21 ; Here we go again.

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Mikey había invitado a Takemichi a almorzar. El pelinegro aceptó porque quería despedirse de Mikey, había hablado con su madre sobre estar un tiempo en casa de su abuela, ella acepto gustosa, además de no tener trabajos pendientes en la universidad, sería más fácil, también quería hablar sobre ellos, sobre que sería su amistad. Luego de la profunda charla con Chifuyu sobre dejar de sufrir por alguien que quizás nunca te corresponda por su terquedad, este se dio cuenta que no podía quedarse estancado en Mikey. Aunque le fuera dificil debía poner su ojo en alguien más, recientemente había pensado en Seishu, era guapo, divertido y alegre, el problema era que este ya tenía el ojo puesto en alguien más, en un chico de su clase de economía, su nombre era Koko, últimamente habían salido y hubo conexión instantánea, sin mencionar que ambos se veían muy bien juntos. Eso hizo que sacara al rubio de su lista de pretendientes, dejando así al chico nuevo, Naoto. Ambos compartían varias clases y hablaban de vez en cuando, no eran muy cercanos, pero Chifuyu insistía en que necesitaba sacarse a Manjiro de la cabeza y Naoto no estaba nada mal.

Sólo serían ellos dos en el almuerzo, bueno, eso hasta que llegó Sanzu. Se le veía de un mal genio la mayoría de las veces.

──Espero no les moleste mi presencia.──Dijo sentandose en medio de los dos chicos.

──No molestas cariño ¿Cierto, Takemitchy?

Con algo de celos, el pelinegro negó poniendo su vista en todo menos en ellos.

──¿Qué vas a pedir?

──Un sándwich, no tengo mucha hambre.

Mikey fue a ordenar dejando a Sanzu y a Takemichi en un ambiente tenso e incómodo.

──¿Por qué no te vas?──Preguntó Sanzu mirando al de orbes azules con el ceño fruncido.

Takemichi se sorprendió por las palabras de la pelirosa.

──¿Disculpa?──Sanzu rodó sus ojos y fijo su mirada en su celular.

──Lo que escuchaste, vete. ¿Qué no te das cuenta que estás de sobra? Ten algo de dignidad.──Sonrió cínicamente haciendo que el de orbes azules frunciera el ceño──No te preocupes por Mikey, le diré que tuviste un problema en casa. Lo entenderá.

──¿Y por qué yo debería hacer lo que tú me dices? No eres mi madre por lo tanto deja de mandarme como si lo fueras.

Sanzu rió y miró a Mikey haciendo la fila para ordenar.

──¿Creés que soy tonta? ¿Qué no se qué Manjiro te tiene loco? ¿Qué estás enamorado de él?

El pelinegro se quedó mudo. Él creia que lo disimulaba muy bien ¿Manjiro le habrá dicho de su confesión? No, Manjiro no pudo haber hecho eso.

──Y también sé que Mikey tiene un no sé qué por ti, eres como un tesoro para él. Lo que significa que solo le traes problemas a nuestra relación.

Takemichi quería hablar, defenderse, pero las palabras no salían.

──Pero adivina qué, Mitchy bebé.──Soltó imitando la voz de Mikey──Mikey nunca te va a amar, solo pierdes tu tiempo, para él solo eres un hermanito, solo eso. él nunca te verá como una pareja, nunca.

Las palabras eran como veneno que llegaron al corazón de Takemichi. Él solo se levantó y corrió al baño, se miró en el espejo:

No lloraré, sus palabras no me afectan.

Lavo su rostro y con una toallita la limpió y salió de allí. Mikey ya había regresado con su comida, pero lo que escucho hizo que su corazón doliera más de lo que ya dolía.

──¿Qué cosas dices amor? Ya te he dicho millones de veces que Takemitchy es como mi hermanito, jamás podría tocarlo o besarlo, sería algo asqueroso además. Sólo quiero estar contigo. Él es mi amigo y siempre, siempre será así. Ya se lo dije una vez y creo que le quedó bastante claro.

No lloraré, no llorare. He llorado lo suficiente.

──Vaya que si.──Soltó sorprendiendo a ambos. Ignoró a la pelirosa y solo se concentró en Mikey──No te pareció asqueroso tocarme en aquella fiesta o cuando te bese. Hmn, que yo recuerde,  correspondiste a todos mis besos
──Takemichi lo miraba con furia. Si las miradas mataran, Manjiro hubiera muerto dos veces en ese instante, seguido de Sanzu──Y si me quedó claro, pero al parecer a ti no. Sólo intentaba ayudarte a ver tus verdaderos sentimientos, pero ya vi que es inútil.──Fijo su vista en la pelirosa que se hallaba sorprendida───Sí, Sanzu, tu novio que tanto te ama y yo nos besamos, y adivina qué, le gusto tanto que incluso casi llegamos al sexo. Lástima que su cabecita actuó antes que su polla, o sino hace días que te hubiera dejado.──Dijo en el rostro de Sanzu──Disfruten de su relación... Si es que dura, claro.

Takemichi salió del lugar sin derramar ni una lágrima, ya no valía la pena.

Ya nada valía la pena.

so fuckin' cute Donde viven las historias. Descúbrelo ahora