Debemos volver

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- Bueno, un día después encontré a Hiryuu y a Z1 en una pelea. Bueno, pelea entre comillas -aclara Seiji-. Por lo que luego me contó ella, fue la Destructora alemana la que estaba alardeando y la retó a un duelo. La cosa no acabó bien. Souryuu y Z23 llegaron, detuvieron el duelo y tuvieron que quedarse después de clases -hace una pausa para recordar-. Luego de eso sucedió lo del hada en la bibliote...

- Shikikan! -lo interrumpe Kumano. Señala a la pantalla-. Esa barrita ya está en 10% y aún no nos cuentas algo que justifique que Hiryuu pueda entrar todas las mañanas a tu cuarto a despertarte.

- Cómo sabes eso? -pregunta desconcertado.

- Lo comentó cuando estuvimos en la enfermería -explica la rubia-. Pero eso es irrelevante ahora.

- Bueno -dice no muy convencido-. Entonces no quieren saber lo que pasó con el hada?

- En otro momento. Encantadas -responde Suzuya cortésmente-. Ahora mismo quisiéramos escuchar algo más...personal.

En automático ambas chicas juntan las palmas, las llevan a la altura del hombro, recuestan la cabeza sobre ellas y sonríen de oreja a oreja. Son buenas para persuadir a Seiji.

- Está bien. Lo que tienen que entender es que esa no fue una semana fácil para mí. Era un recién llegado. Aún no sentía que congeniaba con las chicas. De hecho, ustedes son testigo. Las conocí en esa semana.

- Es verdad. No hablabas mucho en ese entonces -confirma Kumano-. Eran los nervios?

- En parte eso y porque estaba estresado. La gestión del evento me superó -Seiji empezó a numerar con sus dedos-. Organizar las clases, los entrenamientos, las misiones. Lo estaba haciendo fatal. Por suerte Souryuu no me dejó solo. Diría que casi ocupó mi puesto durante esa semana. Saben que ella es amable y nunca renegó conmigo, pero yo sentía que la fastidiaba. Así que esa semana me quedaba en el colegio hasta tarde terminando mi trabajo -el semblante de Seiji se volvió más serio-. En realidad lo hacía para evitar a las demás.

El Comandante se levanta de su asiento. Camina hasta la mesa y rellena su vaso con más cerveza. Las chicas lo siguen con la mirada. Seiji voltea a ver las pantallas luego de tomar un trago. 40% observa.

- En fin. Resulta que uno de esos días, Hiryuu tuvo que quedarse después de clases nuevamente -se le escapa una sonrisa-. No recuerdo por qué la habían vuelto a castigar. Yo estaba en el salón de siempre y ella pasó por un costado...

*- Shikikan! -saluda Hiryuu y entra al salón-. Buscaba el aula de las Battlecruiser. No esperaba verte por aquí. *

*- Oh -Seiji señala con su mano izquierda-. Está a tres puertas más allá. *

*- Gracias -ella se acerca más a él-. Qué haces aquí?

*- Termino unos trabajos -señala los papeles que están en su mesa-. Y tú? Castigada otra vez? *

*- Así es -gimotea-. Volviendo a ti. Por qué no estás en tu oficina? Creo que mi hermana te buscaba. *

*- Oh. Ya veo -responde Seiji-. Iré con ella ahora mismo. *

*El Comandante apoya sus manos en los reposabrazos y se dispone a levantarse. En eso, Hiryuu toma un brazo de Seiji y lo detiene. *

*- Te veo triste -dice suavemente-. Qué sucede? *

*No obtiene respuesta. Él aparta la mirada. Sin embargo, ella lo ha visto todos estos días y ha visto esa misma expresión en su rostro cuando camina de aquí para allá. *

*- Decepcionado por no poder hacer tu trabajo? -Seiji abre los ojos de par en par. No voltea a verla-. Preocupado porque crees que estás fallando a otros? Ya veo. Conozco ese sentimiento. *

*- A qué te refieres? -pregunta finalmente. La chica con orejas de conejo no responde. Se sienta en el piso al lado de Seiji y da unas palmadas a su costado. Él se levanta de su silla, la aparta del lugar y toma asiento a su lado. *

*- Sabes que existió un portaaviones Hiryu durante la segunda guerra mundial, no? De ahí viene mi nombre -él asiente-. Investigué su historia. Fue destruido en la Batalla de Midway. Al igual que Akagi, Kaga y Soryu. Durante un lapso de tiempo fue el único portaaviones operando. Hizo lo mejor que pudo. Intentó acabar con Yorktown. Lo logró, a medias. Aunque esto acabó en la destrucción de él mismo. *

*- Y sientes...remordimiento por eso? *

*- No. No, eso no tendría sentido -explica Hiryuu-. Pero me hizo pensar. Qué pasaría si me veo en una situación así? Sería capaz de hacer algo o solo podría quedarme allí, viendo a mis amigas...caer. Fue una semana difícil para mí. No soy como Souryuu. A ella nada parece afectarle. Esa presión me llevó a ocultarme -golpea la pierna de Seiji-. Justo como a ti. Evades tus obligaciones por miedo. Por no querer fallar. *

*- Qué hiciste en ese entonces? -pregunta luego de asentir. *

*- Entendí que si evitaba ir a misiones por el miedo a fallar a las demás, ya les estaba fallando en realidad. Esto es una guerra Seiji. Lo siento, Shikikan. Es normal que sintamos miedo, pero no podemos permitirnos perder contra él -voltea a verlo-. Así que me preparé. Entrené por mi cuenta, busqué ayuda de las chicas y ahora estoy segura de mis habilidades. No puedo asugarte de que acabaré con todas las Sirenas, pero sí de que no me iré sin intentarlo -sonríe. *

*El Comandante Tanaka se queda pensando en lo último que dijo. Ella se pone de pie. *

*- Espero haber sido de ayuda -sacude su falda-. Más me vale apurarme. No estarán contentas conmigo -se pone en marcha, pero voltea cuando llega a la puerta-. Shikikan, si quieres, mañana puedo pasar por ti en la madrugada. Salgo a correr a esa hora. Te ayudará a despejarte. *

*- Claro -responde él y recoge sus cosas. *

- Bueno lo demás ya se imaginarán como terminó. No podría decir que superé del todo mis miedos, pero creo que aprendí a controlarlos.

Seiji mira a sus dos espectadoras. Kumano se limpia una lagrimilla con la mano derecha y Suzuya lo observa con ternura.

- No dirán nada? -pregunta él. Gira para ver las pantallas-. Al fin terminó la transferencia. Veamos que tenemos aquí.

Los tres se acercan a la computadora. Suzuya se hace con el teclado. Abre los archivos.

- No pudieron haberlos enviado en inglés al menos? -dice Seiji decepcionado-. Mi alemán está algo oxidado.

- Pero el mío no -Kumano se acerca a la pantalla-. Veamos...una cueva negra al norte de Sassnitz...niebla blanca rojiza saliendo de ella -lee la rubia-. Acabamos con las Sirenas del lugar...uhmm. Ah. Encontramos un cubo negro incrustado en una mesa de metal -Seiji la detiene.

- Bien. Qué más dice en los otros archivos?

- Aquí hay fotos del lugar con sus descripciones -pasa a otra página-. Reportes del combate con las Sirenas. Ah. "Cubo Negro-Investigación" -señala Suzuya.

- No hemos visto esta tecnología antes. No es de Sirenas -empieza a leer Kumano-. El cubo tiene características similares a los cubos azules normales. Salvo que presenta una luz amarrilla en el centro. Además de su peculiar color negro en el resto de su superficie y en su interior...reacciones extrañas cerca a los cubos azules...a nivel de código son parecidos, pero los cubos negros presentan mayor información...

- Esta parte si está en inglés -señala Seiji-. "Metamorphosis".

- Ah. Tal vez a eso hacía referencia el otro documento -menciona Suzuya. Cierra la pestaña y señala un archivo con el dedo.

- META -lee Seiji-. Puedes abrirlo?

- No me deja -responde Suzuya luego de intentarlo-. Investigación incompleta dice.

- Uhmm -se agarra la barbilla-. Kumano, el anterior documento mencionó algún accidente cuando recogieron el cubo?

- No, no leí nada de eso -Kumano se agarra la cabeza-. Pero volveré a leerlos si quieres. Por qué lo preguntas?

- Porque tendremos que volver a esa cueva -responde el comandante.

Hiryuu x Comandante (Shikikan Series)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora