Hiryuu camina por los pasillos de la base del puerto. Busca al Comandante. No lo ha visto en toda la mañana. Algo recurrente estos últimos días. No estaba en la Sala de Máquinas, ni en el Astillero Naval supervisando las reparaciones de las naves. Tampoco estaba en la cafetería de la base. Y según lo que Ooshio, encargada de la cafetería ese día, le comentó. El Comandante no ha ido allí en todo el día.
Será que no ha salido de su oficina desde la mañana? Aunque eso no es muy común en él. Piensa Hiryuu. En ese momento, al otro lado del pasillo ve como Seiji pasa apresuradamente. Ella corre a su encuentro.- Shikikan!! -lo llama cuando se encuentra a pocos metros de él. El Comandante se detiene. Por unos segundos no dice nada.
- Ah, Hiryuu -sale de su trance-. Hola. Qué puedo hacer por ti?
- No estabas en tu cuarto cuando fui a buscarte -responde la peliblanca-. No te he visto en todo el día. Dondé andabas?
- Lo siento. He estado trabajando en la oficina desde ayer -Seiji se lleva las manos a los ojos para limpiarse alguna legaña-. Para qué me buscabas?
- Desde ayer? -dice preocupada- Ha ocurrido algo?
- No es nada. Es solo que este tema de las Sirenas me tiene muy ocupado -le resta importancia y esboza una sonrisa-. Dime. Para qué me buscabas?
- Ah, solo quería preguntarte si saldrías a entrenar conmigo.
- Entrenar? No te dije que debías guardar reposo?
- Pero de eso ya pasó una semana -responde a modo de queja-. Estoy mucho mejor ahora.
- Segura? Si ahora mismo hiciéramos un sparring. Me ganarías? -bromea con ella. Ella frunce el ceño y hace puchero. Seiji se ríe. En eso, ven a Suzuya acercarse.
- Shikikan. Hiryuu -dice a modo de saludo. Ellos responden de igual manera-. Shikikan, tengo los documentos que solicitaste.
- Perfecto -Seiji los recibe-. Hiryuu, lo siento. Estaré ocupado con esto por un buen tiempo. Pero si te sientes mejor, puedes ir a entrenar. Solo no te sobreesfuerces. Sí? -le hace una seña con la cabeza a la chica de cuernos rojos para que lo acompañe.
- Pero Shikikaaan... -dice la chica con voz apagada mientras ve a Seiji y a Suzuya alejarse.
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Seiji se recuesta sobre su silla reclinable. Lleva las manos detrás de su cabeza y entrelaza las manos para recostarla sobre ellas. Delante de él hay una pantalla gigante y otras de menor tamaño a sus costados. Suspira.
Busca algo en las imágenes que se proyectan en ellas. Algún indicio, alguna pista que se haya perdido y pueda relacionarla a la cueva que encontraron las kanzen en la última misión. Solo tiene un vídeo grabado por un manjuu cuando llegaron donde estaba el barco de suministros y unas cuantas fotos. En el vidéo se ve la parte externa de un iceberg con una cueva de la que desprende una luz rojiza, pero nada más. El vídeo se corta cuando dos Sirenas salen por detrás del iceberg y una de ellas apunta sus cañones a donde Seiji supone estaba Hiryuu en ese momento.- Nada -se lamenta-. Una semana entera investigando y no tenemos nada.
- Lo sentimos Shikikan -escucha decir a Suzuya. Llevaba tanto tiempo mirando la pantalla que se olvidó que tenía compañía.
- Yo lo siento Suzuya. El reclamo no estaba dirigido a nadie -ella asiente aceptando sus disculpas-. Es solo que sin importar donde busquemos no hay nada parecido a esto -señala la entrada del iceberg que se proyecta en la pantalla.
- Tiene que ser tecnología nueva -comenta mientras ordena los papeles esparcidos por las mesas-. Desea ver los documentos de la base de nuevo, Shikikan?
- No -responde sin voltear a verla-. No tiene caso. He leído todos los documentos de esta base y los que recibimos de la Base Central al menos dos veces. Y nada.
- Entiendo. Kumano, baja los pies de la mesa -ordena a la chica rubia sentada a la derecha de Seiji-. Y deja el celular.
- Es que estoy taaaaaan aburrida -se queja mientras recoge sus piernas y acerca su teléfono hacia su pecho-. Shikikaaan, no quieres salir a comer algo para despejaaaarte? -pregunta medio cantando.
- Gracias Kumano, pero paso -con una mano desvía el pie que la rubia le extendió para hacer que voltee a verla-. Ustedes vayan. También tienen que relajarse. Yo pediré que me traigan algo de comer.
- Nooou... -Kumano camina hasta detrás de Seiji, lo rodea con sus brazos y entrelaza sus manos a la altura del abdomen de él-. Todos los días has estado cenando aquí. Debes salir de vez en cuando.
- Kumano tiene razón, Shikikan -Suzuya apega los documentos contra ella-. No te hace nada bien pasar todo el día sentado aquí, mirando las pantallas -luego de pensarlo un poco, Seiji asiente.
- Siiiiiii! -da suaves palmadas en el pecho del comandante por la victoria-. Esa luz...roja de la cueva no se irá a ninguna parte -libera a Seiji de su abrazo y este se pone de pie-. Han abierto un restaurante alemán a las afueras de la base. Hay que ir a ver que tal está.
Seiji acepta la propuesta y camina hasta Suzuya para ayudarle con los paleles que intenta dejar en la mesa sin que se le caigan. Deja sola a Kumano, quien dijo que preguntaría a sus amigas de Iron Blood que le recomendaban pedir una vez estuviese en el restaurante.
- Ahhhhhhh! -Seiji deja caer los papeles del susto por el grito de Kumano. Voltean a verla-. Estaba viendo mi chat con Nurnberg y recordé que hace un tiempo me dijo que participó en una investigación de unos cubos rojos, negros, algo así -les muestra la pantalla de su celular-. Miren.
- Préstame tu celular un momento, por favor -Seiji le extiende la mano y ella se lo entrega. Luego de leer la conversación por él mismo. Le entrega el celular de vuelta a Kumano-. Alguna de ustedes alcanzó a ver algo dentro de la cueva?
Ambas niegan con la cabeza.
- Hiryuu fue la que más se acercó a la cueva -responde Suzuya- Claro, antes de que las Sirenas nos atacasen.
El Comandante llama a alguien por su celular luego de escuchar esto.
- Agano -saluda- Necesito que envíes un mensaje a un puerto de Iron Blood, el de Sassnitz. Que nos envíen toda la información que tengan sobre cubos rojos o negros de los últimos dos meses. Diles que tememos que las Sirenas tramen algo al norte del Sakura Empire -cuelga luego de estar seguro que Agano captó bien el mensaje.
- Supongo que pediré que nos traigan comida -dice Kumano algo decepcionada. Se pone a buscar el número del restaurante por su celular.
- Al menos parece que hemos avanzado algo con la investigación -Suzuya la alienta-. Hiryuu estará feliz.
- Hiryuu? -se extraña Seiji.
- Sí. Se decepcionó mucho cuando rechazaste entrenar con ella.
- Pobre Hiryuu -se lamenta Kumano. Mira al Comandante- Shikikan! Cómo puedes hacerle ese desaire?
- No lo entienden. Esto lo hago por ella -Seiji camina hacia su silla-. Digo, lo hago por todas -toma asiento-. Yo las envié a esa misión sin tener ninguna idea del lugar al que iban. No tomé en cuenta las señales. Tú y ella salieron heridas por eso. No cometeré ese error de nuevo. No me lo puedo permitir.
Las dos amigas se miran una a la otra. Kumano habla con Suzuya sin emitir sonido. Dijo "ella", verdad?. Suzuya asiente y ambas sonríen en complicidad. Lentamente acercan dos sillas delante de la de Seiji y toman asiento aputándolas a él.
- Shikikaaan -el tono dulce de Kumano llama la atención de Seiji- Qué piensas de Hiryuu?
Las mira extrañado.
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Hiryuu x Comandante (Shikikan Series)
General FictionLuego de convivir un tiempo con el comandante, Hiryuu desarrolla sentimientos por él, pero no se siente segura de que con su forma de ser pueda avanzar en su relación y buscará la forma de cambiarla. La historia está ambientada y toma elementos del...