella y riendo ligeramente-. Yo me lo busqué.

- Te lo compensaré -ella se pone de pie y le extiende la mano para ayudarle a levantarse- Quieres ir a tomar un té?-. se apresura a decir.

- Yo encantado -mira en dirección al reloj de pared que se encuentra en un extremo de la sala-. Pero...tendrás tiempo?

- Claro -Hiryuu se acerca a recoger sus cosas del piso-. Zarpamos al mediodía y faltan dos horas para eso.

- Son las once y cincuenta y siete -responde Seij, mientras le muestra la hora en su reloj. Se divierte viendo como cambia la expresión de Hiryuu. Señala al reloj de pared-. Ese se ha estado atrasando últimamente. Recuerdo haberle pedido a los manjuus que lo cambiasen hoy -dice extrañado.

- Ooooouh! -alcanza a decir ella cuando repara en que le pidió a esos mismos manjuus que le ayudasen a instalar el nuevo saco de arena, pero no lo comenta. Se pasa un asa de la mochila por el hombro contrario a esta-. Debo irme.

- Apresúrate -le dice Seiji luego de chocar el puño que ella le extiende a modo de despedida-. O Souryuu va a matarte -ella acelera el paso al escuchar eso y se marcha.

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Seiji mira con angustia por la ventana de su oficina. Hace cinco días que las kansen partieron en ayuda de aquel barco. Sigue preguntándose si tomó la decisión correcta, como hace a menudo. Escucha pasos afuera en el pasillo, alguien viene corriendo. La persona se detiene ante su puerta y pregunta si puede pasar.

- Adelante -toma asiento y saluda a la chica con orejas de zorrillo que acaba de entrar-. Naganami. Buenos días. En qué puedo servirte?

- Shikikan, el grupo de Souryuu acaba de llegar al puerto -esto le alegra- Pero lamento informarle que hubo problemas -el comandante la mira preocupado- Dos kanzen resultaron gravemente heridas. Kumano y Hiryuu -la angustia vuelve a Seiji.

- Las chicas vuelven de la operación pero fueron atacadas. Dos chicas han salido heridas, Hiryuu y alguien más.