19 ; I will not give up.

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Takemichi.


Desperté con un dolor de cabeza horrible y con ganas de vomitar. Me levanté rápidamente de la cama para dirigirme al baño, luego de expulsar todo me di cuenta de que este no era mi baño, me miré en el espejo, tenía ojeras y mi rostro estaba pálido, miré mi ropa y en efecto no era la mia. Estaba a punto de entrar en pánico cuando varias imágenes de la noche de ayer llegaron como flashbacks a mi cabeza.

¡No puede ser!

¡Me comporté como una prostituta! Y ¡Con Mikey!

Estaba en la casa de él, usando su ropa. Regresé a la habitación y para mi mala suerte él ya se había levantado. Su cabello desordenado y su camisa ajustada que marcaba su cuerpo tonificado... Oh Dios, no debería estar pensando eso.

—¿Dormiste bien? ¿Cómo te sientes? ¿Te duele algo? Quieres desayunar?—Preguntó acercándose a mí al darse cuenta que ya no estaba dormido.

Los nervios me atacaron ¡Que vergüenza! No puedo verlo a la cara.

—Bebé ¿Qué pasa?—Volvió a preguntar acunando mi rostro en sus manos—¿Quieres que te traiga algo para el vómito?

¿Por qué me está haciendo esto? ¿Acaso no se da cuenta que me duele? Me duele su dulzura, me duele que se siga preocupando por mí.

—Lleváme a casa, por favor.—musité

—Mitchy, hablemos ¿Sí?

—No quiero... Y más si se trata de a-anoche.—Un pequeño gemido salió de mis labios seguido de unas cuantas lágrimas que no pasaron desapercibidas por Mikey, que rápidamente las limpio con su pulgar.

—Sé que estabas bajo el efecto de la pastilla que te tomaste.—Enrolló sus brazos en mi cuerpo y me acercó a su pecho. Las lágrimas no tardaron en salir —Prométeme que no volverás a consumir drogas, Mitchy.

Solté unos gemidos ahogados antes responder.

—L-Lo prometo.—Mi voz estaba amortiguada por su pecho—Lo siento mucho... Yo no quería... Por favor, olvidá todo lo que pasó.

Mikey besó mi cabeza y comenzó a acariciar mi espalda.

—No importa Mitchy, ya nada importa ¿Sí? Solo tú y yo.

No sé cómo esas palabras hicieron que mi corazón burbujeara.

—¿A qué te refieres?–Pregunté sin despegarme de él.

—Salgamos.—Se separó mirándome con una gran sonrisa—Vayamos al parque te compraré tu helado favorito, luego podemos ir al cine y compraré todas las golosinas que quieras.

—¿Por qué tan repentinamente?—Pregunté confundido. La última vez que hablamos fue cuando me rechazó, actuó tan frío conmigo y le dije que ya no podíamos ser amigos, que nuestra relación sería incomoda después de confesar como me sentía.

¿Qué tramaba Mikey?

—Te prometí que sin importar qué, no te abandonaría y eso fue justo lo que hice. Lo lamento Mitchy, eres muy importante para mí, no quiero perderte, pero sé que lo hice. Te perdí.

Noté como sus ojos comenzaron a
cristalizarse.

—Mikey, no llores.—Le pedí dulcemente volviendo a abrazarlo.

—Te lastime, me odio por eso.—Manjiro se lamentaba y eso solo me rompía el corazón.

Si Chifuyu estuviera aquí diría "Que sufra el maldito"

Pero para mi era muy dificil verlo sufrir. Eran pocas las veces que lo veia llorar, ya que él no era de mostrar abiertamente sus sentimientos.

—No lo voy a negar, sí me lastimaste, y mucho. Todavía me sigue doliendo y más teniendóte tan cerca.

No creo que mis palabras hayan sido de ayuda porqué su llanto se intensificó más.

—Lo siento, lo siento, lo que dije solo lo empeoró, pero aun así es la verdad... Mikey, te amo mucho, demasiado, me he acostumbrado tanto a ti que siento que moriría si te fueras de mi lado.–Confesé mirándolo a los ojos—Pero si me quedo contigo seguiré sufriendo y no sería justo para mí.

Mikey me miró y en sus ojos se reflejaba el dolor que sentía.

Takemichi, no vayas a caer.

—Te quiero conmigo, quiero cuidarte, aconsejarte... Quererte. —Dijo Manjiro

No Takemichi, no lo hagas.

—Mitchy, bebé, amor... Te adoro, eres la cosita más linda de todo el universo, pero si tanto te duele estar conmigo.... aléjate de mi.

Abrí mis ojos sorprendido. Aunque quisiera alejarme no podía, alejarme de él solo me llevó a deprimirme, consumir drogas y casi follar con un desconocido en un pub. En cambio, con Mikey todo era mejor, lo único malo eran mis sentimientos, sin importar que hiciera ellos siempre estarian allí.

¿Por qué Manjiro tenía que ser tan perfecto?

—No me alejaré y no dejaré de amarte.—Dije firme ignorando las voces en mi cabeza que decían que iba a cometer una estupidez.

El orgullo es lo último que se pierde ¿No? Pues esta era mi última opción ¿Que tenía que perder? Además del orgullo y la dignidad, pero ¿Qué más?

—No me alejaré y tampoco quiero que lo hagas.—Dije tomando su rostro en mis manos—Te dije que ya no quería que fuéramos amigos, pero ¿Sabes qué? A la mierda todo. No puedo vivir sin ti y por lo que he oído tu tampoco.

Haré que se dé cuenta de una vez por todas de que yo soy el indicado para él.

Prepárate Manjiro, voy por ti.

so fuckin' cute Donde viven las historias. Descúbrelo ahora